Por Carlos Heredia Zubieta

Los mexicanos han vivido en California desde antes de la fundación de la ciudad de Los Ángeles en 1781. Entre 1836 y 1854, el expansionismo territorial se apoderó de 55 por ciento del territorio mexicano. A partir de entonces, los mexicanos en el suroeste estadounidense se convirtieron en ‘extranjeros en su propia tierra’.

El 8 de junio se detonó lo que Daniel Peña describe en The Guardian como ‘una protesta estadounidense en una ciudad estadounidense’. Hablo con mis amigos de allá y extraigo cinco puntos cruciales que es importante entendamos los mexicanos en México:

1. No hay tal cosa como una insurrección contra el gobierno de EU. Las protestas fueron protagonizadas por ciudadanos estadounidenses de origen mexicano y latinoamericano, no por indocumentados. Estos últimos más bien tratan de ser invisibles ante la persecución de ICE, la policía migratoria.

2. La provocación de Trump excede sus atribuciones –mete a un barrio mexicano a la Guardia Nacional, que depende del gobernador, y a los Marines, para sembrar el miedo. La Constitución prohíbe que las tropas se usen contra ciudadanos estadounidenses; para garantizar la tranquilidad pública están las policías locales y estatales. Es el mismo Trump culpable de una conspiración criminal para atacar el Capitolio el 6 de enero de 2021, en la que murieron 5 personas y 140 oficiales de policía resultaron heridos.

3. El objetivo político de Trump es atacar al gobernador Gavin Newsom, probable candidato presidencial demócrata en 2028, quien busca el difícil equilibrio entre condenar la violencia y garantizar el derecho de los californianos a la protesta pacífica. Desde 1988, los demócratas han ganado todas las elecciones federales en California. Trump quiere colocarla de nuevo en el casillero republicano.

4. Los mexicanos somos carne de cañón: Trump etiquetó a los migrantes mexicanos como criminales… y muchos mexicanoamericanos votaron por él, aunque luego concluyen que les gustan más los objetivos de Trump que sus métodos para alcanzarlos.

5. La agenda de los estadounidenses de origen mexicano no es mexicana, es estadounidense, o en el mejor de los casos binacional, pero es un error pretender ‘darles línea’ desde un escritorio en la Ciudad de México. Mantienen muchos vínculos con su terruño: Envían remesas ($62.5 mil millones de dólares en 2024), sus hijos y nietos disfrutan la comida, la música y las tradiciones, pero el corazón compite con el bolsillo y frecuentemente éste último acaba por prevalecer.

La resistencia a las redadas antiinmigrantes se extiende por EU. El propio Trump admite que los empleadores de agricultura, hotelería y restaurantes son afectados por sus redadas.

Artemio Arreola me explica la estrategia de la Coalición de Illinois por los Derechos de los Inmigrantes y los Refugiados ().

‘Nuestro objetivo es incidir acá como comunidad organizada, como consumidores, como electores… capacitamos a jóvenes de college para ser promotores del voto y organizar fundraisers (recolección de fondos). Así movilizamos a votantes que les dicen a los políticos: Queremos que hagas esto por nosotros’.

Trump deberá pensarle; sabe que se expone a perder la elección intermedia en noviembre de 2026. Es el único lenguaje que entiende.

Integrante de Por México Hoy

@pormxhoy

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