Por Carlos Lavore

Los acuerdos de convivencia internacional están rotos, nadie los respeta. Gaza es el ejemplo más dramático que pone en blanco y negro la impotencia de los organismos de representación surgidos después de la segunda guerra mundial. Nada detiene el genocidio. La muerte impuesta como ley, parafraseando a Rita Segato (Entrevista citada por Raúl Zibechi en La Jornada, 19 de septiembre de 2025 )

En América Latina el mismo imperio con otras modalidades: crimen organizado, despojos extractivistas, desplazamientos forzados, desapariciones e impotencia de los organismos regionales para contener y pacificar.

En México, el acuerdo constitucional de 1917 está roto y sustituido por una autocracia política en control de los tres poderes de la democracia liberal. 200 mil muertos y 60 mil desaparecidos en el sexenio anterior marcan la imposición de la muerte como ley. Y las madres siguen contando y buscando.

Hay un parteaguas mundial y una deriva de difícil comprensión. Otra vez Segato: “Ya no hay diferenciación entre lo que está bien y lo que está mal.”

Y entonces resulta que en su momento de mayor dependencia económica, México es un país soberano que, además, pugna por continuar un tratado comercial que es el instrumento de su subordinación.

Y resulta que la visión democrática del país es la que se construye arriba, en los laberintos del poder, en tanto las expresiones realmente democráticas de abajo no tienen oportunidad de representación política, porque “nosotros sabemos lo que el pueblo necesita”.

Y en el nombre del pueblo todas las rupturas y cancelaciones institucionales para evitar cualquier forma de control social de la gestión, anulando transparencia y rendición de cuentas. Desde la cima del poder no hay convocatoria a la organización y participación activa y directa de pueblos, comunidades y organizaciones sociales. El nuevo régimen sustituye al sujeto activo.

La militarización del país es una consecuencia natural de esta alteración de lo bueno y lo malo. La corrupción expandida son prietitos en el arroz y el “no habrá impunidad” es solo control de daños. El crimen organizado incomoda, pero es funcional al modelo.

Programas y obras son presentados como panacea del desarrollo nacional independiente cuando en realidad responden al capital transnacional, a los grandes empresarios y a los intereses del norte. El territorio se organiza en su función.

Esfuerzo grande habrá que hacer para desmontar estos trastocamientos que se van metiendo como verdades en el ánimo público y distorsionan el pensamiento. Excepto para aquellos que construyen desde abajo y no suscriben la simulación. Latinoamérica está llena de ejemplos. México también.

Comunidades mapuches en el sur de Chile, cooperativas de trabajo y producción en Argentina, gobiernos autónomos en comunidades de la Amazonía brasileña y peruana, comunidades del Cauca colombiano. En México, Tosepan, Cherán, cooperativas en Yucatán, comunes en Chiapas, yaquis y pescadores en Sonora.

Son referencia de verdades verdaderas, de economías solidarias, prácticas democráticas y organización comunitaria. Experiencias en donde puede alimentarse la pedagogía política.

En resumen, se trata de entender el cambio de época, desmontar simulaciones y falsedades, construir otro sentido común, abrevar en los abajo, mancomunar resistencias, elaborar una agenda de todos para un México de iguales, con justicia, libertad y soberanía.

Exposición efectuada en “Pedagogía política para existir en América Latina”, Escuela de otoño y primavera 2025, Lab-Incide, 20 de septiembre.

Integrante de @pormxhoy

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS