Por: Pola Grijalva | POR MEXICO HOY
Aplaudo que ante las declaraciones de los líderes políticos de Canadá, acusando a México de “triangular” productos chinos, el gobierno de México respondió con cifras. Y aunque es válido responder con posicionamientos políticos ante temas estrictamente comerciales y financieros, creo que es necesario que hagamos bien las cuentas, para seguir dialogando sobre el nuevo arreglo en el que México mantenga su posición competitiva y defienda el interés nacional.
Al contrario de lo que se piensa, entre los tres socios de Norteamérica, es Estados Unidos el mayor comprador de productos chinos, que se consumen en su propio mercado o se venden en México y Canadá y el mundo entero. Y esto viene sucediendo desde hace más de 3 décadas, a través de sus más famosas marcas globales, como: Walmart, Nike, Apple, General Motors, General Electric, GAP, Mattel, etc. Pero también con comercializadoras de químicos, resinas, moldes, válvulas, textiles, acabados, iluminación, máquinaria, etc. Siempre y cuando estas importaciones se registren como originarias de China y paguen los aranceles correctos, no hay “triangulación”.
México compra de China más o menos 100,000 millones de dólares al año (833 dólares per cápita); mientras que Estados Unidos compró 450,000 millones de dólares (1,343 dólares per cápita) y Canadá 66 mil millones en 2023 (1,646 dólares per cápita).
Vayamos un poquito más a fondo. De acuerdo con el Inegi nuestras importaciones de China, son entre 20 y 25% menores que las cifras de esas mismas ventas que CHINA CUSTOMS reporta. Esto se debe a que los productos “de ida o de venida” primero llegan a Estados Unidos. Así tenemos por ejemplo, que la más famosa empresa exportadora de moluscos y crustáceos de Baja California en Shanghai, está basada en Los Ángeles. Es decir, al embarcarse el producto en Ensenada, se declara como una exportación a Estados Unidos, y allí un “trader” coloca el producto, mismo que al llegar a China se registra como mexicano. Pero este es un negocio lícito. No es una triangulación.
En realidad la acusación de los canadienses no tiene sustento alguno. Es claro que los principales productos que comerciamos con ese país, son vehículos automotores y sus partes; y según las cifras de ITC, en 2023 Canadá tiene un balance negativo con México en este ramo (ver cuadro). Pero esto no significa que las 12 marcas de autos chinos que se comercializan en México vayan a ser “triangulados”. Más bien, en 2023 Canadá importó autos (de marca estadounidense como Tesla o sueca como Volvo) hechos en China, por una suma 333% mayor que en 2022, llegando a 2,000 millones de dólares. Creo que este crecimiento explosivo justificó la imposición de un arancel del 100% a todos los vehículos eléctricos de ese origen, a su entrada a Canadá.
Vale la pena señalar que, de acuerdo con cifras de Secon, el valor del mercado de autopartes en México en 2023 fue de 148.7 mil millones de dólares, de los cuales 29.6 mil millones son partes importadas, y solo 3.9 mil millones vienen de China, es decir, solo el 2.6% del total. Se estima que el grado de integración intrarregional es alto, pues el 70% de estas líneas, se producen en México con equipos y materiales de la región TMEC.
Si en Canadá gana las elecciones la opción conservadora, podemos esperar un gran alineamiento de su gobierno con las políticas del Sr. Trump. No bastará con buscar la sustitución de las importaciones de China, México tendrá que elevar creciente y consistentemente, su grado de integración nacional.