“Solo el choque con la realidad puede despertar de un sueño dogmático”.
Alain Supiot
La semana pasada la Ciudad de México fue cimbrada.
No por un sismo -que los sufre constantemente- sino por la fuerza de la movilización de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE).
Los maestros de la Coordinadora bloquearon principales arterias viales de la Ciudad, incluso el Aeropuerto Internacional.
Provocaron un caos, deteniendo familias enteras quienes no pudieron llegar a sus escuelas y trabajos; empresarios que tenían vuelos planeados no pudieron realizarlos.
Los maestros de la Coordinadora exigen regresar la vigencia de la anterior ley del ISSSTE la cual establecía menores años de cotización para alcanzar la jubilación.
Exigen menores montos de aportación, tasar en pesos y no en UMAS, los créditos hipotecarios otorgados por el FOVISSSTE, entre otras demandas.
El costo de sus bloqueos es muy elevado para la economía nacional la cual -en estos momentos- exige de todos los actores sociales mayores esfuerzos y entendimiento para no detener los procesos productivos y apoyar las cadenas de valor.
Desde el punto de vista de la gobernabilidad democrática lo que menos necesitamos ahora, por tanta presión a nuestra soberanía por el gobierno de Washington, es que se provoque el caos.
Se cuenta con instituciones sólidas como la SEP, quien es dirigida por un operador político acostumbrado a dialogar y establecer compromisos viables.
Desde la óptica económica y presupuestal las finanzas públicas, los ingresos fiscales y el gasto en recursos humanos, en este momento no permiten asignar mayores incrementos al capítulo de gasto y partidas presupuestarias hacia el ISSSTE.
El Instituto debe fortalecer sus ingresos que le derivan en primer lugar de las asignaciones de la Cámara de Diputados al Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2025.
Se nutre de recursos que prevén los analistas de la Subsecretaría de Egresos de Hacienda y de las propias aportaciones de trabajadores al servicio del Estado.
Se trata de una Institución que nace bajo los auspicios del Presidente López Mateos.
¿Para las finanzas públicas y para una mejor atención a los trabajadores debiese fusionarse con el IMSS y no existir dos instituciones de seguridad social?
Todos los ciudadanos somos responsables de contar con finanzas públicas sanas, lo hacemos al pagar nuestras contribuciones fiscales federales y locales, lo hacemos cuando pagamos debida y voluntariamente los servicios públicos que recibimos.
La Coordinadora de los Trabajadores de la Educación debiera analizar con profundidad la política fiscal, de tal suerte que se den cuenta de que el Presupuesto Federal no tiene margen de regresar al viejo sistema de pensiones.
Es clave entonces que se mantenga el diálogo, la deliberación democrática y la capacidad de negociación entre actores sociales, de las clases trabajadoras de la salud y la educación, que como en el caso de las pensiones y el régimen de seguridad y protección social, suponen áreas de desarrollo social tan sensibles para la vida actual y futura de la nación.
Si el Estado mexicano pierde su capacidad de control y negociación sobre el presupuesto y por lo tanto sobre la política social, educativa y de pensiones que puede realmente garantizar y otorgar a sus generaciones de trabajadores, pensionados y jubilados, entonces el destino de la nación se decidirá en otro lugar, en las calles y a sus espaldas.
Pedro Isnardo De la Cruz es Doctor en Ciencias Políticas y Sociales y profesor en la UNAM. Publicó en 2017 Decisiones estratégicas presidenciales en EUA: El aprovechamiento de la ocasión en crisis de Seguridad nacional y Terrorismo. George W. Bush y Barack Obama (2001-2012).
Juan Carlos Reyes Torres es Licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana, con estudios en Ciencia Política y Administración Pública por la UNAM y profesor de Teoría del Estado.
Coautores de Para entender la 4T (2019), con el sello editorial de Stonehenge México.