Muy preocupada por la crisis actual de la educación en México, me siento obligada a reflexionar sobre las acciones de protesta de los maestros que tienen en jaque a esta ciudad. Una ciudad que se ha convertido en rehén y campo de batalla en toda clase de luchas sociales.
Los chilangos vivimos un calvario por el caos vial que nos afecta a todos. Prácticamente a diario, los manifestantes cierran avenidas y carreteras torales con el fin de presionar a las autoridades, es su manera de hacerse escuchar y pedir, así, justicia para diversas causas que promueven.
El problema del magisterio es muy serio porque engloba a un enorme gremio de asalariados sindicalizados. Años atrás, varios líderes sindicales se hicieron ricos y poderosos; otrora su voto era fundamental para ganar la Presidencia de la República en las contiendas electorales, y me parece que lo sigue siendo.

Los docentes que protestan invaden el Zócalo de la CDMX y otros lugares, durante muchas semanas, pernoctan en carpas de plástico, salen durante el día a invadir las calles, son aguerridos, pintarrajean paredes, rompen vidrios y paralizan la urbe más poblada del mundo.
Los días pasan y no ceden las partes… ¿Qué piden los maestros?
Según me he informado en los medios televisivos y la prensa piden básicamente tres cambios:
El primero, es el 100% de aumento salarial y más prestaciones sociales; el segundo, es la derogación de la Ley que se hizo en 2007 en el ISSSTE para los retiros y jubilación de los docentes; y el tercero, es el rechazo a los cambios de forma y métodos de enseñanza para los niños, que instauró el gobierno morenista con nuevos libros de texto para implantar la llamada “reforma educativa” con una nueva ideología político-educativa.
Sobre la primera demanda me parece que para el gobierno subir los salarios de todo el gremio un 100% sería una carga económica suicida ya que con los subsidios a la población que ya otorga este gobierno populista tendríamos un déficit económico fatal.
Por estos días he pensado mucho en el presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt, quien entendió cómo salvar a su nación de la gran depresión que vivía, y lo que hizo fue movilizando y activando la industria para abrir fuentes de trabajo para la población empobrecida y darles un trabajo decente en vez de subsidios paliativos que no mejoraban la situación.
Roosevelt logró que su país saliera fuerte y poderoso de la crisis para enfrentarse a la Segunda Guerra Mundial y ganarla.
De la segunda demanda de los maestros me abstengo de opinar pues desconozco por completo las Leyes del ISSSTE sobre sus agremiados.
Me enfoco en la tercera demanda porque considero que los maestros tienen razón. Según los pedagogos profesionales que son especialistas en el tema, peligra el futuro académico de nuestro país pues los niños de hoy no pueden aprender a leer y escribir, ni a sumar ni restar con la implantación de la “reforma educativa de la Cuarta Transformación”.
Me permito acompañar este escrito con el ejemplo de la escritura del niño Salvador Elizondo, el futuro escritor, cuando cursaba el quinto año de primaria, en 1944, a la edad de once años… (continuará)