La persona con más búsquedas en medios digitales la semana pasada fue Javier “El Chicharito” Hernández. Se colocó en el centro de la polémica por sus declaraciones en torno a las mujeres. Y es que aseguró que estamos fracasando, erradicando la masculinidad y creando una sociedad hipersensible. Nos sugirió proteger nuestra energía femenina “cuidando, nutriendo, recibiendo, multiplicando, limpiando y sosteniendo el hogar.” Nos invitó también a no tener miedo a eso de ser lideradas por un hombre.
Como era de esperarse, sus palabras causaron una enorme indignación. El tema llegó incluso hasta Palacio Nacional. La presidenta Claudia Sheinbaum le reconoció sus logros como futbolista, pero consideró que sobre el tema de las mujeres tiene mucho que aprender.
La Federación Mexicana de Futbol consideró que sus expresiones promueven estereotipos machistas y son violencia mediática, por lo que decidió imponerle una multa económica y un apercibimiento.
El Club Deportivo Guadalajara se deslindó de esas declaraciones y aclaró que Javier Hernández las hizo de forma individual. En un comunicado enfatizó que ellos promueven la paridad de género y el respeto a todas las personas, por lo que ya tomaron acciones de acuerdo a su reglamento.
Hubo mucha gente en redes sociales que reprobó sus dichos; algunos con argumentos impecables, otros con ataques deleznables.
Muchos, en contraste, lo defendieron con vehemencia. Celebraron que se atreviera a decir lo que muchos piensan, pero no se atreven a expresar públicamente.
Hay muchas parejas que deciden que uno de ellos sea el proveedor económico, y el otro se encargue de las tareas del hogar. Es una elección muy respetable. Pero esa no es la realidad de todos. La mayoría de las familias requiere de dos salarios para salir adelante.
Actualmente, las mujeres somos la mitad de la fuerza laboral remunerada. Uno de cada cuatro hogares es sostenido por una mujer sola, y hay miles de denuncias en contra de padres por no pagar pensión alimenticia. Hablar de los hombres como los únicos proveedores económicos es faltar a la verdad. Sin embargo, hablar de mujeres que limpian aún aplica. Y es que, aunque ya trabajamos fuera de casa y aportamos a la economía familiar, seguimos cargando con casi la totalidad de las tareas domésticas. Lo equilibrado sería que el trabajo en el hogar se repartiera entre todos los integrantes de la familia.
No me interesa confrontar a Javier Hernández. Prefiero debatir conceptos que caer en dimes y diretes con una persona que ya fue multada y sancionada. Pero sí me detengo en el tema, porque es crucial reflexionar al respecto. Quisiera entender la defensa furibunda y masiva que han recibido sus declaraciones. Te convoco a compartirme tu opinión. Si se trata de construir paz y convertirnos en una sociedad más armoniosa, hay que iniciar una conversación respetuosa.
@PaolaRojas