La semana pasada, la Organización Mundial de la Salud declaró emergencia sanitaria internacional por la propagación de una nueva variante de la viruela del mono o Mpox, que en África ha causado la muerte de más de 500 personas y ha infectado a miles.
Con esto la OMS busca que se tomen medidas preventivas y se acelere la investigación para contar con tratamientos efectivos para su combate. El director de este organismo, Tedros Adhanom, pidió que exista coordinación internacional para lograr estos objetivos.
En los medios de comunicación europeos el tema se ha convertido en prioridad, sobre todo desde que se confirmó el primer caso de una persona infectada en Suecia. En Estados Unidos el asunto está en la conversación, pero no ocupa los titulares de los informativos, y aunque sí cuentan con vacuna, no hay personas acudiendo masivamente a recibirla.
Con respecto a México, preocupa la enorme desinformación que hay al respecto. En redes sociales, que para muchos son la principal vía para enterarse de lo que pasa en el mundo, circulan versiones que aseguran que la alerta declarada por la OMS es parte de un “complot” para distraer la atención de otros temas esenciales.
De hecho, cada vez que se comparte información relacionada con Mpox en medios digitales, hay reacciones señalando al medio o al periodista por “ser parte de esta farsa”. Que se lancen agresiones en redes no es novedad, pero la cantidad de cuestionamientos es mayor a lo habitual. Esto indica que ya se dispersó entre muchos la creencia de que se trata de una noticia falsa.
Preocupa también el que la desinformación ha llevado a muchos a asegurar que solo se contagia por contacto sexual, cuando la realidad es que basta hablar o respirar cerca de una persona portadora del virus para adquirirlo. También puede transmitirse de animales a humanos con un rasguño, una mordida o por consumir carne mal cocida de un animal enfermo.
El síntoma que la mayoría de las personas asocia con Mpox son las erupciones cutáneas, pero estas no se presentan en todos los casos. Hay enfermos que solamente tienen dolores musculares, fiebre y otros signos que pueden confundirse con más enfermedades.
Se sabe aún tan poco de esta nueva variante, que siguen los ensayos clínicos para contar con un tratamiento efectivo. Lo que sí ya está claro es que se está dispersando a un ritmo acelerado y que puede ser letal.
En México ya pagamos un costo muy alto por la ignorancia y la irresponsabilidad con la que se manejó la pandemia de Covid-19. No hay que olvidar que estuvimos entre los países con mayor letalidad del planeta. No podemos, por lo tanto, repetir los mismos errores.
Cuando las autoridades de salud globales empezaron a alertar en los primeros meses de 2020, también circulaban mensajes que ponían en duda la existencia o la gravedad del coronavirus. Tuvimos incluso a un subsecretario de Salud que sugirió al inicio que no se usara cubrebocas. Pero luego empezamos a caer enfermos y después perdimos a seres queridos. Fue hasta entonces que los incrédulos dejaron de serlo. Lamentablemente ya era demasiado tarde.