Ya se sienten los efectos de la apuesta antiinmigrantes de Donald Trump. El presupuesto récord que su administración otorgó para expulsarlos y las nuevas reglas para realizar redadas, están derivando en mayores cifras de deportaciones. El asunto es que los efectos económicos adversos que esto genera preocupan incluso a sus partidarios.

Mark Zandi, economista jefe de Moody's, estimó que la inflación pasará del 2.5% a 4% si las deportaciones siguen al ritmo actual. Por lo pronto, ya las cifras de inflación fueron mayores a lo esperado y los precios al mayoreo subieron un 3.3% con respecto al año pasado.

Hay cada vez más sectores que enfrentan escasez de mano de obra. Los más afectados son construcción y agricultura. Lo que empezó con el envío de agentes federales a estacionamientos de lugares como Home Depot para detener a plomeros, pintores y albañiles, siguió con redadas en zonas en construcción. Los contratistas ya no pueden operar y advierten que la situación se agrava cada vez más.

Las empresas proveedoras de alimentos también están en crisis. Muchos trabajadores agrícolas han sido arrestados. En lugares como el condado de Ventura, California, no hay quienes cultiven los aguacates, fresas y limones. California produce más de una tercera parte de las verduras de la Unión Americana y más de tres cuartas partes de sus frutas. Pero también estados republicanos como Texas, donde ya no hay quien ordeñe a las vacas en las granjas lecheras, lo padecen.

Cuando la fuerza laboral tiene miedo, no solamente los campos no se cosechan; tampoco las plantas de empaque funcionan. Toda la cadena de suministro se afecta y hay un efecto en la oferta y los precios.

El turismo se ha visto también dañado. Hay quienes ya no se sienten cómodos visitando a un país que criminaliza a sus paisanos. Pero la principal afectación se debe a la falta de personal en hoteles y restaurantes. Es difícil imaginar una cocina en Estados Unidos sin la presencia de al menos un mexicano, así que se están quedando sin comensales y sin sazón.

Estas medidas no solamente afectan a los hispanos. Recientemente casi 500 personas fueron detenidas en una redada en Georgia. A la automotriz surcoreana Hyundai, le tocó la mayor operación antiinmigración en dos décadas. El gobierno de Corea del Sur expresó su preocupación por la operación dirigida contra sus ciudadanos, luego de las inversiones por $12.6 mil millones de dólares que hizo Hyundai en ese estado.

El presidente estadounidense prometió deportar a "los peores entre los peores" criminales, pero las cifras de ICE han mostrado un crecimiento en el número de detenciones de no criminales. Desde la perspectiva humana duele saber de niños que regresan de la escuela y ya no encuentran a alguno de sus padres; perros sin casa porque deportaron a quienes lo cuidaban; familias separadas repentinamente.

Hay muchos que no se conmueven con esas historias. Toca ver si la afectación a su bolsillo los sacude lo suficiente, como para deplorar la hostilidad con la que están tratando a quienes impulsan la economía y hacen todos esos trabajos que nadie más quiere hacer.

@PaolaRojas

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