Hay que aclarar que no todos los casos de tráfico de personas implican trata de personas; no obstante, existen una gran cantidad de casos en que ambas conductas delictivas concurren, ya sea en el país de origen, tránsito o destino.

El traficante se aprovecha de la necesidad de la víctima para llegar al destino deseado con la esperanza de encontrar mejores condiciones de vida, por lo que decide pagar por su traslado y poder cruzar una frontera. El riesgo siempre es alto, y como es de sobra conocido, las condiciones de traslado son inhumanas.

El tráfico de personas debido a la extrema vulnerabilidad de las personas migrantes muchas veces deriva en el de trata; las redes delictivas utilizan su estatus ilegal para amenazarlas, retenerles sus papeles o engancharlas con falsas promesas, aprovechándose de lejanía de sus familias, estrés, miedo y soledad.

Condiciones, que desafortunadamente se repiten en las acciones antimigratorias y xenófobas. Dicho de otra manera, la brutalidad y el abuso están presentes, tanto para ingresar de manera ilegal, como durante los arrestos y deportaciones. Ambos escenarios acrecientan la vulnerabilidad de las personas haciéndolas presas fáciles de las redes de trata de personas.

El Colectivo de Datos sobre la Lucha contra la Trata (CTDC, por sus siglas en inglés) de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) es el primer centro mundial de datos sobre la trata de seres humanos, que publica datos armonizados de organizaciones de lucha contra la trata de todo el mundo, ha mostrado que, “casi 80 por ciento de las rutas internacionales de trata de personas discurren a través de puntos oficiales de control fronterizo, como aeropuertos y puestos de control en fronteras terrestres. Mientras que las víctimas de trabajos forzosos suelen ser introducidas a través de puntos oficiales de control fronterizo, las víctimas de la trata con fines de explotación sexual generalmente cruzan las fronteras por zonas en las que no existen estos puntos de control. Ello comprende rutas irregulares marítimas o terrestres. Los niños también tienen más probabilidades que los adultos de ser introducidos irregularmente a través de rutas que carecen de puntos oficiales de control fronterizo”.

Lo anterior demanda estrategias conjuntas, visiones renovadas y responsabilidades compartidas que pongan el centro del interés a las personas antes que su estatus migratorio. No podemos pasar por alto que la trata de personas constituye uno de los delitos más lucrativos de la delincuencia transnacional junto al tráfico de drogas y de armas.

La “cosificación” de las personas al reducirlas a categoría de objetos niega su naturaleza, condición y dignidad humana, las despoja de sus derechos al despersonificarlas, las coloca en el mercado y las sujeta a los principios de la oferta y la demanda bajo las reglas del capitalismo.

La globalización ha traído mutaciones, vacíos y sociedades líquidas, caracterizadas por la incertidumbre y el debilitamiento de los vínculos humanos, donde las peores felonías y actos inhumanos se explican, aunque no se justifican, por la extrema pobreza o la extrema riqueza; quienes no tienen nada son vulnerables de ser víctimas, o bien, victimarios para dejar atrás el estado de carencia, y, por otro lado, quienes lo tienen todo compran y explotan víctimas, propiciando una alta demanda de personas para distintos fines, para después desecharlas.

La más grave consecuencia de la globalización es la desigualdad que divide a los seres humanos en el único valor conocido por la economía: el dinero.

El mundo y la humanidad está en crisis, ante ello, la única respuesta posible es esforzarnos por hacer realidad el ejercicio y disfrute universal los derechos humanos, La propuesta es una ciudadanía universal, en la que la visa para tener derecho a desplazarnos y desarrollarnos en cualquier lugar del mundo sea el solo hecho de ser persona.

La esperanza es un futuro comunitario en la que prevalezca la igualdad y el respeto a la dignidad humana. Pensar en comunidad, hacer en comunidad y transformar en comunidad deben ser el motor de nuestra acción colectiva. El Humanismo Mexicano es catedra mundial, aunque haya quien se resista a reconocerlo.

Activista social

@larapaola1

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