OpenAI dio a conocer esta semana un micrositio [] en el cual fueron publicadas las respuestas a la reciente demanda presentada por los abogados de Elon Musk.

El título del referido micrositio representa una respuesta contundente al embate de Musk: 'The truth about Elon Musk and OpenAI. Elon is trying everything he can to slow down OpenAI for his personal benefit. Here, we present the facts' -en castellano: "La verdad sobre Elon Musk y OpenAI. Elon está haciendo todo lo posible para frenar OpenAI en beneficio propio. Aquí presentamos los hechos"-.

El hartazgo de OpenAI ante las recurrentes embestidas de Elon Musk resulta razonable.

Como Musk no ha conseguido adquirir OpenAI, el magnate sudafricano se ha dedicado a interponer demandas para ralentizar los formidables avances de la OpenAI, los cuales desbordan y, por mucho, el imaginario de la generativa (IAG), territorio en el cual su hegemonía resulta incuestionable.

El pasado inmediato

En 2015, Elon Musk y Sam Altman formaron parte del grupo de inversores que recaudaron mil millones de dólares para fundar OpenAI y ponerla en marcha.

Los inversores, prominentes desarrolladores y empresarios en la industria de las avanzadas tecnologías de información en Estados Unidos, seguramente inferían la importancia que podría alcanzar la inteligencia artificial (IA) en los años venideros.

Sin embargo, en 2018, Musk decidió abandonar el consejo de administración de OpenAI, debido a frecuentes diferencias y fricciones con Sam Altman.

Musk se ha convertido en uno de los principales críticos de OpenAI y, por supuesto, de San Altman. El sudafricano ha desatado una furiosa ofensiva legal contra OpenAI y .

En 2019 fueron modificados los estatutos de OpenAI para permitir la creación de un brazo comercial con fines de lucro limitado. Ante el nuevo panorama de posibilidades, Microsoft decidió invertir 1.000 millones de dólares en OpenAI, y posteriormente agregó 1.000 millones más.

Algunos consejeros y, Musk -por supuesto-, señalaron que la alianza con Microsoft podría comprometer la independencia de OpenAI.

Musk presentó una demanda contra OpenAI "por haber traicionado su misión de beneficiar a la humanidad". Con ello consiguió que OpenAI siguiera sujeta a la figura de entidad sin ánimo de lucro, tras la revisión estructural.

La introducción de ChatGPT, en noviembre de 2022, sacudió a Sillicon Valley. ChatGPT estableció un parteaguas histórico en el desarrollo de la tecnología.

La inteligencia artificial generativa detonó una nueva fiebre de oro en el mundo digital. Elon Musk debió haber lamentado el haberse apartado de OpenAI.

En el mes de febrero del año en curso, mediante una oferta no solicitada, Elon Musk, quien durante los primeros meses del mandato del presidente Donald Trump se desempeñó como consejero superior, pretendió tomar el control de OpenAI y presentó una oferta por 97.400 millones de dólares.

Algunos medios informativos señalaron que Mark Zuckerberg aportaba una parte de la suma antes referida. Ello, sin embargo, no fue confirmado por .

Debemos tener presente que, mediante un procedimiento similar, Musk consiguió concretar la compra de Twitter, el 27 de octubre de 2022.

Para tomar el control de Twitter, el primer paso fue convertirse en el mayor accionista de la compañía, y ello lo logró Musk el 4 de abril de 2022. Ese día informó haber adquirido 9.2 por ciento de las acciones de Twitter.

Sin embargo, Musk no consiguió adquirir OpenAI. Sam Altman, CEO de OpenAI, rechazó la oferta.

A mediados de agosto, Musk presentó una demanda contra OpenAI y contra Apple, acusándolos de incurrir en competencia desleal, alegando que las mencionadas empresas se han aliado para "inhibir la competencia y la innovación".

Musk señaló que Apple se ha dedicado a favorecer a OpenAI y ChatGPT en la clasificación de las mejores aplicaciones de inteligencia artificial en la App Store.

Durante el mes en curso, Musk también presentó una demanda contra OpenAI, acusándola de robar tecnología de xAI.

El 2 de octubre, algunos medios informativos señalaron que Open AI se convirtió en la mayor startup global, tras la venta de acciones por 6.6000 millones de dólares.

Ese mismo día, Forbes informó que la fortuna personal de Musk superó la cifra de 500.000 millones dólares.

La respuesta de OpenAI

OpenAI afirma que Elon Musk pretende obstruir a OpenAI, debido a los fracasos de las firmas de Musk en materia de inteligencia artificial generativa.

xAI -destaca en su respuesta- está perdiendo empleados por su mala gestión, no por interferencia de OpenAI.

xAI no protege adecuadamente su información confidencial. En ello radica el problema. Las acusaciones de robo de secretos carecen de pruebas.

Los trabajadores -señala- tienen derechos legales para cambiar de empleo libremente. Las acusaciones de robo de secretos carecen de pruebas. OpenAI pide que se desestime la demanda de xAI porque no hay pruebas de apropiación indebida de secretos comerciales.

Conclusión

Más allá de dimes y diretes, las demandas presentadas por Musk contra OpenAI podrían estimular el desarrollo de un indispensable debate ético, estratégico e incluyente, sobre el futuro de la , quién la controla y para qué fines.

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