El miércoles 26 de marzo, 'Wired' publicó una interesante entrevista a Yuval Noah Harari, destacado historiador israelí, autor de 'best sellers' como 'Sapiens. De animales a dioses: Breve historia de la humanidad'; 'Homo Deus. Breve historia del mañana'; y '21 lecciones para el siglo XXI'.
Miachiaki Matsushima, redactor en jefe de 'Wired' en Japón, aprovechó la visita de Harari a "la tierra del sol naciente" para profundizar en algunos de los temas que el historiador abordó en su reciente libro 'Nexus. Una breve historia de las redes de información desde la Edad de Piedra hasta la IA', publicado en 2024.
En 'Nexus' es posible identificar tesis y argumentos de Harari que efectivamente resultan próximos a la mirada medioecologista. Las respuestas que dio el historiador a las preguntas formuladas por el editor de 'Wired' confirman no pocas similitudes.
En principio, ello se debe a que la historia representa un tema medular en la ecología de los medios, y Harari es un destacado historiador, además, sensible a la importancia que admiten las tecnologías de la información en la historia.
La ecología de los medios -media ecology-, es una compleja metadisciplina que se dedica a estudiar el impacto de las tecnologías en el hombre y las sociedades, a través de la historia. Los fundamentos de la ecología de los medios parten del pensamiento y la obra de Marshall McLuhan (1911-1980) y Neil Postman (1931-2003), principalmente.
Sin embargo, la ecología de los medios de ninguna manera se limita a las aportaciones realizadas por los mencionados referentes seminales. Nuevas generaciones de pensadores medioecologistas se han ocupado de ampliar los horizontes reflexivos de esta compleja metadisciplina.
En la entrevista publicada por 'Wired', Matsushima pregunta a Harari sobre su recelo a la apertura informativa propiciada por la digitalización, tema que el historiador abordó desde el prólogo de 'Nexus', en el cual nos advirtió sobre la “idea populista de la información”. La información -afirma Harari- no necesariamente representa la realidad
Harari considera que resulta ingenuo suponer que nuevas y más potentes tecnologías de información aseguran una comprensión más veraz del mundo, como han sostenido célebres profetas en Silicon Valley para justificar las operaciones de sus exitosas plataformas, las cuales -han afirmado- existen para contribuir a forjar un mundo mejor.
“Al contrario de lo que implican las declaraciones de misión de compañías como Google y Facebook, aumentar la velocidad y la eficiencia de nuestra tecnología de la información no tiene por qué hacer del mundo un lugar mejor” (pp.74-75).
Harari adopta una mirada medioecologista al reflexionar sobre la evolución de los medios de comunicación y analizar la Inteligencia Artificial.
Algunas personas a menudo comparan la revolución de la IA con la revolución de la imprenta, la invención de la escritura o el surgimiento de medios de comunicación masivos como la radio y la televisión, pero esto es un malentendido.
Hasta ese momento, todas las tecnologías de la información eran simplemente "herramientas" en manos humanas. Incluso con la invención de la imprenta, eran los humanos quienes escribían los textos y decidían qué libros imprimir. La imprenta por sí misma no puede escribir nada ni elegir qué libros imprimir.
Pero la IA es diferente: es un agente. La IA puede escribir sus propios libros y decidir qué ideas difundir. Esto nunca había sucedido antes en la historia.
La evolución de los medios es un tema de enorme relevancia en la ecología de los medios. Jay Bolter y Richard Grusin, dos destacados medioecologistas, son autores de un estupendo libro sobre ese tema: 'Remediation. Understanding New Media' (1999). En el mencionado texto, ambos autores introducen conceptos como hipermediaciones, remediación, ubicuidad, entre otros.
El punto de partida de Bolter y Grusin es Marshall McLuhan, quien en 1964, en el libro 'Comprender los medios de comunicación. Las extensiones del ser humano', afirmó que todos los medios y tecnologías son extensiones de nuestra psique y nuestros sentidos; sin embargo, son también costes fijos para nuestras energías personales y que, además, configuran nuestra conciencia y experiencias.
La evolución de los medios y las tecnologías ha dependido de nosotros, destaca McLuhan. “Todas las tecnologías de la información eran simplemente herramientas en manos humanas”, señala Harari.
Sin embargo, la evolución de la superinteligencia artificial -un agente- podría imponer un nuevo orden, en el cual, el desarrollo tecnológico no necesariamente dependería ya de nosotros. “Por primera vez en la historia -afirma Harari- compartimos este planeta con entes que son mejores que nosotros creando historias y redes”.
En el libro 'El medio es el masaje. Un inventario de efectos', McLuhan y Fiore (1967) recuperan una cita de A.N. Whitehead: “Los más grandes avances de la civilización son procesos que casi hunden a las sociedades en las que ellos se producen”.
Para Harari, la complejidad de la singularidad radica en impedirnos comprender el mundo. La IA podría construir un nuevo ambiente de complejidad que desborde nuestra capacidad de comprensión. “La IA podría construir redes de confianza que no podemos comprender, a estas se les denomina hiperobjetos”.
Hoy producir noticias falsas, poner en circulación campañas de desinformación -señala Harari- es más sencillo y más rápido, la ficción es barata de producir. Si quieres escribir un relato veraz sobre historia, economía, física o cualquier otra cosa, necesitas invertir tiempo, esfuerzo y dinero en reunir evidencia y verificar los hechos. Pero con la ficción, puedes escribir lo que quieras.
El extenso libro de Harari -más de 600 páginas- se divide en tres grandes apartados. El título del primer apartado es "Redes Humanas". El segundo, "La red inorgánica", y el título de la tercera parte es "Política informática". Leer 'Nexus' contribuye a comprender a McLuhan un poco mejor.