Texto: Raúl J. Fontecilla

El pasado 1 de noviembre . El peso de su muerte radica en que la moda mexicana puede hablar de un antes y un después gracias a su trabajo, que dejó una huella tan ecléctica y rebelde como su personalidad.

En entrevista con , el periodista especializado en moda Carlos Didjazaá comparte la trayectoria del diseñador, su impacto en las pasarelas y aparadores de México, pero también un vistazo al ser humano que fue Terrones.

Carlos Didjazaá subraya que Terrones "llevó la moda más interesante y sofisticada que se estaba haciendo en el país en ese momento a la televisión" y la sacó "de la exclusiva reclusión de la Semana de la Moda para llevarla con la mayor cantidad de gente posible". Foto: Archivo Héctor Terrones.
Carlos Didjazaá subraya que Terrones "llevó la moda más interesante y sofisticada que se estaba haciendo en el país en ese momento a la televisión" y la sacó "de la exclusiva reclusión de la Semana de la Moda para llevarla con la mayor cantidad de gente posible". Foto: Archivo Héctor Terrones.

Esta entrega comparte sus inicios como modista todoterreno en una firma de ropa infantil y su éxito como exclusivo diseñador para novias y quinceañeras, hasta su cima en la alta costura, pero también su lucidez y esencia.

Despegó entre quinceañeras, novias y TV

Héctor Terrones (1966-2025) murió poco más de una semana antes de cumplir 59 años y, como decía su amigo -y último periodista en entrevistarlo- Carlos Didjazaá, vivía “permanentemente ocupado”.

La agenda de Héctor Terrones solía encontrarse saturada, al punto de requerir empalmar compromisos. Poco adepto al dibujo, trabajaba directo sobre el maniquí. Foto: Miguel Espinosa/EL UNIVERSAL.
La agenda de Héctor Terrones solía encontrarse saturada, al punto de requerir empalmar compromisos. Poco adepto al dibujo, trabajaba directo sobre el maniquí. Foto: Miguel Espinosa/EL UNIVERSAL.

Desde hace un año Terrones canalizaba las peticiones de prensa a la entrevista de octubre 2024 que le hizo Didjazaá, un periodista tan agudo como vasto cuando se trata de la alta costura.

Terrones nació en CDMX en 1966 y se involucró en la industria de la moda desde finales de los años 80: contratado desde 1987 en la fábrica de ropa Vestiniñas, pagó sus estudios de diseñador de modas en la Universidad Janette Klein, de la que se graduó en 1989.

Janette Klein (izq.) y Héctor Terrones mantuvieron cercanía a lo largo de sus trayectorias profesionales. Esta foto de 2006 lo retrató en la presentación de Mattel sobre moda infantil en Papalote Museo del Niño. Foto: Marcial González/EL UNIVERSAL.
Janette Klein (izq.) y Héctor Terrones mantuvieron cercanía a lo largo de sus trayectorias profesionales. Esta foto de 2006 lo retrató en la presentación de Mattel sobre moda infantil en Papalote Museo del Niño. Foto: Marcial González/EL UNIVERSAL.

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Una marca de ropa para niñas puede sonar como un trabajo cómodo, pero la realidad es que a sus 21 años, Terrones ya se fogueaba a un ritmo de 15 colecciones anuales.

Un trabajo a casi 50 años de distancia también tenía retos propios de la época. Su misión era adaptar al público infantil diseños de Halston y Guy Laroche con sólo una carpeta de fotos como referencia.

En el despegue de su carrera, destacó su capacidad para resolver: a sus manos podían llegar 400 blusas mal cosidas por errores de maquila y él las corregía al momento -incluso las embellecía-.

Terrones pasó de hacer una furtiva sesión fotográfica en París para su campaña del año nuevo 2000 (der.) a presentar su colección inspirada en Frida Kahlo (izq.) en el Museo del Louvre en 2006. Archivo Héctor Terrones/Rodrigo Marín.
Terrones pasó de hacer una furtiva sesión fotográfica en París para su campaña del año nuevo 2000 (der.) a presentar su colección inspirada en Frida Kahlo (izq.) en el Museo del Louvre en 2006. Archivo Héctor Terrones/Rodrigo Marín.

Tampoco dudaba en lanzarse a Tepito para surtirse de adornos, o de materiales para hacer sus propios adornos, consciente de que el mejor complemento puede ser algo que no existe a la venta, sino sólo en la mente del diseñador.

Para 1995 inauguró su atelier (o taller), donde los vestidos para novias y quinceañeras se volvieron la base financiera de su exclusiva firma, pero también un referente de su influencia.

Héctor Terrones llegó a ser conocido como "el rey del corset" por el inagotable ingenio con que le sacaba el máximo al mismo. Foto: Archivo Héctor Terrones.
Héctor Terrones llegó a ser conocido como "el rey del corset" por el inagotable ingenio con que le sacaba el máximo al mismo. Foto: Archivo Héctor Terrones.

Según declaró en su ponencia para la Universidad Iberoamericana en 2024, “Técnicamente, todas las quinceañeras de México usan una versión modificada de un corsé mío”.

Si bien el propio Carlos Didjazaá ve difícil confirmar que se le deba por completo a él, sí considera que la Casa Terrones tuvo un papel decisivo en popularizar los casi tradicionales vestidos de quinceañera en que destaca el corsé.

Héctor Terrones no escatimó para su ponencia en "la Ibero": llevó piezas como su corset en cuero negro, inspirado en los escarabajos. Dio cátedra de lo que es la libertad creativa y el ingenio material con la que era una de sus creaciones favoritas. Foto: Carlos Didjazaá.
Héctor Terrones no escatimó para su ponencia en "la Ibero": llevó piezas como su corset en cuero negro, inspirado en los escarabajos. Dio cátedra de lo que es la libertad creativa y el ingenio material con la que era una de sus creaciones favoritas. Foto: Carlos Didjazaá.

Agrega que Héctor Terrones tuvo visión para presentarse en la Expo Tu Boda, tras observar que la cobertura fotográfica y comercial era mucho mayor que en otros eventos para diseñadores.

Parte del boom de su marca se debió a su rol como personaje de televisión en el programa Hoy, al que llegó por recomendación de Sarah Bustani.

Didjazaá narra que fue un momento bastante casual, en que los viajes de Bustani por el trabajo de su entonces pareja, Eugenio Derbez, dieron pie a que le pidiera el favor de cubrirla en la sección de moda durante sus ausencias.

La "Colección Khalo" fue una de las más celebres de Héctor Terrones, quien la  presentó en el Museo del Louvre como parte del evento anual L'Oreal Profesional en 2006. Foto: Archivo Héctor Terrones.
La "Colección Khalo" fue una de las más celebres de Héctor Terrones, quien la presentó en el Museo del Louvre como parte del evento anual L'Oreal Profesional en 2006. Foto: Archivo Héctor Terrones.

Héctor Terrones recordaba con alegría y satisfacción los años que pasó en TV, tanto por su interacción con personalidades destacadas (Talina Fernandez, Galilea Montijo, Michel Domit, Héctor Sandarti, entre otros) como por los picos que le dio a los ratings de los canales 2 y 4.

Defendía la feminidad ecléctica

En 1997, Terrones lanzó sus primeras colecciones prêt-à-porter, con siluetas femeninas y detalles como transparencias, terciopelo, gofrados y pieles sintéticas.

Un referente del trabajo de Terrones en los 90 fue la Colección Rouge, para la que modelaron (de izq. a der.) Jacqueline Kocher, Fernanda Chabat, Martha Cristiana, Felicia Mercado, Laura Reyes, Galilea Montijo, Monique Vilfort, Ana Torallas, Norma Flores, Irene Ponce y Soraya González. Archivo Héctor Terrones.
Un referente del trabajo de Terrones en los 90 fue la Colección Rouge, para la que modelaron (de izq. a der.) Jacqueline Kocher, Fernanda Chabat, Martha Cristiana, Felicia Mercado, Laura Reyes, Galilea Montijo, Monique Vilfort, Ana Torallas, Norma Flores, Irene Ponce y Soraya González. Archivo Héctor Terrones.

Didjazaá nos confirma que Terrones era partidario de la estética femenina al punto de atesorar la entrevista que le hizo la revista Paris Match en el año 2000, por describirlo como “un ardiente defensor de la feminidad”.

Celebridades usaban sus diseños y el público quedaba encantado. En sus propias palabras, la imagen más icónica de su firma es la foto en que Carmen Campuzano le modeló un vestido de novia, que de acuerdo con Didjazaá se tomó en 1998.

Esta fotografía de Carmen Campuzano modelando un vestido de Héctor Terrones es la que el propio diseñador consideraba la imagen más icónica de su marca. 1998. Archivo Héctor Terrones.
Esta fotografía de Carmen Campuzano modelando un vestido de Héctor Terrones es la que el propio diseñador consideraba la imagen más icónica de su marca. 1998. Archivo Héctor Terrones.

Sobre el estilo de Terrones, Didjazaá dice que “siempre se definió a sí mismo como un barroco, luego como maximalista… Yo diría que más bien era muy rococó: diseños cargados y siluetas muy ceñidas, faldas amplias, muchísimos bordados”.

Una inspiración esencial era la Francia de Luis XIV y la época victoriana, pero el periodista aclara que “en realidad, Terrones era un diseñador muy versátil. Tenía sus amores, claro -el corset era uno de ellos-, como que fue una cosa de la época que le tocó, por los tours de Janette Klein: va a Hollywood y ahí conoce el vestuario de Bram Stoker”.

No hace falta mucha imaginación para visualizar ciertos diseños de Terrones en una cinta de vampiros, pues en efecto lo victoriano era parte de su inspiración. Archivo Héctor Terrones.
No hace falta mucha imaginación para visualizar ciertos diseños de Terrones en una cinta de vampiros, pues en efecto lo victoriano era parte de su inspiración. Archivo Héctor Terrones.

Nuestro entrevistado nos recuerda que si bien el corsé fue una seña de identidad de la Casa Terrones, “no era nada más eso”.

Tan sólo su constante deseo de ensalzar la figura femenina podía manifestarse en ejecuciones muy disonantes entre sí. En palabras de Carlos Didjazaá, “podía llegar a ser muy elegante, podía llegar a ser muy vulgar”.

Terrones no paraba de experimentar con el corset, las transparencias y elementos llamativos desde pedrería hasta estoperoles. Foto: Archivo Héctor Terrones.
Terrones no paraba de experimentar con el corset, las transparencias y elementos llamativos desde pedrería hasta estoperoles. Foto: Archivo Héctor Terrones.

Del mismo modo, señala que aunque podía ser muy barroco en su persona, como diseñador no era el mayor exponente nacional de los diseños saturados.

Muchas de sus creaciones fueron lo que fueron gracias a su personalidad como creativo con gran sentido del humor y también “más que provocativo, provocador”.

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La personalidad de Terrones muchas veces hacía eco en su imagen, a veces tan llamativa como se vio en la presentación de sus diseños para muñecas Barbie en 2007, durante la Mexico Fashion Week. Foto: AP/Gregory Bull.
La personalidad de Terrones muchas veces hacía eco en su imagen, a veces tan llamativa como se vio en la presentación de sus diseños para muñecas Barbie en 2007, durante la Mexico Fashion Week. Foto: AP/Gregory Bull.

Es difícil definir a Terrones, pues su estilo ecléctico partía de su frase “para trascender, te tienes que quemar los ojos”, "...y ahora que estoy casi ciego le tomé la palabra”, comparte Didjazaá entre risas, antes de desarrollar la idea:

“Él lo decía en el sentido de que tienes que consumir muchísimas imágenes, tienes que verlo todo, tienes que tener curiosidad por todo; y una vez que se te satura la mente con imágenes, poco a poco vas filtrando casi en automático, porque ya tienes un bagaje tan amplio que ya vas discriminando qué te gusta y qué no”.

Un ejemplo del eclecticismo y provocación de la Casa Terrones fue la presentación en el Teatro Degollado. 1998. Archivo Héctor Terrones.
Un ejemplo del eclecticismo y provocación de la Casa Terrones fue la presentación en el Teatro Degollado. 1998. Archivo Héctor Terrones.

“Entonces, influencias que tuvo, pues claro, él mencionaba algunas de botepronto, porque sí, le gustaba Dior, le gustaba Mugler, sí le gustaba Vivian Westowood, pero de pronto el tipo conocía todo, entonces sería muy difícil señalar si esto lo sacó de acá y eso de allá; no, es una mezcla de todo lo que vio, y vio mucho”, explica.

Tampoco queda atrás el hecho de que a Héctor Terrones le nacía extender su creatividad más allá de la costura. Diseñó calzado, accesorios, incluso joyería, y tanto Didjazaá como la prensa de hace veinte años mencionan que le gustaba planear cada detalle de sus pasarelas y desfiles, como el maquillaje y los peinados.

En 2006, Héctor Terrones participó con un diseño propio en la subasta de pares de calzados creado por artistas y celebridades, que se llevó a cabo en el Hotel J.W. Marriott. Foto: Marcial González/EL UNIVERSAL.
En 2006, Héctor Terrones participó con un diseño propio en la subasta de pares de calzados creado por artistas y celebridades, que se llevó a cabo en el Hotel J.W. Marriott. Foto: Marcial González/EL UNIVERSAL.

Su huella fue abrir paso a la moda subversiva

Si bien Didjazaá está feliz de hablar el trabajo de Terrones, la pregunta que más lo atrapa es la de cómo era la moda en México antes de Héctor Terrones y qué huella dejó él en la industria.

“Siempre ha habido mucho talento… No te puedo dar un testimonio, porque no estuve ahí, pero lo he investigado lo suficiente para decirte que el rey absoluto era Manuel Méndez. Me van a linchar por decir esto: te puedes llegar a aburrir investigando de Manuel Méndez, pero nunca vas a ver un vestido feo”.

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Además de sus propios diseños, Méndez hizo escuela con los que fueran sus discípulos, que según recuenta el entrevistado, fueron firmas destacadas como la Enrique Martínez, Ibarra + Bertolo, Ricardo Reyes.

La colección Otoño-Invierno 1996 de Manuel Méndez, con sobria sastrería, es un buen ejemplo de la moda nacional que predominaba durante los inicios de Terrones. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
La colección Otoño-Invierno 1996 de Manuel Méndez, con sobria sastrería, es un buen ejemplo de la moda nacional que predominaba durante los inicios de Terrones. Hemeroteca EL UNIVERSAL.

Didjazaá también toma en cuenta a Blanca Estela Sánchez, quien fue discípula de Enrique Martínez, y a Macario Jiménez, que “nunca trabajó con Manuel Méndez, que yo sepa, pero lo tenía como una gran influencia y a ratos tienen elementos en común”.

Dicho eso, el periodista comparte que “Terrones siempre denunció que Manuel Méndez nunca lo quiso apoyar, y esto es particularmente notorio, no porque Terrones estuviera resentido, sino porque Manuel Méndez apoyaba a todos”.

“Entonces a eso voy, Manuel era un diseñador bastante conservador, no sé si en sus políticas, pero sí en su diseño y muchos estaban diseñando de manera relativamente parecida a él: muy elegante, muy segura, y era este tipo de vestidito de mujer burguesa que es simple, recto, con algunos decorados de lujo, muy discretos, no muy llamativos”.

“Creo que eso es realmente uno de los aspectos principales de Terrones, que él da por tierra con todo eso. Él llega a hacer unas faldas gigantescas, acorsetadas, con transparencias en que se ven los pezones, unas aperturas altísimas… había unos peinados estrambóticos”, dice para señalar que en ese sentido, Terrones fue muy rebelde y subversivo.

Algunas ideas de Héctor Terrones no fueron "fáciles de tragar" en los años 90, como la transparencia en el vestido que luce Cecilia Galeano (izq.) o las grandes aperturas que le daba a las faldas. Imágenes: Archivo Héctor Terrones.
Algunas ideas de Héctor Terrones no fueron "fáciles de tragar" en los años 90, como la transparencia en el vestido que luce Cecilia Galeano (izq.) o las grandes aperturas que le daba a las faldas. Imágenes: Archivo Héctor Terrones.

Con su amistad de por medio, el propio Carlos Didjazaá reconoce que hay prendas de la Casa Terrones que no le gustan, como un vestido estilo María Antonieta con un enorme panier, parte de una colección en la que, bromea, prefiere no pensar.

“Pero cuando eres tan extremo, tan llamativo, hay cosas que no van a caer bien, que no se van a lograr traducir o es una vibra que no se va a lograr entender… pero eso pasa cuando eres un creativo tan libre”, reflexiona.

Con la fama llegó el estatus, pero también las copias: “Muy rápido, se volvió de cierta manera canónico, porque mucha gente lo empezó a imitar, porque eso llamaba la atención y porque era la época, aunque fue difícil de tragar en sus primeras colecciones”.

La estética de Francia en el siglo XVIII fue una de las varias inspiraciones de peso en la carrera de Héctor Terrones. Foto: Archivo Héctor Terrones.
La estética de Francia en el siglo XVIII fue una de las varias inspiraciones de peso en la carrera de Héctor Terrones. Foto: Archivo Héctor Terrones.

El aporte que le dio a la industria, desde la perspectiva de Didjazaá, es que marcó una distancia muy grande entre los diseñadores de los años 70 y 80 y los diseñadores de su propia generación, una influencia que según el periodista, sólo comparte con Armando Mafud.

Pese a haber generado un cambio considerable, dice Didjazaá, Héctor Terrones no atentaba contra el trabajo de sus colegas. “Nunca dejó de respetarlos, nunca habló mal del trabajo de Manuel Méndez, él sabía que era un diseñador talentosísimo”.

En lugar de ello, su influencia se vio en el mercado, en las tendencias, que a partir de su boom liberaron a las nuevas generaciones.

Las pasarelas y campañas de Terrones hacían gala de detalles estrambóticos, que podían manifestarse en cualquier aspecto de sus diseños: las telas, el calzado, el maquillaje o hasta los peinados. Archivo Héctor Terrones.
Las pasarelas y campañas de Terrones hacían gala de detalles estrambóticos, que podían manifestarse en cualquier aspecto de sus diseños: las telas, el calzado, el maquillaje o hasta los peinados. Archivo Héctor Terrones.

Respecto al gremio, el entrevistado no sólo confirma que mantuvo relaciones cordiales con otros diseñadores, sino que -algo inusual en el medio- nunca resintió a los nuevos talentos, sino que podía alabar carreras como la de Francisco Cancino, pese a ser un artista de creaciones muy distintas.

No hay que olvidar tampoco que, en los últimos años de Manuel Méndez, Terrones participó activamente en los homenajes organizados para honrar en vida la trayectoria del ícono mexicano.

Para cerrar, el periodista aborda la cara más humana de Héctor Terrones, a quien recuerda porque “era una gran persona, era amable, no era una persona muy diplomática, pero era muy generoso, sabía ser amigo, sabía compartir, no era envidioso… era muy inteligente, mucho más de lo que quería aparentar”.

“Incluso si hubiera sido un mal diseñador, lo extrañaríamos mucho… Hay mucha gente que lo quiere, hay mucha gente que opina de él... es difícil que no haya muchas opiniones de una persona que fue tan polémica y tan contradictoria, tan rebelde, tan libre, porque fue eso, un hombre libre y pienso que de fue una libertad contagiosa”.

  • Fuentes consultadas:
  • Entrevista con Carlos Didjazaá, periodista especializado en moda. También se desempeña como traductor y ensayista.
  • Hemeroteca y Archivo Fotográfico EL UNIVERSAL.
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