El paso del tiempo es algo cotidiano, pero eso no significa que lo tengamos en mente todos los días. Desde mirarse en el espejo hasta recorrer el entorno, lo más usual es notar cambios una vez que ha pasado un periodo considerable. La evolución de la Ciudad de México, con sus calles, edificios y sitios destacados no es excepción.
No hace falta ser un adulto mayor para notar que la capital del país se transforma sin parar. Ya sea nuevos vehículos del transporte, reparación de calles o nuevos negocios, desde plazas comerciales hasta pequeños locales, grandes y chicos son testigos del paso del tiempo en la CDMX.
Lo interesante viene al recordar esas “versiones” anteriores de la ciudad, que ya no están pero nos dejaron con la sensación de que aún podemos verlas, o que aún están en su lugar pero dan la sensación de no verse a través de la mancha urbana.
Las obras de José María Velasco, famoso paisajista mexicano, fueron la base
Para esta entrega Mochilazo en el Tiempo entrevistó al arquitecto y documentalista Emiliano Bautista Neumann, quien realizó fotomontajes de la urbanización que no rodea hoy sobre antiguas pinturas de paisajes mexicanos del maestro José María Velasco.
Conocido en sus redes sociales como BEmiliano, Bautista Neumann publicó en mayo de 2021 una serie de imágenes que editó para contrastar el pasado y el presente del aspecto que ha tenido el Valle de México.
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Los paisajes antiguos son nada menos que donde hoy se encuentra la metrópoli, tal y como lo retrató el pincel de José María Velasco (1840-1912) en la segunda mitad del siglo XIX; las imágenes actuales, en cambio, las obtuvo a través de Google Earth.
Este ejercicio formó parte de uno de sus proyectos personales como creador de contenido, su canal de YouTube. Al respecto, comenta:
“Yo creé mi videoblog para hablar de cosas que me inquietan. Hablo de arquitectura, de cine, de arte; y los cuadros de José María Velasco siempre me impactaron desde niño. Dije, estaría muy interesante ver esa dualidad, presente y pasado.”.
En el video, guía al público para observar las pinturas de Velasco y resalta cómo el pintor mexiquense, quien desde joven fue profesor de Perspectiva en la Academia de San Carlos, se especializó en el paisajismo.
Un punto interesante es que estas pinturas muestran aspectos detallados de la realidad pero, al mismo tiempo, podría decirse que Velasco componía la imagen final “poniéndole de su cosecha”.
El joven arquitecto se refiere a que algunos elementos de sus cuadros probablemente no se encontraban a la vista del pintor cuando creaba sus obras. Sería el caso del águila y el nopal en su “Vista del Valle de México desde el cerro de Santa Isabel”.
Sin duda, aclarar este tipo de dudas requiere investigar más allá de lo visual, y bien dice “Mi punto inicial del video son los fotomontajes, pero para eso tengo que explicar quién fue el pintor, sus maestros y más que nada de qué manera hacía sus cuadros”, afirma.
Es por ello que menciona que “José María Velasco entra en la corriente del romanticismo, y al menos en el arte pictórico, predomina el espacio agreste comparado con el hombre, que es algo minúsculo”.
Lo anterior, dice, se cumple en los paisajes que ocupó para los montajes, pues en ellos la naturaleza cubre espacios por demás extensos, mientras que las personas o edificios son sólo uno de muchos detalles a la vista.
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Con todo ello, resalta que la decisión del pintor por agregar elementos que remarcaban el carácter “mexicano” de cada paisaje, logró el impacto en el éxito de sus cuadros a nivel internacional.
Entre 1876 y 1878, Velasco presentó su obra en dos ediciones de la Exposición Universal, una en Estados Unidos y otra en Francia. En ambas ocasiones recibió buenas críticas, tanto por su técnica como por la forma en que le daba un distintivo “mexicano” a los paisajes.
Es decir que, además de usar sus amplios conocimientos en geografía y botánica para detallar los elementos del paisaje, agregó algunos que le decían al mundo cómo se sentía él, como mexicano, al contemplar esa vista. Gracias a eso, BEmiliano expresó “me di cuenta de que [los cuadros] no eran vistas como tal, sino escenas”.
Consejos de cine para “leer” los cuadros de Velasco
En el video de 2021, el bagaje cultural acerca de José María Velasco es una de las dos partes del contexto que Bautista Neumann compartió para explicar los fotomontajes que realizó para aquella ocasión.
La siguiente es una propuesta que elaboró como guía para apreciar las pinturas de Velasco, y en especial para entender el logro que fue en su momento el sentido de profundidad con que pincelaba el mexiquense.
La sugerencia del también documentalista se apoya en la cinematografía, pues plantea que es posible “dividir” cada obra de Velasco como si fueran planos en una escena de cine.
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Para explicar esto, BEmiliano tomó como ejemplo la pintura “La Caza”, también de Velasco, y la dividió en tres planos. Es decir, propone observar los cuadros tomando en cuenta la” cercanía” y las proporciones de los elementos retratados.
Bautista Neumann indica que los cuadros están hechos de tal forma que se ven cosas en primer plano (justo frente al espectador), el segundo plano “detrás” del primero, mientras que el fondo del paisaje se percibe en tercer plano.
El arquitecto hace paréntesis para aclarar que esto es una interpretación personal que compartió con el público para ayudar a observar las pinturas de Velasco, sin ánimo de afirmar que el pintor trabajara con este esquema en mente.
Fue gracias a ese análisis que Emiliano Bautista presentó montajes tan exitosos, pues en la mayoría de los casos integró las imágenes modernas en el segundo plano.
El arte de juntar pasado y presente en una imagen
Bautista Neumann externa que ya había hecho fotomontajes con Photoshop, pero nunca con cuadros. No fue complicado, pero dice que sí tuvo que buscar herramientas a su alcance y analizar qué elementos y ángulos del paisaje real colocar en el montaje.
Su criterio para elegir con qué obras trabajar no fue complicado: “Fui al MUNAL y tomé fotos a lo que había ahí; me quise enfocar en esos cuadros”.
El entrevistado narró que cuando era niño su familia solía aprovechar los “Domingos de Museos” en la CDMX para visitar diferentes exposiciones, por lo que ya estaba familiarizado con las opciones disponibles en el Museo Nacional (MUNAL).
También había pinturas de zonas como Teotihuacan y la Catedral de Oaxaca, pero dice que decidió centrarse en la Ciudad de México y en los paisajes que contaran con algún punto de referencia a la vista.
Esos referentes visuales serían necesarios a la hora de obtener las imágenes actuales, que obtuvo a través de Google Earth, un sistema digital de información geográfica basado en imágenes satelitales.
En palabras del arquitecto, “Google Maps es más un servidor donde tú buscas una dirección, cómo llegar, como un mapa urbano. Google Earth tiene otras herramientas; la tierra es una esfera y te puedes acercar a diferentes escalas”.
Agrega que “no se limita a lo urbano, puedes ver playas, zonas naturales. Es exploración terráquea, más que exploración urbana, y no se deforma la vista”.
En resumen, lograr la coincidencia entre pasado y presente fue un proceso manual, comparando los cuadros con las imágenes satelitales. “Los fotomontajes sí fueron cuestión de seis, siete días”, dice.
Por supuesto, en ese proceso había que poner atención, pues como dijo antes, “algunos elementos [de los óleos] fueron invención del autor. […] Yo no podía modificar ni el cuadro ni la vista, también respeté sus cielos”.
GIFs para repensar cómo tratamos el paisaje
El producto final que BEmiliano presentó en su videoblog fue una serie de GIFs, o imágenes animadas en que se aprecia al inicio el cuadro original de Velasco para después presentar de forma gradual la urbanización actual.
Para Bautista Neumann, quien se define a sí mismo como “arquitecto contador de historias”, esto trajo reflexiones acerca del papel que tenemos los humanos a la hora de definir el paisaje que nos rodea.
“La mancha urbana de la Ciudad de México ha sido un poco desafortunada, en el sentido de que, como muchas ciudades latinoamericanas, ha crecido irregularmente. A la larga son colonias a las que les llaman aquí en CDMX ciudades perdidas”.
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Con este concepto, explica, se refiere a los asentamientos que, en materia de transporte público “son un poco inaccesibles [para sus habitantes] y tampoco son lugares turísticos”.
Además opina que “sí es una forma de ver cómo hemos transformado el paisaje de la Ciudad de México y siento que si José María Velasco lo viera ahorita, ya no sería su forma de pintar”.
Su motivo para decirlo es que algo usual en la obra del paisajista era pintar desde una distancia en que la capital luciera pequeña, por lo que considera que para lograr lo mismo hoy en día, Velasco habría tenido que alejarse mucho más.
Por otro lado, desde el punto de vista artístico, cree que hoy y siempre hay oportunidad de realizar un proyecto como el del pintor, en que representemos un espacio agregando elementos simbólicos (como los ficticios nopales y águilas) que transmitan al público qué nos hace sentir ver ese paisaje.
Por ello, acerca de los GIF que realizó, expresa que “Siento que sí es una forma de reflexionar, tanto artística como urbana y arquitectónica”.
Un pensamiento interesante que da como ejemplo es el hecho de que, mientras los cuadros exaltaban la naturaleza, con su toque romanticista, “en los fotomontajes es al revés, parece que el ser humano se comió a la naturaleza”.
Poco antes de concluir, Bautista Neumann reconoce el valor de la tecnología y las obras de arte que hicieron posible este ejercicio:
“Siento que estos cuadros son como un registro, si no fuera por él no tendríamos esta vista. Podemos hacer estos ejercicios de crítica gracias a ello […] y Google Earth sí tiene un poco más esta idea de transicionar [sic] de un espacio a otro; si lo hubiera hecho en Google Maps, no lo hubiera podido hacer”.
Bautista Neumann comenta que el de estos montajes “fue un video muy recibido, que la poca gente que los ve da comentarios muy positivos. Hay retroalimentación en que expresan que les gustaría ver otros cuadros en montajes”.
Sin embargo, declara que por ahora le interesa “hablar sobre un artista y darle un giro a su obra, pero ya no de José María Velasco”.
- Fuentes consultadas:
- Entrevista con Emiliano Bautista Neumann, egresado de la Facultad de Arquitectura UNAM con una tesis acerca de los documentales como medios críticos y narrativos sobre la arquitectura.
- Vela-Correa, Gilberto y Flores-Román, David. (2004). Génesis de los suelos del Parque Nacional “El Tepeyac”, en “Terra Latinoamericana”. Sociedad Mexicana de la Ciencia del Suelo.
- INEGI. Anuario estadístico del Distrito Federal: edición 1991.
- BEmilliano. “José María Velasco | El ANTES y el DESPUÉS de su obra | La creación de ESCENAS”.