Estados Unidos está lanzando los mayores ataques contra el grupo de los houthies desde que les combate hace ya más de un año. Ya veíamos venir estos ataques dado que Trump ordenó que esa agrupación fuese redesignada como terrorista. Sin embargo, la operación estadounidense parece ser, en principio una respuesta contra el grupo tras su anuncio la semana pasada de que reactivaría sus ataques contra embarcaciones israelíes (o barcos comerciales que tengan lazos con Israel) en el Mar Rojo. Más a fondo, los ataques estadounidenses tienen que ver con la decisión de Trump de exhibir su fuerza. Primero, contra los houthies mismos. Segundo, contra Irán, el país que les respalda. Tercero, contra Hamás, la agrupación por quien los houthies lanzaron su ofensiva desde 2023. Trump está buscando exhibir lo que para él significa una “lluvia de infierno”, con la que ha emitido amenazas a toda clase de actores en las últimas semanas. La cuestión es que, si con estos ataques Trump busca amenazar a Irán a través de los houthies, necesita examinar más a fondo la relación que existe entre ambos. Si busca disuadir a los houthies o incluso a Hamás, lo que se necesita es un análisis más profundo para entender cómo es que estas agrupaciones se alimentan precisamente a través del combate asimétrico. Retomamos el contexto y más abajo actualizo el análisis.

El contexto

1. Los houthies son un grupo insurgente de Yemen, quienes predominantemente pertenecen a una subsecta del islam chiíta, llamada zaidi. Los houthies participaron en las revueltas de la Primavera Árabe en 2011. Se trata de una agrupación apoyada por Irán desde los años noventa, aunque el respaldo iraní en ese entonces era mucho menor que en la actualidad.

2. Los rebeldes houthies tomaron en 2014 control de la capital del país, Saná, y lanzaron una gran ofensiva de expansión amenazando ahora a Adén, ciudad a donde tuvo que huir el gobierno formalmente reconocido, liderado por el presidente Hadi. Desde entonces los houthies libran una guerra contra ese gobierno, así como contra una coalición de países liderada por Arabia Saudita. El conflicto en Yemen ha pasado por distintas fases. En 2023 hubo varios ceses al fuego que colapsaron. No obstante, parte del tema actual es que el reino saudí se encuentra altamente interesado en mantener vigentes esos ceses al fuego y por tanto prefiere por ahora distanciarse de cualquier escalamiento con los houthies.

3. Al igual que el resto del eje de milicias proiraníes, desde el inicio del actual conflicto entre Israel y Hamás, los houthies expresaron que apoyarían con fuego a sus aliadas en Gaza: Hamás y la Jihad Islámica.

4. Esto ha sido implementado por los houthies de dos maneras. De un lado, esa agrupación ha lanzado múltiples ataques contra Israel, lo que incluye una gran cantidad de misiles crucero, misiles balísticos y muchos más drones, enviados desde Yemen hacia territorio israelí. Es notable la cantidad de ocasiones en las que buques estadounidenses han intervenido para interceptar esa serie de proyectiles, pero también es interesante considerar que otros países, incluidos Francia, Reino Unido o hasta la propia Arabia Saudita y Egipto, han tenido que interceptar drones y misiles houthies en esa zona.

5. La segunda forma ha sido la disrupción a la navegación comercial en el Mar Rojo que los houthies han puesto en marcha como medida de presión, ya no solo contra Israel. Los houthies han secuestrado o atacado con drones y misiles a embarcaciones que esa organización inicialmente indicaba que tenían lazos con Israel o que efectuaban operaciones comerciales con ese país. Sin embargo, estos ataques se fueron expandiendo hacia embarcaciones con lazos con otros países, lo que ha afectado a compañías europeas y asiáticas, al grado de ocasionar que muchas de éstas suspendan operaciones en ese importante mar que conecta Asia y África con Europa.

6. Los riesgos de escalamiento en este frente se mantienen creciendo desde un año. Ante los ataques houthies, Estados Unidos conformó una coalición de defensa que amenazó a esa agrupación en caso de continuar con sus ataques. Los houthies sostuvieron sus ataques en el Mar Rojo, e incluso atacaron embarcaciones con intereses estadounidenses. Biden estaba ya presionado para cumplir las amenazas que había emitido, y enviar un mensaje de fuerza que pudiera ser leído no solo por los houthies, sino también por Irán. Así, desde enero del 24, tanto EU como otros de sus aliados, han estado lanzando múltiples ataques contra posiciones y arsenal de los houthies en Yemen.

7. Esto, como habíamos previsto, lejos de disuadir a los houthies detonó una espiral ascendente de violencia. La milicia yemení se mantuvo atacando embarcaciones de muy diversas nacionalidades. Muchos otros estados como Grecia o Países Bajos se sumaron con barcos para interceptar misiles y drones que los houthies dirigen tanto hacia buques comerciales como militares. Los ataques houthies hundieron embarcaciones, causaron muertes de tripulantes, y secuestraron a otros.

8. Ahora bien, hay que cuestionar el que Irán es una especie de “comandante” de una serie de milicias que operan en Medio Oriente bajo su autoridad. Cada una de las milicias o aliados del denominado eje proiraní (o “eje de resistencia”) tiene vínculos y relaciones de muy diverso grado con Irán. Efectivamente Teherán otorga importante financiamiento, armamento, entrenamiento y asistencia a varias de estas milicias, pero cada una de ellas tiene historias propias, metas y objetivos propios, dentro de los cuales puede haber importantes confluencias con Irán, pero no siempre y no del todo. Esto, por supuesto, va a variar de una agrupación a otra.

9. Así, el caso de los houthies tiene que analizarse por separado. Si bien sus vínculos con Irán existen desde hace mucho tiempo, la realidad es que estos vínculos fueron creciendo notablemente durante la década pasada a raíz de la guerra en Yemen. Los houthies habían tomado la capital y estaban siendo combatidos por Arabia Saudita y sus aliados, precisamente el grupo rival geopolítico de Irán. Esto acercó de manera notable los intereses iraníes con los intereses de los houthies, lo que fue haciendo crecer la colaboración a altísimos niveles. Incluso miembros del Hezbollah libanés viajaron a Yemen para asistir a los houthies en el entrenamiento y el empleo de armas sofisticadas que Teherán transfería mes con mes.

10. Esto, sin embargo, no implica que negociar con Teherán consiga de manera automática influir sobre la conducta houthi. Se trata de un grupo enormemente aguerrido, tenaz, con convicciones, intereses y metas propias, el cual, como Arabia Saudita lo tuvo que entender a lo largo de al menos los últimos 10 años, lejos de “ceder” ante la presión militar o de negociación, tiende a endurecer sus posturas hasta conseguir lo que busca. Eso nos conecta con la siguiente suposición que debemos reexaminar.

La conexión entre los houthies y la causa palestina

1. La ola de ataques sobre la navegación comercial en el Mar Rojo comenzó, en efecto, tras el estallido del conflicto entre Israel y Hamás, y como parte de la lucha del “eje de resistencia” proiraní contra Israel. Sin embargo, con los meses, los ataques houthies se diversificaron a un punto tal que, en muchas partes del globo, esa milicia está siendo percibida como un verdadero frente de resistencia contra Occidente. Esto está teniendo ya implicaciones severas al comercio global. Por ejemplo, comerciantes agrícolas indios han decidido detener sus exportaciones debido al aumento de las tarifas de flete y la escasez de equipos. El barco de propiedad británica pero operado por una compañía libanesa, que fue hundido por los houthies, cargaba precisamente fertilizantes. El número de países occidentales que les combatía en el Mar Rojo siguió creciendo, lo que en lugar de disuadirles parecía empoderarles hacia metas mayores.

2. Por tanto, asumir que la lucha houthi tiene una conexión directa con el conflicto Israel-Palestina es apenas una mirada parcial. La dinámica de la guerra en Yemen ha sido enormemente compleja, pero su entretejimiento con el conflicto en Gaza está arrojando otra serie de componentes explosivos que la complejizan aún más. Los houthies están pensando en cómo su guerra actual en el Mar Rojo en contra de Estados Unidos, sus aliados, y todo lo que por ahí se mueva que es percibido como parte del comercio prooccidental, les va arrojar mayores beneficios en términos de sus propias metas en relación con Yemen, en relación con sus propias negociaciones, y también en términos de su relativa independización o autonomía frente a Irán. Barel, un analista de la región, lo pone en estos términos: “La campaña del grupo (houthi) en el Mar Rojo está avanzando lentamente más allá de su pretexto original, la guerra de Israel en Gaza, y se está convirtiendo en una 'guerra de liberación' cuyo objetivo es preservar el régimen houthi y expandir su control sobre Yemen y más allá”.

Los houthies como parte del eje proiraní contra Israel y el cese al fuego

1. Al margen de lo anterior, no obstante, los houthies se mantuvieron bombardeando a Israel. Tras meses sin haber respondido para priorizar sus otros frentes, Israel finalmente decidió actuar directamente con varios bombardeos en Yemen contra los houthies, lo que incluyó instalaciones petroleras y de electricidad.

2. Sin embargo, y como ya era previsto, los drones y misiles de los houthies contra Israel no se detuvieron con los meses. Lo que cambió fue que, desde julio hasta noviembre del 2024, Israel tuvo que enfrentar una escalada mayor con Hezbollah en el Líbano y una serie de ataques y represalias directas contra Irán que estuvieron a punto de detonar una guerra de gran escala entre esos dos países, así que el tema de los houthies se redujo en las prioridades de Jerusalem.

3. No obstante, una vez que se firmó el cese al fuego entre Israel y Hezbollah, y en Teherán se tomó la decisión de pausar una represalia que el Ayatola había prometido contra Israel a fin de dar tiempo a la llegada de Trump y posibles negociaciones con el nuevo presidente, los houthies volvieron a entrar a escena.

4. Lo que movía la lógica houthi es que el “eje de resistencia” no podía ni debía mostrar signos de debilidad. Por un lado, Hamás y la Jihad Islámica debían seguir siendo respaldados. Por otro lado, la organización necesitaba enviar un mensaje relativo a su continua y permanente lucha de resistencia contra todos los enemigos del eje.

5. Esto último no solo le permitía crecer su nivel de independencia política de Irán, sino que le aportaba un liderazgo que es percibido globalmente como sustancial, especialmente tras los golpes que Israel ha conseguido asestar a Hezbollah y a Irán, y ahora, tras la caída de Assad en Siria. Los houthies se presentan ante su mundo como el último bastión de defensa, un bastión que lejos de rendirse, seguirá luchando firmemente.

6. Aún con todo lo anterior, una vez pactado un cese al fuego temporal entre Hamás e Israel, los houthies también pausaron su ofensiva contra Israel y contra embarcaciones en el Mar Rojo en respeto a sus aliados. Esta pausa ha durado ya dos meses.

La reanudación de las hostilidades y los bombardeos de EU con Trump al mando

1. Como sabemos, la fase 1 del cese al fuego entre Hamás e Israel terminó sin que se haya negociado la siguiente fase. Si bien hasta hace pocos días, las hostilidades entre esos actores no se habían reanudado, Israel suspendió el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza y cortó el suministro de energía a la franja. Esto fue tomado por los houthies de Yemen como un acto de agresión que le ofreció una nueva oportunidad para volver a brincar al escenario global como los defensores de la causa palestina. Así, los houthies anunciaron hace unos días que reanudarían sus ataques contra “embarcaciones israelíes” (lo que incluye barcos comerciales con lazos con Israel, aunque sean de otras nacionalidades). (Nota: poco antes de publicar este texto Israel acaba de anunciar bombardeos extensos sobre Gaza, lo que reactiva el fuego en la franja, de eso hablaremos en otro texto).

2. La administración Trump ya había redesignado a los houthies como organización terrorista hace unas semanas, y ya esperábamos ataques de EU en su contra. Sin embargo, no es casual que justo tras las nuevas amenazas de esa agrupación en contra de la navegación comercial, Trump haya decidido actuar con toda fuerza. Se estima que los ataques que estamos viendo por parte de EU son los más severos que ese país ha lanzado contra los houthies desde el inicio de sus combates en 2024.

3. Como dijimos arriba, el mensaje es para los houthies, para Irán y para Hamás (además de todo aquél que quiera leerlo). Trump busca dar materialidad a su amenaza de una “lluvia de fuego”, la cual en teoría debería disuadir a esos actores de seguir antagonizando a EU o sus aliados, mediante el uso de la fuerza máxima. No obstante, este tema se necesita examinar mucho más a fondo.

4. Primero, porque como ya se explicó arriba, los houthies no son soldados de Irán. Asumir que a través de Irán se puede controlar a esta agrupación necesita una revisión de su conducta mucho más minuciosa. Los houthies representan hoy una lucha de resistencia en sí misma y mientras más han adquirido fuerza, más independencia tienen de Teherán.

5. Segundo, porque los houthies son muy difíciles de disuadir a través de los bombardeos. Los actores que les han atacado mediante el uso de bombardeos masivos (como sucedió con Arabia Saudita durante años) se dieron cuenta que no solo esos bombardeos no consiguieron sus fines, sino que la cantidad de muertes civiles deslegitima a la potencia atacante y termina legitimando a los houthies. Por eso, si esto pretende ser además una amenaza contra Hamás proyectando también “una lluvia de fuego” en Gaza si es que esa agrupación no cede ante las negociaciones en curso, hay que comprender qué ha sucedido con esa agrupación tras 17 meses de bombardeos y combates similares.

Por tanto, es probable que veremos en los tiempos que siguen más bombardeos estadounidenses contra los houthies y es probable que esta agrupación sufra daños considerables. Habrá que ir evaluando, sin embargo, las respuestas de esa agrupación y la posibilidad de que Trump, sin desearlo, se vea arrastrado a tenerles que combatir durante un período de tiempo mucho más largo de lo que él supone. Dicho eso, si acaso las negociaciones con Hamás llegan a prosperar, la situación cambia pues los houthies tendrán el incentivo, al menos temporalmente, para frenar su guerra y seguir adelante con su lucha de largo plazo.

Instagram: @mauriciomesch

TW: @maurimm

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.      

Google News

TEMAS RELACIONADOS