Este martes, el gabinete de Seguridad de la presidenta Claudia Sheinbaum se mantuvo en reuniones estratégicas en Palacio Nacional, las cuales estuvieron encabezadas por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch. En éstas se definieron los parámetros para conseguir resultados en la frontera norte que permitan ahuyentar de una vez por todas el fantasma de los aranceles.

Los objetivos de esta nueva estrategia, obligada ante la presión del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no se alejan del todo de los que se plantearon para los programas de seguridad en el sexenio, aunque la prioridad en las próximas cuatro semanas será el decomiso de cargamentos de fentanilo, además de la aprehensión de los llamados “generadores de violencia”.

Como informó ayer la presidenta, el general Ricardo Trevilla, secretario de la Defensa Nacional y responsable de la operación de la Guardia Nacional, ya dio la orden para desplegar a unos 10 mil efectivos en la línea fronteriza con Estados Unidos, que a la par de intentar evitar el trasiego de estupefacientes tendrán una labor importante en el control de la migración indocumentada.

Además, Sheinbaum instruyó al titular de la Marina, el almirante Raymundo Morales, a reforzar las labores de inteligencia, sobre todo en las rutas que van desde los puertos del Pacífico hasta la frontera, para alcanzar en un mes una cantidad similar de decomisos a la que se anunció en los últimos 120 días, de alrededor de 4 toneladas de drogas.

Se sabe que los decomisos de estupefacientes son los golpes contra el crimen organizado más sonados del otro lado de la frontera; quedó de manifiesto con la reciente respuesta del empresario Elon Musk al anuncio del gobierno mexicano sobre el aseguramiento de 18 kilos de fentanilo en Sonora, aunque en esa ocasión el dueño de Tesla se mostró incrédulo sobre la capacidad de las autoridades locales para derrotar a los cárteles “sin las Operaciones Especiales de los Estados Unidos”.

El problema real será eliminar el discurso que el presidente Trump y sus principales integrantes del Gabinete han venido articulando sobre las presuntas “alianzas” del gobierno de México con organizaciones criminales; el tema no se tocó en la llamada entre los mandatarios y tampoco en las acciones que se acordaron, pero sin duda el “elefante en la sala” es el caso del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, quien bien podría ser una ofrenda para calmar los ánimos intervencionistas del gobierno trumpista.

En principio, se piensa llevar a otras entidades el modelo de la llamada “Operación Enjambre”, con la que se detectó y se desarticuló en el Estado de México una red de funcionarios municipales coludidos con el crimen organizado. La estrategia es llevar estos operativos a los estados de la frontera, aunque como en el Edomex los señalados sean políticos emanados de Morena.

La presión externa obliga a obtener resultados inmediatos, sin perder de vista que los decomisos o posibles detenciones tienen el potencial de desatar todavía más violencia en el país; tampoco se puede pasar por alto el tema de los derechos humanos, en especial por la dinámica que tendrá una frontera antes porosa y ahora prácticamente militarizada.

Un mes es poco tiempo para cambiar percepciones, pero Sheinbaum y su equipo de seguridad no tienen otro camino más que intentarlo.

Posdata 1

De viaje por El Salvador, el secretario de Estado, Marco Rubio, se refirió al tema de México y la razón por la que no fue incluido en su gira por Centroamérica.

“¿Viajaré a México? Seguro que sí, pero no lo tenemos previsto como parte de este viaje”, respondió a la prensa.

“Obviamente, las cosas pueden cambiar en cualquier momento, pero ahora mismo he estado en contacto con el secretario de Relaciones Exteriores (Juan Ramón de la Fuente). Hemos entablado una relación bastante buena y estoy seguro de que hablaremos o nos veremos con él muy pronto, pero no será en este momento, no hay planes para este viaje”, agregó.

El jueves pasado, la Embajada de Estados Unidos en México me confirmó la llamada que tuvieron el secretario Rubio y el canciller De la Fuente, a la que se refirió la presidenta Sheinbaum en su conferencia del miércoles 22 de enero.

“Podemos confirmar que el Secretario Rubio y el Canciller de la Fuente efectivamente hablaron la semana pasada, y que la conversación fue positiva y productiva. Su intercambio sentó una base sólida para un diálogo continuo y una cooperación más estrecha entre nuestros países en el futuro”, me dijo un vocero de la Embajada estadounidense.

Al parecer, el canciller mexicano va tejiendo una relación de respeto con el secretario de Estado de Donald Trump. Ojalá que se estreche y genere buenos resultados para México.

Posdata 2

Y mientras tanto, Elon Musk, el asesor económico y funcionario de Trump en el Departamento de Eficiencia Gubernamental, ironizó en su red social X sobre el rechazo de la presidenta Claudia Sheinbaum a que México sea un “narcogobierno”.

Y pese a las acusaciones infundadas incluso sobre el magnate Carlos Slim y su riqueza, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, mantiene la esperanza de que Tesla se instale en el municipio de Santa Catarina, como lo anunció en marzo del 2023.

García aún espera respuesta por parte de Tesla sobre su llegada al estado. Este domingo, el gobernador dijo que sería el 20 de enero cuando tendrían respuesta por parte de la empresa de vehículos eléctricos, pero se quedó esperando.

"Seguimos en lo mismo, no han resuelto de Tesla, es un momento complicado con los aranceles, yo voy a seguir pidiendo unidad", dijo el mandatario estatal.

Expuso que este miércoles se reunirá con la presidenta Sheinbaum en Querétaro, donde se celebrará el aniversario de la Constitución de 1917 y pedirá unidad entre las y los mandatarios estatales.

Si se atreve a tocar el tema de Musk con la presidenta, a ver si no le sale el tiro por la culata al “gobernator”.

Posdata 3

Los anfitriones de la plataforma Airbnb se anotaron un triunfo la pasada semana con la admisión, por parte del Poder Judicial, de un amparo contra la Ley de Turismo de la CDMX, aquella que limita al 50% las noches en que se pueden rentar los inmuebles disponibles.

La lucha de estos propietarios para superar las restricciones que les dejó el gobierno interino de Martí Batres ya había tenido importantes avances con las mesas de diálogo que establecieron con el nuevo gobierno de Clara Brugada, quien está convencida de que en la capital del país no se deben restringir derechos.

No obstante, en el proceso de construcción de una nueva ley en la materia, tendrán que pasar todavía por la aduana de los diputados de Morena en el Congreso de la ciudad, donde crece la postura de restringir, en lugar de las noches disponibles para renta, la cantidad de propiedades que tienen los anfitriones. En otras palabras, planean lanzarse contra los acaparadores de vivienda.

@MarioMal

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