La próxima batalla de México con Estados Unidos está cerca. Iniciará el próximo sábado y tiene como protagonista al sector que más ingresos vía divisas genera para el país: las autopartes.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fijó este sábado una fecha límite para imponer un arancel de 25% a las autopartes que se importan a su país. México es el principal exportador de autopartes; de hecho, el negocio generado por la venta de estos bienes a Estados Unidos supera por mucho el de la venta de vehículos: casi el doble; 108 mil millones versus 60 mil millones anuales.

Sin embargo, ambas están intrínsecamente ligadas, así como a la industria del acero y el aluminio, otro sector en el que Estados Unidos puso la mira e impuso un arancel de 25%. Si el gobierno de Trump mantiene sus amenazas comerciales contra estos tres sectores, México resentirá considerablemente el golpe económico.

Este martes, Trump firmó un decreto y una proclamación para flexibilizar los aranceles a los automóviles. Las nuevas medidas permiten que los fabricantes de vehículos que importen autopartes puedan recibir reembolsos, aunque el impuesto de 25% anunciado originalmente se mantiene como regla general.

El reembolso máximo será de 3.75 % del valor de los autos producidos localmente. Ese tope bajará al 2.5 % en el segundo año y luego se eliminará por completo. El objetivo de este anuncio es evitar el cobro duplicado de aranceles a las autopartes que van y vienen varias veces entre México y Estados Unidos. No obstante, la industria nacional no se salvará de un nuevo arancel.

Ayer mismo, en su discurso por sus primeros 100 días de gobierno, Donald Trump dijo que su administración no quiere importar más autos producidos en México o en Canadá. "Canadá se ha llevado una parte enorme de nuestro negocio, como el 10 o 12%, mientras que México se llevó el 32% de nuestra producción automotriz. No queremos que tengan eso”, lanzó el presidente en un mensaje en Detroit, la cuna de la industria automotriz estadounidense.

En México, la Secretaría de Economía, a cargo de Marcelo Ebrard, trabaja a marchas forzadas para evitar la imposición unilateral de nuevos aranceles a México y en entender lo complejo de las cadenas de valor del sector de autopartes para poner sobre la mesa una propuesta y buscar un “trato preferencial”, toda vez que nuestro país es el principal exportador de autopartes a Estados Unidos.

Por su parte, el presidente de la Industria Nacional de Autopartes, Francisco González, asegura que no será nada fácil para la industria en Estados Unidos lidiar con los aranceles impuestos por su presidente, toda vez que México provee el 44% de lo que Estados Unidos compra en el mundo.

Incluso los siguientes cinco proveedores que son Canadá, China, Corea, Japón y Alemania, juntos no suman lo que México vende a Estados Unidos, de manera que la afectación para la industria del país que gobierna Donald Trump es mayúscula.

La esperanza es que el equipo de Trump acceda a la petición de México sobre que solo los productos cuyos componentes estén fuera del TMEC sean los que paguen aranceles, es decir las tarifas recíprocas que pretende cobrar Estados Unidos a todos los países. De esta manera, cerca del 90% de las autopartes y demás componentes del sector automotriz, incluyendo los vehículos completos, no pagarían arancel, algo que se ve sumamente complicado.

México también buscaría acelerar la renovación del TMEC, de manera que la negociación con Estados Unidos sea integral y no por partes. El trato “preferencial” que buscaba nuestro país no ha existido y Trump sigue cargando contra México.

Por eso, aunque la renegociación será difícil y desventajosa para México, el país está dispuesto a ceder en varios sectores antes de entrar en una guerra comercial con nuestro principal socio y generador de inversión extranjera, remesas y turismo.

Posdata 1

Sobre la renovación o renegociación del TMEC, hay tres rubros que el sector automotriz estima que serán los más importantes para Estados Unidos. El primero es el valor del contenido regional. La proyección es que Estados Unidos va a pedir un incremento al 75% que rige bajo las reglas del acuerdo actual o que se incluya un subcomponente de valor de contenido estadounidense. El segundo es todo lo que tiene que ver con los mecanismos de respuesta rápida, sobre todo en materia laboral. Estados Unidos presionará a México con sus sindicatos. Y el tercero son las condiciones para fijar el porcentaje de contenido regional, denominado roll up; en este rubro, México y Canadá ya ganaron un panel de solución de controversias a Estados Unidos, que se ha resistido a cumplir.

Posdata 2

Luego de la pérdida de 768 mil millones de pesos registrada por Pemex en sus balances auditados del 2024, muy superiores a los 620 mil millones que reconoció en febrero, este miércoles la empresa que dirige Víctor Rodríguez Padilla reportará sus resultados financieros y operativos del primer trimestre del 2025.

Se esperan números rojos en los balances de la petrolera, tanto en sus negocios de refinación, con una inservible Refinería de Dos Bocas, y también una caída en la producción. Ni qué decir de la deuda financiera, cercana a los 100 mil millones de dólares, y la que mantiene con sus proveedores, superior a 500 mil millones de pesos.

Sobre el adeudo con proveedores, si bien ya se están pagando poco a poco, lo que está haciendo la administración de Pemex es revisar con detalle cada uno de los contratos y haciendo quitas porque supuestamente no se cumplieron con los servicios a cabalidad. Lo mismo pagan discrecionalmente a contratistas afines que a quienes palomea el director de Finanzas de la empresa, Juan Carlos Carpio Fragoso, quien depende al 100% de la secretaria de Energía, Luz Elena González. Por cierto que si creía que la funcionaria se lleva mal con los que dejaron tal tiradero en Pemex (Octavio Romero y Marcos Herrería), resulta que no, que la tabasqueña sí se lleva bien con quien operó casi todos los contratos y dejó a Pemex en los huesos: el también tabasqueño que fue director Corporativo de Administración de la empresa en el sexenio de López Obrador.

Posdata 3

A ver cómo le va a Andrés Manuel López Beltrán en su primera elección como secretario de Organización de Morena, es decir en el debut que tendrá en un mes en Veracruz y Durango.

En Durango capital el escenario será particularmente complicado: el gobernador Esteban Villegas desplegó toda su estructura política y no piensa escatimar recursos para quedarse con la plaza. En aquellas tierras aseguran que la maquinaria priista está aceitada y lista para aplastar cualquier intento de Morena.

En este terreno, “Andy” –cuyo nuevo encargo es organizar, gestionar y controlar las estructuras del partido– tendrá su primera gran oportunidad de demostrar (o evidenciar) de qué está hecho. El problema es que, con poca experiencia real en operación electoral, existe el riesgo de que las cosas salgan mal, porque una cosa es diseñar estrategias en papel y otra sobrevivir en el campo de batalla.

“Andy” y Luisa María Alcalde, ambos más expertos en discursos que en operación electoral real, enfrentan su primera prueba de fuego. Ya se verá cómo les va.

@MarioMal

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.