¿Alguna vez te has sorprendido reaccionando con enojo hacia tus hijos y luego sintiendo una profunda culpa? ¿Has pensado que, aunque los amas profundamente, hay días en los que simplemente estás emocionalmente agotado? No estás solo. Criar es una de las tareas más complejas y exigentes, y nuestra salud mental influye más de lo que imaginamos.

En los últimos años ha ganado fuerza el enfoque de crianza positiva o respetuosa, una forma de educar basada en el amor, la empatía, la comunicación y los límites sin violencia. Este modelo reconoce que niñas, niños y adolescentes (NNA) son personas con derechos, dignidad y necesidades emocionales, y propone acompañarlos sin castigos físicos, gritos ni humillaciones. Sin embargo, para muchas madres y padres, aplicar esta forma de crianza no siempre es fácil.

¿Por qué cuesta tanto? La respuesta muchas veces está en nosotros mismos: traemos heridas, hábitos o frases de la crianza que recibimos (“¡te voy a dar para que llores con razón!”, “¡una nalgada a tiempo!”), y aunque deseamos criar distinto, repetimos sin darnos cuenta. Además, vivimos bajo presión constante: trabajo, economía, responsabilidades, falta de sueño, inseguridad. Todo eso desgasta y nos desconecta de lo esencial: el vínculo emocional con nuestros hijos.

Cuando no atendemos nuestra salud mental como cuidadores, nuestra capacidad de estar emocionalmente presentes disminuye. Si lidiamos con ansiedad, depresión o estrés crónico, es más difícil mantener la calma, responder con empatía o conectar con nuestros hijos. Sin darnos cuenta, podemos pasar de criar con amor a hacerlo con dureza, con miedo o con culpa.

Las consecuencias son reales y medibles. Según cifras divulgadas recientemente por la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), en 2023 más de 20 mil niñas, niños y adolescentes fueron hospitalizados por violencia familiar. Además, se estima que 1 de cada 2 menores entre 1 y 14 años ha sido disciplinado con métodos violentos, desde gritos hasta golpes. Estas cifras no reflejan solo estadísticas: reflejan hogares donde la desesperación, la falta de herramientas o la salud mental deteriorada generan dolor.

Por eso es urgente hablar de esto. La crianza positiva no puede ser una imposición más en la larga lista de “cosas que debo hacer bien como mamá o papá”. Al contrario, es un camino para sanar mientras educamos, para romper con patrones de violencia y construir un vínculo emocional más sano con nuestros hijos.

Aquí algunas ideas para empezar que la Dra. en Psicología Sandra Martínez Medina del Departamento de Neurobiología del Desarrollo del INPer sugiere:

  • Reconoce tus emociones. Sentir enojo, frustración o cansancio no te hace mal padre o madre. Ignorarlo, sí.
  • Pide ayuda cuando la necesites. Cuidar de tu salud mental es cuidar a tu familia. Existen terapeutas, grupos de apoyo, y hasta cursos gratuitos para acompañarte.
  • Reflexiona sobre tu propia crianza. ¿Qué aprendiste? ¿Qué quieres conservar y qué deseas cambiar?
  • Evita todo tipo de castigos, no solo los físicos. Los castigos humillantes también dañan: gritar, burlarse, ridiculizar frente a otros o decir frases como “ya vas a llorar otra vez” o “mejor te hubiera dejado en la tienda” pueden parecer “bromas”, pero hieren profundamente la autoestima de niñas y niños. El respeto también se enseña con el ejemplo.
  • Construye una red de apoyo. Nadie cría solo. Habla con otros padres, con tu pareja, con tu familia.
  • Respira antes de reaccionar. Muchas veces, una pausa puede evitar una herida.

Como adultos, tenemos la responsabilidad de enseñar con el ejemplo. Y también tenemos el derecho de cuidarnos, sanar y aprender. Porque "no se puede criar con ternura si uno vive en guerra consigo mismo".

Esta columna forma parte de nuestra serie “un espacio adicional para aprender juntos como madres y padres”, con la guía de especialistas que nos ayudarán a reflexionar sobre crianza consciente y salud mental. Agradezco profundamente la colaboración de la Dra. en Psicología Sandra Martínez Medina, especialista en desarrollo infantil y acompañamiento emocional a familias.

Puedes contactarla en: sandymarm@yahoo.com.mx

¿Tienes preguntas o temas que quieras que abordemos? Escríbeme. Este espacio también es tuyo.

Postdoctor en Salud Ambiental por la Universidad de Harvard

Consultor en Epidemiología Ambiental y Salud Pública de .

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