A partir de la pandemia, la tecnología aplicada a la salud tomó una dimensión impensada. Herramientas como la teleconsulta -- y la receta médica digital -que creció 3,5 veces en el mismo período- fueron esenciales para atender la emergencia sanitaria. Sin embargo, su impacto fue mucho más allá del confinamiento, logrando consolidarse como soluciones estructurales que hoy permiten ampliar el acceso a la atención médica, .

Esta experiencia nos permitió entender que la innovación en healtech puede ser poderosa para cerrar brechas históricas, especialmente aquellas que siguen afectando a las mujeres, quienes todavía enfrentan desigualdades profundas en el acceso a la salud.

En México, en situación de pobreza carecen de acceso efectivo a servicios de salud, frente al 74 % de los hombres en las mismas condiciones.

Aunque la tecnología está facilitando el acceso a la prevención y el diagnóstico, los desafíos en materia de digitalización y acceso a los servicios de salud siguen siendo profundos, complejos y desiguales, tanto en México como en la región. Este fue uno de los temas que se debatieron durante el panel HealthTech con Lente de Género: Innovación que Transforma Vidas”, que tuve el honor de moderar en la última edición del GLI Forum Latam.

El abordaje integral, sostenido y colaborativo es fundamental para ayudar a prevenir enfermedades como el cáncer de mama, que afecta a más de 470.000 mujeres por año en la región porque, en muchos casos, no acceden a realizarse a tiempo sus estudios médicos, bien sea por falta de información o estigmas sociales.

Sobre este tema, Matías Loyato, representante para México de Mamotest, enfatizó que la detección temprana puede elevar las oportunidades de supervivencia del 60 al 90 %, pero que esto solo es posible si existen condiciones materiales y tecnológicas que la faciliten. Destacó la importancia de generar alianzas para cambiar las estadísticas, reconociendo que no es un desafío que pueda afrontarse de manera aislada. Desde su perspectiva, democratizar el acceso y utilizar la tecnología como una herramienta para incorporar a más personas al sistema son pasos fundamentales para avanzar hacia una medicina más preventiva.

Actualmente existe un gran abanico de soluciones como las aplicaciones móviles, las plataformas de atención remota o la receta electrónica, que permiten reducir barreras estructurales, promoviendo una atención médica más equitativa y con procesos más ágiles que mejoran la respuesta del sistema de salud. Otra de las ideas que atravesó la plenaria fue la necesidad de repensar la experiencia de atención con una mirada centrada en las personas. Desde Pro Mujer hemos acompañado a muchas mujeres atravesaron situaciones médicas marcadas por el maltrato, el tabú o la desinformación.

En definitiva, hablar de innovación en salud implica mucho más que tecnología. Como destacaron otras voces del panel, se trata de un sector con una fuerte impronta humana y vocacional, donde las decisiones impactan directamente en personas que están atravesando momentos de sufrimiento. Por eso, cualquier transformación real requiere entender que el sistema es un ecosistema interconectado, en el que la colaboración y las alianzas no son opcionales, sino esenciales para escalar soluciones y generar un impacto sostenible.

En Pro Mujer, esta visión se traduce en la implementación de servicios de salud digital accesibles para mujeres, como teleconsultas, consejería en salud sexual y reproductiva, asesorías nutricionales y un chatbot que brinda información confiable sobre enfermedades crónicas como la diabetes y el cáncer de mama.

Directora Global de Servicios de Salud de Pro Mujer

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