¿Qué tendrá de particular esa fecha en todas las escuelas del país? Será el segundo lunes del mes: el primero inician las actividades del próximo ciclo escolar. ¿Por qué importa que ese día tenga una marca especial en el calendario recién dado a conocer por la SEP? Es importante saberlo.
En 2018, se dio a conocer que varias niñas y niños habían sido víctimas de violencia sexual por parte de personal docente, directivo y de supervisión en un jardín de niños ubicado en la Alcaldía Gustavo A. Madero. A partir de la denuncia presentada por la familia de un niño, decenas de familias hicieron lo mismo en la Fiscalía Especial encargada de atender estas atrocidades.
Con la asesoría legal de la Oficina de Defensa de los Derechos de la Infancia (ODI), asociación civil, en diciembre de 2021 se llevó a cabo el juicio. Diez y siete niñas y niños contra una persona de Apoyo Técnico Pedagógico. El Juez que atendió el caso sentenció a 494 años de prisión quien los agredió, pero a petición de la defensa y de las familias, y por su propia amplitud de miras en torno a la justicia, incluyó en la misma diversas medidas de reparación orientadas a evitar que volviera a suceder un caso como ese. Por ser parte de la sentencia, obligaban a la SEP, y a la Autoridad Educativa Federal de la CDMX, a acatarlas.
Entre ellas, destaco dos: El reconocimiento público de la actividad irregular del Estado con motivo de los hechos cometidos por uno de sus servidores públicos (lo que significa que ambas instancias deben pedir perdón a las víctimas de manera pública y clara en una fecha próxima), y la institución de un día en el calendario escolar para concientizar sobre la gravedad del abuso sexual y maltrato infantil en las aulas.
El 8 de septiembre, por primera vez en la historia de la educación en México, se llevará a cabo la “Jornada de concientización sobre la gravedad del abuso sexual y el maltrato infantil”. Así se hará cada año en los planteles de prescolar, primaria y secundaria, públicos y privados.
Todos los espacios sociales, en un país que se respete, deben ser sitios seguros en que la salvaguarda de la integridad de cada niña y niño, de cada individuo, sea el valor fundamental. Si hay fallas en el aprendizaje de alguna manera se pueden reparar; para lo que no hay remedio es para las cuarteaduras que deja en el interior de una persona haber sido objeto de abuso sexual o cualquier tipo de maltrato. Se pueden paliar con auxilio profesional, pero las cicatrices perduran y calan toda la vida.
Estoy seguro que la inmensa mayoría de las y los profesionales de la educación tienen, a ese respecto, una conducta intachable. A su vez, hay evidencia de que se han colado, y se ostentan como tales, delincuentes que al amparo de la confianza que tenemos en la escuela y sus actores, no sólo cometen abusos innombrables, sino que, además, lucran al grabar y vender las imágenes de estos crímenes.
Que se establezca la jornada es un paso, pero no basta: la manera en que se lleve a cabo, adecuado a cada nivel, es crucial. Se requiere la participación de las familias, los docentes, directivos, alumnos y especialistas para su diseño. Es un gran reto.
Ese día, si se lleva a cabo bien, debe generar acciones y protocolos vigentes durante todo el año. No es suficiente una plática ni un video del secretario. Se trata de afianzar la práctica cotidiana por la senda del pleno respeto a las y los demás, sin desterrar al afecto de las escuelas. Eso es, en el sentido más hondo, lo que significa educar.
Profesor de El Colegio de México