Decíamos hace unos días que el análisis en Palacio Nacional sobre áreas que indican seguridad y “estabilidad nacional”, pasa por 4 estados del país: Querétaro, Chiapas, Sinaloa y Tabasco.

Los datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública dados a conocer en la semana que termina indican cambios interesantes en estas entidades.

En Querétaro, la masacre en el Bar Los Cantaritos del 9 noviembre pasado provocó que la percepción de inseguridad se fuera a que de 4 de cada 10 subiera a 9 de cada 10 queretanos.

Las mediciones de marzo, las más recientes, indican que diversas medidas tomadas por la alcaldía y el gobierno del estado como aplicar una detallada revisión en lugares de reunión, incremento en las condiciones de los policías del municipio, rondines, etc, regresaran la percepción de seguridad a donde estaba, es decir, otra vez 4 de cada 10 se sienten inseguros en ese municipio, es decir, el 60 por ciento de los queretanos sienten una percepción de seguridad en lugares públicos. Claro que se puede mejorar, pero ese tema en Querétaro queda resuelto, por el momento.

En Chiapas las cosas también han salido con buenos resultados. Para cierre del 2024, 9 de cada 10 ciudadanos se sentían inseguros en Tuxtla Gutiérrez. El salto de percepción en el periodo más reciente es notable. De 90.6 puntos de inseguridad de diciembre pasó a 70.1 en la capital del estado para el mes de marzo. Es decir, las medidas que está tomando el gobierno federal y que notoriamente apoya y hasta encabeza el gobernador Eduardo Ramírez, mandan un mensaje a los ciudadanos y lo interpretan de manera correcta.

En Tabasco, las cosas también han presentado una variación en sentido positivo, mínima, pero ha mejorado. La medición de diciembre pasado indicaba que 95 de cada 100 personas se sentían inseguras en su municipio. Las cosas mejoraron levemente para marzo donde 90 de cada 100 se sienten inseguras. Quizá para las personas que viven en los diferentes municipios del estado las medidas realizadas no son suficientes y a los mejor ni perceptibles, y ojalá la tendencia siga a la baja. Digamos que el que 10 de cada 10 ciudadanos sientan miedo de vivir donde viven y baje a 9 de cada 10 no dice gran cosa en el macro, pero la circunstancia de ese estado es compleja.

En Sinaloa es donde menos se han movido las cosas. El movimiento es mínimo en la percepción, casi nada: Paso de 90.6 a 89.7…. nada pues. Este es el peor de los resultados.

Y para terminar el repaso de estos estados, están los resultados tristísimos en materia de ocupación turística en esta Semana Santa en Guanajuato. Dolores Hidalgo y Celaya lograron un 20 por ciento de ocupación hotelera, Irapuato 29 por ciento, Guanajuato capital 35 por ciento, León 39 por ciento y San Miguel de Allende, uno de los mejores destinos en el estado, tuvo 55 por ciento de ocupación hotelera. No podía ser de otra manera.

De salida…

Grata sorpresa poder ver que el puerto de Acapulco por fin presenta una cara positiva tras el devastador huracán Otis de hace año y medio. Lugares públicos, restaurantes, comercios, tráfico en la costera, mucha iluminación en el puerto entero, gente llenando hoteles, casas y departamentos. Claro que hay muchos edificios que están en espera de una remodelación, pero Acapulco no parece ya una zona de desastre. Todo esto al margen de sus circunstancias de inseguridad que persisten. Aun así, fuimos a Acapulco en esta Semana Santa.

Periodista.

@ConFeregrino

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