Roma, la Ciudad Eterna, ha sido el escenario y la vitrina mundial con el nombramiento del nuevo Papa León XIV, quien practica tenis, además de ser aficionado a este deporte y tener su cancha en El Vaticano.
Por otro lado, el regreso de Jannik Sinner a las canchas eleva el nivel tenístico de sus escoltas, como Carlos Alcaraz y Alexander Zverev, entusiasmando a sus seguidores.
El tenis es un deporte particular, sumamente individualista y competido, por lo que el castigo de tres meses que tuvo el italiano no le fue suficiente a varios de los mejores jugadores del mundo, quienes continuan reclamando que la penalización al actual número uno del mundo debió ser más fuerte.
Jannik fue recibido por la Forza Azzurri, en el Foro Itálico, con un cariño desbordante, no así por varios jugadores que —en el vestuario y ante los medios de comunicación— declaran que no están de acuerdo en el castigo que recibió por parte de las instituciones encargadas.
Sinner, quien radica en Montecarlo, regresa a las canchas con optimismo, con huellas de que ha trabajado fuerte en su físico durante estos tres meses.
Quizá llega un tanto fuera de ritmo, por no haber jugado partidos competitivos, pero con el propósito de continuar como el número uno del mundo.
“He aprendido a conocer mejor a mis amigos, a saber que existen enemigos silenciosos y otros no tanto”, comentó Sinner, ante una sala de prensa que le aplaudió fuerte, en reconocimiento a la gran figura que representa.
Solamente Bjorn Borg, y ahora Sinner, son los jugadores que históricamente han recibido aplausos por parte de los escépticos miembros de los medios de comunicación, cuando llegan a una conferencia de prensa.
Por su parte, Alcaraz habló sobre el regreso de Sinner: “Es magnífico, me obliga a ser mejor, así como a competir y superarme”.
El carismático Carlitos agregó: “El tenis gana teniendo al mejor jugador de regreso en los torneos”.
El Abierto de Roma, que tiene categoría de Masters 1000, continúa con diversas sorpresas, pero los tres mejores (Sinner, Alcaraz y Zverev) avanzan sobre la arcilla italiana.
En las mujeres, Aryna Sabalenka es la mejor y su personalidad es arrolladora.
Por otro lado, Italia es ahora una potencia tenística, ha crecido y sumado jugadores jóvenes, todos bien clasificados.
Es evidente que los torneos ATP y WTA 1000 necesitan un ajuste. Su duración de casi dos semanas no tiene razón de ser para los jugadores.
Sin embargo, los organizadores de torneos tienen más oportunidad de exhibir a sus patrocinadores y vender más boletos, aunque las primeras vueltas —tanto en mujeres como en hombres— resultan poco atractivas.