Cada vez es más complicada la vida de las y los jugadores que inician o las y los que ya están en el profesionalismo, pues el costo de viajar a torneos solos o con familia es alto.
Hay que invertir en hotelería, transporte, además de ganar partidos para obtener puntuación; tener entrenador, acceso a fisioterapistas, seguro médico y —lo más difícil— estar lejos de casa luchando por un sueño.
Cada vez es más seguido la enorme queja de tenistas —de ambos sexos— que abordan el profesionalismo; algunos con patrocinios, otros sin algún apoyo económico, no pudiendo subsistir.
Al hacer un balance de ingresos y gastos, siempre están apareciendo números rojos, acompañados de una pérdida de ilusión, desmoronándose los sueños. Esto sucede más en mujeres que en hombres.
Las federaciones serias respaldan a sus tenistas, aportando apoyos económicos a jugadores con talento.
Existen países en Europa que apoyan económicamente a sus tenistas y —de tener éxito estos— regresan ese dinero a sus federaciones, para que continúen respaldando a nuevos valores.
Asimismo, las federaciones crean programas para capacitar a entrenadores, además de que colaboran con los clubes de tenis públicos o privados y escuelas.
México y sus federaciones de tenis rotas y descompuestas desde hace años, prefieren hacer torneos con sus asociaciones, cobrar inscripciones caras en certámenes infantiles, con arbitrajes deficientes, desilusionando a padres e hijos.
Hacen torneos con puntuación ITF, ATP y WTA, beneficiando a más tenistas extranjeros que mexicanos.
El apoyo a clubes es nulo, la capacitación de profesores es mínima y —lo más dramático— sin algún respaldo económico a tenistas mexicanos que están buscando obtener puntos para una mejor clasificación en la ATP y la WTA, lo cual obviamente también pega en las ilusiones que tienen todos.
Considero que la Conade, en vez de dar ayudas económicas a federaciones rotas y descompuestas, podría colaborar ofreciendo cursos de capacitación a directivos, para que aprendan a canalizar positivamente el entusiasmo por su deporte y trabajen para lograr patrocinios y así apoyar económicamente a deportistas que desean ser mejores profesionales. Si eso se consigue, no hay duda de que se verían mucho mejores resultados en este deporte.
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