Finalmente llegó el expectante día de la juramentación de Trump. Y como todo en esta vida, tiene su lado positivo y negativo. Además, como todo lo humano intervienen muchos factores, que deben analizarse objetivamente. No es algo negro o blanco. Trump, igual que su “Alteza Desigualísima”, tiene enemigos furibundos y seguidores fanatizados, que no escuchan razones. Pero, como todo humano, es un ser de luces y sombras. Estamos por saber cuáles predominan. Ojalá tenga más luces, pues la misión que le asignó la vida, es crucial para el futuro del mundo entero.
Después de sufrir un posible fraude y de sortear miles de “demandas”, (probablemente es el ser que más demandas malintencionadas ha enfrentado en todo el universo), regresó a la presidencia. Fue obvio, que el globalismo, atemorizado, hizo hasta lo imposible para impedir que llegara. Como Estados Unidos juega un papel importante en el mundo, todas sus elecciones presidenciales revisten cierta importancia, pero, posiblemente, esta fue, la más crucial. Hoy además de la infaltable guerra en alguna parte del mundo, tenemos varias situaciones críticas, en las que su participación es definitiva.
Está por definirse si una vez más, el “narcotirano” colombiano Maduro logra imponerse, sobre la voluntad del pueblo venezolanos y saberse si María Corina es, una verdadera patriota o una comunista “farisea” que, posiblemente sin quererlo, llegue al poder y prosiga el globalismo por otro camino. Se espera su intervención, para aplacar las guerras. Por lo pronto, sin ser presidente, logró la liberación de algunos rehenes. Al parecer hizo tronar al “progre” canadiense Trudeau. Su triunfo representa un serio obstáculo para la Agenda 2030 y su maligna guerra cultural. Defiende la vida humana desde su concepción. Apegado a la naturaleza y la razón, solo reconoce los dos sexos con los que se nace. Todo indica que jugará un papel trascendental en la lucha mundial entre globalismo y democracia. Ojalá no falle.
Posiblemente en uno de los países en los que más impactará su desempeño, es el nuestro. Ya tiene aterrorizados a la “Sub” espuria (con a), su jefe y algunos cómplices. Mientras él juraba, ella, con sus pocas luces, encabezaba una reunión de “emergencia, (léase pánico), con su “gabinetazo” de ineptos. Hay quienes creen que Trump nos salvará y resolverá nuestros problemas, pero es infantil. Como Presidente de Estados Unidos, está para salvaguardar los intereses de los estadounidenses, no los nuestros. En multitud de ocasiones han demostrado que lo hacen “demasiado bien”, por eso aquel famoso lema de “América para los americanos”, (solo americanos estadounidenses). Nuestros intereses, nosotros tenemos que defenderlos. (Cosa que hemos hecho bastante mal, por eso, estamos como estamos). Si, por cuidar sus intereses, nos resultan más beneficios que pérdidas, vamos de gane.
Si bien, anteriormente, en el asunto migratorio presumió que, el “Atila Macuspano” se le dobló como nadie, en lo demás lo dejó suelto. Pero, como hoy la 4ª Trastornación está por instalar su tiranía “castrochavipejiana”, desaparecerá el Estado de Derecho, sus inversiones correrán grandes riesgos, y obviamente que reaccionará para protegerlas. Frenará a la 4T, lo que nos beneficiará, pero ocasionalmente algo pagaremos con dolor. Muchos esperamos que doble a la “Subpresidenta” espuria, (con a), la obligue a suspender la disolución del Poder Judicial y le impida eliminar derechos de ellos y de nosotros. Su combate contra el narcotráfico, nos beneficiará, sobre todo, si llega a las cabezas. La delincuencia está perjudicando como nunca. Además, de las muertes y demás daños que ocasiona, en muchas partes se ha convertido en una Secretaría de Hacienda alterna. Los narcotraficantes, entraron “oficialmente” al gobierno con Abelardo Rodríguez, pero hoy, en forma descarada, están metidos hasta en la Presidencia y en algunos gobiernos estatales aparentemente limpios, Por eso los abrazan. Ya hasta compiten en las elecciones, presionando el voto o asesinando opositores. Anabel Hernández asegura que el “narco” ha financiado, desde 2006 las campañas de “YSQ” y que, como a la “Sub” espuria (con a), los recursos del erario, le parecieron raquíticos, también la apoyaron financieramente. Se dice que ya están integrando la carpeta en la que el “Ex” aparece y que le echarán el guante, además, que nunca dejó el Palacio, pero que ya huyó a Cuba, en donde ocupará una de las mansiones fifís de Fidel que, ya le amueblaron sus cómplices militares. Si, efectivamente, combate a fondo a los narcos, empezando desde arriba, nos hará un favorzote, encarcelándolos o haciéndolos huir. Tendríamos oportunidad de recomponer el país. Estamos a la expectativa.
Cabe mencionar que Trump, hipócritamente, también usa la reglita marxista de dos o más escalas. Mientras sataniza a los “narcoextranjeros”, ni siquiera menciona a los “narcogringos”, que son los que cierran la cadena mortal y causan las muertes que dice condenar. ¡Qué chistosito! Jamás se le ha escuchado hablar del cártel de Chicago, Miami u otro. De pasadita, recordemos que, durante la grandeza de los virreinatos españoles, las colonias inglesas ni pintaban. Estaban muy ocupados exterminando pieles rojas. A los pocos que no asesinaron, los confinaron en unas “pinchurrientas” reserva, que si les encontraban oro o alguna riqueza, se las quitaban. Como no hubo el mestizaje que se dio en el imperio español, mayoritariamente son un pueblo fruto de la inmigración europea.
Mientras la masonería fortalecía a Estados Unidos para desde ahí manipular los países que iba “independizando”, se dedicaba a desintegrar y perjudicar los prósperos virreinatos españoles. Para ello, les organizó guerritas de “independencia” en las que, además de destruir su riqueza material, los hundía en un caos político, los dividía en facciones enemigas, lo que impedía su desarrollo y los dejaba muy vulnerables. Así se le dio al traste al poderío, grandeza y progreso que habían obtenido bajo la batuta de España. Por esto, Hispanoamérica, hoy es medianía.
Así, el Estados Unidos fortalecido “metió sus narices” en todo Hispanoamérica. Luego, multiplicó su zona de influencia involucrándose en infinidad de países. Por eso intervino en la I y II guerra mundial, Vietnam, Corea y más de cien conflictos armados. Pero ahora, como ya cumplió su cometido, desde hace tiempo, trabajan disimuladamente para arruinarlo. Por eso pusieron a Biden e intentaron poner a “Kemala”. Pero, aunque lucharon tenazmente para impedírselo, se les atravesó Trump. Un hombre controversial, soberbio, que disfruta aplastando o doblando oponentes, diciendo barbaridades y chistes para “Mañanera”. Pero también realiza acciones humanitarias, defiende valores básicos y da resultados. A raíz de que sobrevivió del balazo, entiende que Dios lo mantuvo vivo por algo. Si entiende y actúa, dará un tremendo golpe al maligno globalismo.
Aunque ya pasó el tiempo de las cartas al Niño Dios, la tensión que vivimos, es tanta, que, aunque se retuerzan las tripas de los jacobinos y sea extemporáneo, haremos una. Quien “quita y pegue”.
Querido y misericordioso Niño Dios:
Muchos mexicanos te pedimos que nos ayudes a reaccionar adecuadamente y en cantidad suficiente, para rescatar nuestra patria y encaminarla por una senda que, nos permita construir un ambiente propicio para el desarrollo máximo de nuestro potencial humano, y ponerlo en acción, para el bien común.
Si, efectivamente mantuviste vivo a Trump para una misión benéfica, ilumínalo para que, haga equipo con Milei, (a quien diste la preparación para superar en corto plazo grandes problemas económicos), con Bukele, (a quien fortaleciste para derrotar una violencia extrema), y con otros mandatarios que enfrentan exitosamente al globalismo y su guerra cultural, armen un trabuco para derrotarlos y gobiernen buscando realmente el bien integral de sus pueblos.
También te pedimos que ilumines a todos los que pretenden dañar a la humanidad con el perverso globalismo, se arrepientan y enmienden el camino, pues cuando te entreguen cuentas de sus malevolencias, la pasarán espantosamente.
Y a nosotros danos luz, para que unidos rescatemos nuestra patria y contribuyamos en la construcción de un mundo mejor. Te agradecemos que escuches y atiendas nuestra apremiante petición.
Algunos de tus hijos mexicanos.
