Las noticias más importantes de los últimos diez días distaron mucho de recibir la atención que merecen y no fueron ni los aranceles de Trump, ni los reacomodos de Morena, sino las publicaciones del INEGI del Censo Económico y la Encuesta Nacional Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH) para 2024.
El Censo se publica cada cinco años, mientras que la ENIGH cada dos. El primero reporta, para 7.1 millones de establecimientos económicos (5.4 millones de unidades no rurales), hojas de balance y estado de resultados. Esta información permite conocer la situación de las unidades económicas, independientemente de su tamaño o localización, y apreciar la evolución de las principales variables con respecto a censos anteriores. La información se reporta de manera agregada en los ámbitos nacional, estatal, municipal y se georeferencia por manzana.
Así, se puede apreciar si ha habido cierre o apertura de negocios, si ha crecido o disminuido la inversión, la contratación, la compensación, las utilidades para sectores agregados o muy detallados conforme al Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN), el más avanzado del mundo y que se comparte con Canadá y Estados Unidos. Esta radiografía económica se utiliza para entender el comportamiento sectorial y regional y el INEGI la usa para actualizar, cada cinco años, la matriz insumo producto y, a través de ella, el cálculo del Producto Interno Bruto (PIB).
Todas las correcciones quinquenales anteriores del PIB han sido hacia un nivel más alto, aunque no necesariamente se reporte una mayor tasa de crecimiento al no contarse con una serie de tiempo encadenada de suficiente longitud. Las cifras recientemente publicadas por el Censo Económico y la ENIGH anticipan otra corrección positiva del nivel del PIB cuando el INEGI la publique en dos o tres años.
Por su lado, la ENIGH, amplia encuesta, aunque no censo, levanta el comportamiento de los flujos económicos de los hogares. La muestra es suficiente para análisis nacionales y estatales, de flujo de ingresos, gastos, acumulación y desacumulación de activos de hogares representativos.
La ENIGH 2022-24 vuelve a reportar un incremento relevante en los ingresos de los hogares, a pesar de la presión inflacionaria de esos años. El ingreso total de un hogar promedio creció, en términos reales, 10.6 por ciento. Todos y cada uno de los deciles incrementaron sus ingresos reales, como se puede observar en la siguiente gráfica. El único con un crecimiento menor al diez por ciento fue el décimo, lo cual implica una mejora marginal en la distribución del ingreso ya que el coeficiente Gini disminuye de 0.46 a 0.45. El fuerte incremento en ingreso real permite anticipar una segunda significativa reducción consecutiva de la pobreza cuando el INEGI la anuncie a mediados de agosto, quizá por debajo del 30 por ciento.
Vale la pena notar que el crecimiento del 10.6 por ciento es por hogar. Dado que el número promedio por hogar disminuyó 2.3 por ciento, para llegar a 3.32 miembros, el ingreso per cápita en realidad creció 13.2 por ciento.

El ingreso más importante y el que tiene un mayor impacto en la reducción de la pobreza sigue siendo el laboral con una participación de 65.6 por ciento. A partir del decil III la participación del ingreso laboral se encuentra entre 60 y 70 por ciento, mientras que el I tiene 42.5 y la II 55.2. Es decir, las transferencias juegan un mayor papel en los primeros dos deciles, mientras que el décimo tiene ingresos no laborales cercanos al 38 por ciento por ganancias de capital y transferencias.
Las fuentes de ingreso se comportaron de la siguiente manera por hogar en términos reales: laboral creció 10.5% por ciento, remesas disminuyó 18.1%, transferencias públicas crecieron 27.3%, mientras que privadas 15.5%, y el ingreso por renta del capital aumentó 4.8%. Por otro lado, el número de hogares que reciben transferencias del gobierno disminuyó para todos los deciles excepto IX y X, mientras que las remesas sólo aumentan para los deciles II, IV, V y VI. Es decir, la fuerte reducción de la pobreza que se reporte en unos días se explicará, sobre todo, por una mejor compensación laboral producto del incremento en los salarios reales pagados por los establecimientos económicos.
Los resultados del Censo Económico permiten apreciar la mejora en la capacidad de las empresas de generar valor agregado. En Economía, el valor agregado representa la diferencia entre ventas y el costo de los insumos utilizados para la producción de bienes y servicios, y se distribuye entre trabajo y capital, es decir, nómina más utilidades. El PIB es la medida agregada del valor agregado nacional, se calcula de la misma manera y tiene la misma interpretación.
El Censo Económico 2024 muestra un crecimiento del valor agregado real de cuatro por ciento anual entre 2018-23, el número de establecimientos crece 2.6 por ciento (microempresas 3.2, pequeñas 1.4, medianas -0.7 y grandes 1.3, como resultado de la pandemia y el encarecimiento de la formalidad), y el empleo de manera más modesta que en censos anteriores, 0.6 por ciento por año, como se muestra en la siguiente gráfica.

El crecimiento del empleo se vio afectado por las reformas al sistema de subcontratación que produjeron una reducción del 19.9 por ciento en el empleo del sector “Apoyo a negocios y residuos”. Sin tomar en cuenta este sector, el crecimiento promedio del personal fue de 1.9 por ciento.
El valor agregado, el mejor indicador del comportamiento de la productividad, tuvo un comportamiento positivo generalizado por tamaño de empresa. Las micro lo incrementaron 6.0 por ciento por año, pequeñas 5.9, medianas 1.7 y grandes 3.9, para un promedio global de 4.0.
El crecimiento del valor agregado fue también generalizado para la mayoría de los sectores, excepción hecha de minería, donde Pemex representa el jugador dominante, profesiones y apoyo a negocios por las reformas a la subcontratación. De hecho, si se excluyen “Apoyo a negocios y residuos” y “Minería”, el crecimiento promedio del valor agregado sería de 5.3 por ciento por año, como se puede apreciar en la siguiente gráfica:

Los dos componentes del valor agregado experimentaron sólidos crecimientos anuales, la nómina total creció 5.4 por ciento, y sin “Apoyo a negocios y minería” 7.4, mientras que las utilidades 3.7 por ciento total y 4.7 respectivamente. El incremento en las remuneraciones es congruente con el comportamiento de la cotización promedio del IMSS que creció en 2018-23, 3.2 por ciento en promedio (5.1 por ciento de crecimiento 2022-23) y es la principal razón que explica el aumento del ingreso de los hogares y el per cápita reportado por ENIGH, la fuerte reducción de la pobreza que se anunciará pronto y el resultado electoral de 2024.
Por su lado, el fuerte incremento de las utilidades se ve reflejado en una mayor capacidad de inversión privada que alcanzó niveles récord en 2023-24 con un nivel de 24.4 y 24.8 como porcentaje del PIB, pero también en una mucha mayor recaudación del impuesto sobre la renta a personas morales que se ha convertido en la principal fuente de ingresos del gobierno.
El comportamiento del sector salud en el ámbito privado es digno de notarse. El crecimiento anual de su valor agregado es el segundo más alto con 11.1 por ciento, con un aumento de 8.5 por ciento anual en las remuneraciones y 12.8 en las utilidades. El número de unidades económicas del sector salud creció 4.6 por ciento, consulta externa médica 5.1 y hospitales 2.7. Para personal, el crecimiento de consulta externa fue de 5.6 y para hospitales 3.6, mientras que asistencia social decreció 6.1. El crecimiento de laboratorios médicos también fue importante en el número de ellos (5.2 por ciento), empleo (6.8 por ciento) y valor agregado (13 por ciento). Estos crecimientos son resultado de la mayor demanda en vista del incremento en el poder de compra, y de la reducción en la cantidad y calidad de los servicios públicos de salud.
Los resultados del Censo Económico y de la ENIGH y su correspondiente reducción en la pobreza son positivos. El principal motor de este comportamiento proviene del mercado laboral. Por razones demográficas, México experimenta relativa escasez laboral por primera vez en la historia económica reciente, al tiempo que una mejora sostenida, por lo menos en los últimos dos censos, en la capacidad empresarial de generar valor agregado. Esto ha permitido un crecimiento constante en el valor real de la nómina total y bajas tasas de desempleo. La mejora también ha sido impulsada por la colaboración entre sector privado y gobierno para cambiar el régimen de subcontratación y evitar su abuso y para acordar incrementos en los salarios mínimos. Los salarios promedio han aumentado por razones de oferta y demanda, pero el incremento en el mínimo ha permitido que Morena reciba el crédito político.
La lectura de ambas publicaciones permite dimensionar el papel fundamental de la inversión privada y dinamismo económico en el crecimiento y la superación de la pobreza actuales y futuros, así como las dificultades de empresas e instituciones públicas, Pemex y Salud.
Los resultados positivos tienen poco que ver con las políticas del sexenio anterior que se concentraban en las 30 prioridades presidenciales, entre ellas Pemex y salud. Ese gobierno sí hizo una contribución importante al apostar a favor de la estabilidad macroeconómica durante cinco años, a la apertura comercial y a consensuar acuerdos laborales. El Plan C, que extiende “me canso ganso” de sus prioridades al resto de la economía, si se aplica como concebido, pone en riesgo el progreso futuro y no permitirá aprovechar las ventajas estructurales de que goza el país.
X: @eledece