“Los tiranos temblarán al oír nuestro pregón: Una patria generosa y una vida con honor”. —Himno del PAN
Mañana 18 de octubre, en el Frontón México, donde hace 86 años tuvo lugar la asamblea fundacional del Partido Acción Nacional, arrancará su proceso de relanzamiento.
Durante varios meses los militantes trabajamos en la elaboración de una nueva hoja de ruta, para que nuestra organización ciudadana que enfrentó al régimen dictatorial producto de la perversión de los propósitos justicieros y libertarios de la Revolución Mexicana, retome el espíritu que le dio vida y cumpla nuevamente con su misión específica.
La vieja dictadura posrevolucionaria regresó revestida con otro disfraz y nombre distinto y la misma demagogia populista reciclada. Lo único diferente es el volumen, dimensión y descaro de sus abusos. Sus latrocinios se han multiplicado a mil por uno. En la décima parte del tiempo que duró la “dictadura perfecta”, su reedición a partir del 2018, ha mostrado mayor capacidad destructora de la nación.
El PAN se reencuentra con su responsabilidad histórica. Su nuevo cometido es la edificación de una nueva república democrática, sobre fundamentos de justicia y equidad social.
Quienes se sumaron al llamado de Manuel Gómez Morín y Efraín González Luna, se comprometieron a edificar una “Patria Ordenada y Generosa, a luchar por “una vida mejor y más digna para los mexicanos”. Tuvieron claro que tan altos objetivos implicaba recorrer una larga marcha de doble vía: acción cultural y lucha electoral.
La primera, para que los mexicanos se transformaran: no ser “borregos” sumisos y acarreados, para convertirse en ciudadanos responsables, tanto en el cumplimiento de sus deberes cívicos como en la exigencia de sus derechos políticos. La segunda, para liberar a las estructuras de gobierno del secuestro de pandillas depredadoras y ponerlas al servicio de la nación.
Durante décadas varias generaciones de panistas perseveraron en esta labor cívico-política. Adquirieron un estilo con cinco características: 1.- Resistencia al régimen, legal y pacífica. 2.- Denuncia de los atropellos y los abusos del poder. 3.-Proclamar verdad en plazas y tribunas legislativas; desnudar al régimen sustentado en la mentira y opacidad. 4.- Dar testimonio de ciudadanía activa e independiente, libre del humillante control social impuesto por la maquinaria del poder. 5.- Crear resquicios, expandir la exigencia libertaria para derrotar a la dictadura.
Esta rebeldía pacífica y democratizadora hizo del PAN un referente distinto y distinguible; lo convirtió en una fuerza política, actor inexpulsable de la historia nacional (“La brega de eternidad frente a la dictadura”; Bien Común n. 365.Agosto 2025).
Luego de varias décadas de ascenso y victorias, Acción Nacional entró en una fase de declinación. Las derrotas en elecciones presidenciales y el descenso en sus índices de votación reflejan la pérdida de su ethos – rasgos y modos— originario.
La nueva dirigencia encabezada por Jorge Romero, con ánimo autocrítico convocó a una sincera y radical introspección.
El fruto de este ejercicio es el relanzamiento de mañana. Testimoniado con una marcha de fuerte simbolismo: iniciará en el monumento a la Revolución Mexicana y culminará en la Columna de la Independencia.
Presidente Nacional del PAN 1999-2005 @lf_bravomena