La campaña que lanzó ayer la presidenta Sheinbaum Aléjate de las drogas, el fentanilo te mata”, marca un paso crucial en la lucha contra uno de los problemas más graves de salud pública a nivel global. Ante la creciente amenaza que representa esta sustancia, resulta imperativo detener su avance antes de que nuestro país experimente una crisis similar a la que enfrenta Estados Unidos y Canadá, donde el fentanilo es el responsable del 90% de las muertes por sobredosis.

El fentanilo es un potente opioide sintético desarrollado en 1959 en Bélgica por el químico Paul Janssen. Inicialmente creado como un analgésico para tratar dolores severos, su eficacia y rapidez lo posicionaron como una alternativa superior a la morfina. Se comenzó a utilizar en entornos médicos bajo estricta supervisión, principalmente en tratamientos de cáncer terminal y procedimientos quirúrgicos. Sin embargo, con el tiempo, su manejo salió del ámbito clínico, desatando una crisis que hoy cobra la vida de miles de personas al año.

¿Qué son los opioides?

Los opioides son sustancias químicas que actúan sobre el sistema nervioso central para bloquear la percepción del dolor y generar una sensación de bienestar. Pueden ser naturales, derivados de la planta de la amapola, como la morfina y la codeína; semisintéticos, como la heroína y la oxicodona; o sintéticos, completamente hechos en laboratorios, como el tramadol y el fentanilo.

La evolución de la epidemia

En los años 90, Estados Unidos vivió un auge en la prescripción de opioides gracias a campañas agresivas de las farmacéuticas, que promovieron el uso de medicamentos como el OxyContin y variantes del fentanilo. Estas empresas, algunas veces recurriendo a sobornos y prácticas engañosas, convencieron a médicos de recetar estos analgésicos como soluciones “seguras” para el dolor crónico. Esta estrategia fue el detonante de la epidemia de opioides que ahora se traduce en una ola de muertes de más de 100,000 en 2021 solo en EUA, de las cuales el 66% estuvo relacionada con opioides sintéticos como el fentanilo.

En el mercado negro, el fentanilo ha sustituido a drogas tradicionales como la heroína debido a su bajo costo de producción y su alta rentabilidad. Con tan solo dos miligramos, una dosis puede ser letal, lo que la convierte en una sustancia extremadamente peligrosa.

México en la línea de fuego

Si bien México no enfrenta aún una crisis comparable a la de sus vecinos del norte, los indicadores son preocupantes. El país es ampliamente reconocido como una ruta clave de distribución de fentanilo hacia Estados Unidos, y el consumo interno ha comenzado a mostrar signos alarmantes de crecimiento, la población más vulnerable incluye jóvenes de entre 18 y 35 años, quienes, atraídos por la falsa promesa de euforia, desconocen el riesgo letal que implica esta droga.

La necesidad de la prevención

La campaña “Aléjate de las drogas, el fentanilo te mata” llega en un momento crítico. La experiencia internacional nos muestra que la prevención es una herramienta fundamental para combatir esta crisis. Es necesario educar a la población sobre los efectos devastadores de esta droga, desmontar mitos y fomentar una cultura de rechazo a las drogas. Pero la prevención no debe quedar solo en anuncios, el gobierno debe complementarla con políticas públicas sólidas, que incluyan por ejemplo una mayor regulación de los precursores químicos utilizados en la producción del opioide y el combate inteligente al crimen organizado.

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