Al que “le llueve en su milpa”, nos platican, es al fiscal general de Tamaulipas, Irving Barrios Mojica, por el caso del Grupo Fugitivo, que aún sacude fibras sensibles. Nos señalan que, a pesar de los operativos, aseguramientos y detenciones, sobre don Irving pesan los reclamos de los familiares de los músicos por el hallazgo de los cuerpos y que no fueron informados primero, pero, además, están los reclamos de familiares de los primeros nueve detenidos, acusados de ser los presuntos autores materiales del secuestro y múltiple asesinato, por lo que varios criticaron a don Irving por su falta de pericia y hasta piden su renuncia, por cómo llevó el caso. ¡Qué tal!
Suben bonos de PT en Veracruz
Desde Veracruz, nos cuentan que el precio por ser amigo de la dirigencia del PT estatal, encabezada por Vicente Aguilar Aguilar, subió abrumadoramente y “anda por las nubes” tras los resultados de las elecciones municipales. Nos indican que, de ser ninguneado por los liderazgos morenistas del estado (quienes provocaron la ruptura de la alianza electoral), ahora los petistas fueron incluidos como aliados por la propia presidenta Claudia Sheinbaum en su discurso del recuento del proceso electoral, por lo que varios aseguran que los morenistas tendrán que “tragarse su orgullo” y buscarlos de nuevo, mientras otros no dejan de tararear “Aventurera”, porque algo quedó claro: los petistas venderán caro su amor... Y las afrentas. ¡Auch!
Jalan hilo en policía estatal
Qué tan mal estarán las cosas en la Secretaría de Seguridad del Pueblo de Chiapas, nos comentan, a cargo de Óscar Alberto Aparicio Avendaño, que fue necesaria la intervención del gobernador Eduardo Ramírez Aguilar (Morena) para destituir a José Carlos Lemus Vidal, comandante de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal, asignado al municipio de La Concordia, a quien uno de sus subalternos, el expolicía y exmilitar Francisco Ramírez Galindo lo acusó de corrupción y nexos con el crimen organizado, entre otras cosas. Nos dicen que las denuncias contra los llamados Pakales no son novedad, aunque varios incrédulos aseguran que a ver si no termina todo en “llamarada de petate”. ¡Zas!