Desde Baja California Sur nos cuentan que la polémica “está a la vuelta de la esquina”, pues es inminente la salida del procurador estatal, Daniel de la Rosa Anaya, quien contiende para ser magistrado federal y, según expertos, es fuerte aspirante. Sin embargo, nos indican que los nombres para suceder a don Daniel, ¡todos son varones!, por lo que mujeres litigantes, defensoras públicas y abogadas privadas advirtieron al gobernador Víctor Castro Cosío (Morena) que en la terna que enviará al Congreso local debe incluir al menos a una mujer por deber constitucional de equidad, a menos que quiera mantener la Procuraduría como un auténtico “club de Toby”. ¿Será que las escucha don Víctor?
Puras penas con la policía
Al que le metieron autogol en Sinaloa, nos platican, es al recién reelecto alcalde de El Fuerte, Gildardo Leyva Ortega (Morena), pues uno de “los orgullos” de su administración: la policía, lo dejó mal parado. Nos detallan que dos elementos municipales están recluidos en Ahome por presuntamente estar involucrados con la desaparición y muerte de un joven, en septiembre pasado, y nos dicen que a pesar de que don Gildardo es muy dado a la confrontación y no se caracteriza por su diplomacia, ahora no le quedó de otra que “agachar las orejas” y reconocer que la imagen de la corporación no se podrá limpiar rápidamente.
Alcaldes, a las vivas en Chiapas
Nos comentan que más de un alcalde “pone sus barbas a remojar” en Chiapas, pues están viendo que de poco sirve tomarse la foto con el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar (Morena) y acudir a sus actos públicos para evitar ser detenido. Nos señalan que así les pasó a los exalcaldes de Frontera Comalapa, José Antonio Villatoro Herrera (PVEM), acusado de corrupción, desaparición forzada de personas, extorsión agravada y homicidio, y al expresidente municipal de Bella Vista, Rosemberg López Roblero (Chiapas Unido), señalado por el delito de abuso de autoridad, pues ambos se jactaban de tener cercanía con don Eduardo, pero eso no les dio “pase de impunidad”. Además, nos dicen que hay varios ediles esperando que “les brinque la liebre”. ¿Qué tal?