La que tuvo que “hacerla de réferi” en San Luis Potosí, nos platican, fue la lideresa estatal de Morena, Rita Ozalia Rodríguez Velázquez, hermana de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez (Morena), en el pleito que trae el gobernador Ricardo Gallardo Cardona (PVEM) con un delegado federal que no acudió a Palacio de Gobierno “a avisar que había llegado”. Nos relatan que don Ricardo acusó que hay poca disposición por parte de “algunos” funcionarios federales que no se sabe cuándo llegaron y “ni saludan”, incluso ven su administración como si fuera “el enemigo”, por lo que doña Rita entró al quite para calmarlo y acordar una reunión para “limar asperezas”, aunque en los pasillos se rumora que la indirecta es para el nuevo delegado del Infonavit, Francisco Adán Romero. ¡Zas!
Proponen policías “choferes”
Nos cuentan que, en Sinaloa, el que “dejó varias cejas levantadas” fue el alcalde de Angostura, Alberto Camacho Rivera (Partido Sinaloense), porque en un acto público previo a Semana Santa se le ocurrió sugerirle a los integrantes de la policía municipal que sean “bonachones” y en lugar de detener a los conductores “que se les pasan las copas”, los lleven a sus casas, para que no manejen y prevenir un accidente. Sin embargo, nos indican que su plan no gustó mucho entre sus gobernados, pues consideraron que los agentes no deberían de ser distraídos de sus labores de seguridad para que la hagan de “chofer designado”, además de que no va a faltar el que aproveche para confiarse y “tomarse unas frías de más”, por aquello de la disposición de don Alberto, quien “bajita la mano”, después dio marcha atrás. ¡Salud!
Libra desafuero “a discreción”
Desde Baja California Sur nos comentan que los diputados petistas se llevaron el abucheo generalizado “del respetable” al proteger a la diputada local Alondra Torres García (PT) del desafuero solicitado por la Fiscalía Estatal Anticorrupción por el caso de un posible desfalco al erario del municipio de Los Cabos, por 14 millones de pesos. Nos detallan que la presidenta de la Mesa Directiva, Arlene Moreno Maciel (PT), se llevó el mayor repudio, pues apoyada en lagunas legales, se aferró a que la sesión fuese privada y con votación secreta, a pesar del rechazo del resto de las bancadas, y todo “sólo por salvar a la compañera”, aunque el colmo fue que morenistas pusieron de ejemplo que en la solicitud de desafuero contra Cuauhtémoc Blanco (Morena), en San Lázaro, “todo fue transparente”. ¡Qué tal!