A pesar de que es un requisito de la ley, nos platican que el Congreso de San Luis Potosí no realizó las consultas públicas que se requerían porque, según el presidente de la Mesa Directiva, Cuauhtli Badillo Moreno (Morena), no hay presupuesto para eso. Sin embargo, su justificación no convenció, ya que los legisladores perciben un sueldo de 96 mil pesos mensuales y, pese a que aprobaron modificar el reglamento interno para asistir a reuniones de forma virtual, cada diputado recibe 8 mil 500 pesos al mes para gasolina, sin contar su partida especial para comidas, entre otros beneficios que no tocan para poder estirar el presupuesto. ¡Cómo los ven!
¿Coquetea Morena con Oliva?
Desde Guanajuato nos comentan que, además del mal clima, al PAN “le llovió en su milpita” y por partida doble, tras el anuncio de la salida del exgobernador Juan Manuel Oliva Ramírez de sus filas. Nos detallan que, desde el interior, exlíderes estatales exigieron congruencia a la dirigencia estatal (que preside Aldo Márquez Becerra) y que deje de “armar castillos en el aire”, mientras que por Morena la crítica fue del senador expanista Ricardo Sheffield Padilla, quien dijo que la salida del exgobernador “le pondrá una buena friega al partido de Los Pitufos, porque les quitará muchos votos” y le echó hartos elogios a su carrera política. ¿Será que está próxima una invitación a vestirse de guinda?
Hasta cambian de horario las misas
Nos cuentan que, en Sinaloa no cayó muy en gracia la decisión de la Diócesis de Culiacán, sobre todo en autoridades de seguridad, de modificar los horarios de sus misas, argumentando que es por la violencia. Nos indican que el obispo de la capital, Jesús Herrera Quiñonez, informó que por la seguridad de sus feligreses, las misas iniciarán una hora más tarde a lo acostumbrado y la última será a la seis de tarde para que regresen a sus hogares con luz y no se expongan a hechos de violencia, lo cual molestó a más de un funcionario, ya que se insiste en que las acciones que se han implementado tienden a bajar los delitos de alto impacto, aunque la percepción social va en sentido contrario. ¡Zas!