Los que se despacharon a manos llenas, nos platican, fueron los integrantes de la Junta de Gobierno del Congreso del Guanajuato, pues erogaron cerca de 2 millones de pesos en tres camionetas. Nos detallan que los afortunados fueron Jorge Espadas Galván (PAN), presidente de la junta, quien recibió una modelo 2024 con valor de 937mil 400 pesos; Sergio Contreras Guerrero, coordinador del PVEM, con una modelo 2025 con valor de 540 mil 990 pesos, y Carolina León Medina (PT), también con modelo 2025 de 402 mil 370 pesos. Nos precisan que el coordinador de Morena, David Martínez Mendizábal, “no le entró al club” y criticó que sus compañeros adquieran vehículos a costa del erario, pero tal parece que “predica en el desierto”. “¿Quién pompó camionetita, quién pompó?”
Exalcalde en la mira de la justicia
Donde se asoma “un rayito de justicia”, nos comentan, es en La Paz, Baja California Sur, pues activistas confían en que se aclare el caso del primer alcalde morenista, el expriista Rubén Muñoz Álvarez, quien impulsó y aprobó en el cabildo el cambio de uso de suelo “fast track” para el desarrollo Punta Norte, generando la sospecha de haber favorecido a la empresa donde antes trabajó. Nos detallan que la autorización fue retirada por la actual alcaldesa Milena Quiroga Romero (Morena), presionada por la indignación, pero don Rubén y otros dos exfuncionarios apenas fueron citados a la audiencia inicial y se verá “de qué cuero salen más correas”. ¡Zas!
Priistas se pintan de verde
Desde Sinaloa, nos comparten que el diputado federal y dirigente estatal del PVEM, Ricardo Madrid Pérez, se jacta de “ser el canto de las sirenas” para integrantes del PRI, donde militó mucho tiempo. Sin embargo, nos indican que ahora don Ricardo presume que ha logrado aglutinar a sus viejos compañeros del tricolor que buscan un reacomodo, y adelantó que engrosará las filas del verde, a pesar de que esos “invitados” hace unos meses se decían “ferreos detractores de Morena”, pero como en el barco tricolor cada vez hay más agua, dejaron atrás sus prejuicios y se pintan de verde. Todo sea “por un buen hueso”. ¡Auch!