La que se sintió la Kardashian de Puebla, nos platican, fue la diputada local morenista Nayeli Salvatori Bojalil y olvidó “los sacrosantos principios de su partido”. Nos relatan que doña Nayeli hizo un TikTok en el salón de plenos del Congreso, en el que presume “lo bien vestido” que están los legisladores y, como era de esperarse, el video fue considerado frívolo, superficial y clasista, pero “la cosa no paró ahí”, porque cuando se le cuestionó sobre el tema respondió que “ni a Dios lo quiere todo el mundo”, por lo que no espera la aprobación general y recalcó que, a pesar de las críticas, tiene 3 millones de seguidores que apoyan su estilo en redes sociales. ¡Bien morenista doña Nayeli!
“Centavea” PRI para juntar la renta
El que anda en Aguascalientes centaveando para la renta, nos comentan, es el líder estatal del PRI, Kendor Gregorio Macías Martínez, pues tiene hasta el 31 de marzo para pagar el arrendamiento por el edificio sede, el cual es propiedad de gobierno del estado, si no tendrá que enfrentar los procesos jurídicos por incumplimiento. Nos indican que don Kendor aplica el “debo no niego, pago lo justo”, pues asegura que sólo están pendientes seis o siete meses de renta y que su partido sí tiene para cubrir ese monto, aunque sus números no cuadran con los de la autoridad, pero lo peor es que también tiene que lidiar con todos los pendientes que le dejó la anterior administración por liquidaciones de personal y multas del INE. ¿Saldrá para todo?
Se desborda inseguridad
Desde San Luis Potosí, nos cuentan que el gobierno del estado “tiene en la mira” al municipio de Tanquián de Escobedo, pues investiga a dos elementos de la Policía Municipal, tras los hechos de violencia registrados recientemente. Nos relatan que en el marco de la Feria de San José se registró un ataque armado en un palenque que dejó una víctima y aunque el gabinete estatal acordó la suspensión de las festividades, el ayuntamiento a cargo de Pablo Jonguitud Guerrero (Morena) hizo caso omiso, sumado a eso, días después, dos jóvenes fueron levantados al exterior de la barandilla municipal, sin que la policía interviniera, lo cual prendió las alertas de que algo no anda bien. ¡Qué tal!