Desde Colima, nos cuentan que la multa por 515 millones de pesos que en 2018 impuso el Congreso estatal al exgobernador Mario Anguiano Moreno (PRI) por irregularidades financieras durante su administración está por expirar, debido a que ni la actual gobernadora Indira Vizcaíno Silva (Morena), ni su antecesor José Ignacio Peralta Sánchez (PRI), hicieron nada por cobrar el crédito fiscal que en 2020 abrió la Secretaría de Administración del estado como medida para recuperar los fondos, como lo ordenó el Poder Legislativo. La pregunta que varios se hacen es ¿por qué hasta ahora doña Indira no ha movido ni un dedo sobre este caso?
“Se cuelga” de dolor de activistas
A la que “le llovieron críticas” en Nuevo León, nos platican, fue a la exsenadora Indira Kempis Martínez, quien se unió a las filas del PRI el año pasado. Nos relatan que a doña Indira se le ocurrió “la grandiosa idea” de colocar una manta con la leyenda “Morena no entra a Nuevo León” en el Puente del Papa, en Monterrey, justo al lado de la lona que hace unos días habían colgado activistas de la organización Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (FUNDENL), por lo que “en un 2x3” el colectivo sacó un comunicado y dejó en claro: “Indira Kempis no es aliada ni cercana a FUNDENL, nos deslindamos rotundamente de cualquier acción que se realice aprovechándose del dolor”. De pena ajena.
Presume viaje en mal momento
Nos comentan que, en Sinaloa, el diputado local morenista y líder de la organización Nacional Producto Maíz, Serapio Vargas Ramírez, “está viendo el temblor y no se hinca”, pues presumió en redes sociales su más reciente viaje de vacaciones a Europa. Nos recuerdan que don Serapio fue quien promovió, sin mucho éxito, la creación de la más grande playa nudista en la bahía de Altata, y es sabido que cuenta con recursos por sus actividades de empresario, pero lo que no les gustó a sus compañeros de partido fue que lo presumiera justo cuando se les está pidiendo evitar ese tipo de pretensiones, pues “el horno no está para bollos” y, “dicho y hechos”, las críticas no esperaron. ¡Zas!