Como dicen que “sobre aviso no hay engaño”, nos platican que el alcalde de Chihuahua, Marco Bonilla Mendoza (PAN), se lanzó con su maleta en una mano y su esposa en la otra a Roma, Italia, para estar en una audiencia en el Vaticano con el papa León XIV. Sin embargo, nos indican que don Marco “dejó varias cejas levantadas” en el estado, luego de que posteó una foto donde se le ve muy contento en el Vaticano con su esposa y acompañados del expresidente Felipe Calderón y Margarita Zavala, quienes no son “muy bien vistos” en la entidad, por la guerra contra el narco en su mandato que afectó a la capital y a Ciudad Juárez, principalmente, por lo que varios creen que a don Marco, más que jalar adeptos le quitará puntos en la carrera por ser candidato a gobernador. ¡Qué tal!
El consentido de los alcoholímetros
El que se está volviendo cliente de los alcoholímetros en Hidalgo, nos cuentan, es el exdiputado priista y ahora morenista Alejandro Enciso Arellano, quien fue cachado, una vez más, en un operativo en Pachuca y, a pesar del show que dio, la libró (otra vez). Nos relatan que don Alejandro fue detenido para la revisión, pero cambió de lugar con el copiloto para eludir su responsabilidad; luego se puso a discutir con los oficiales y les arrojó un pastel y, pese a todo el numerito que armó, recibió un trato preferencial y le permitieron que se fuera sin consecuencias, ante el coraje de los demás infraccionados, a los que les quitaron su vehículo para llevarlo al corralón. Que esto y que el otro, ¡Salú!
Ignoran instrucción de Presidenta
Donde parece que no se escuchó la instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo de no impugnar los resultados de la elección judicial, nos comparten, fue en San Luis Potosí, pues varios candidatos que perdieron de manera estrepitosa (a pesar de tener el cobijo de Morena) interpusieron recursos ante el Tribunal Estatal Electoral. Nos comentan que la culpa apunta hacia la dirigente estatal morenista, Rita Ozalia Rodríguez Velázquez, hermana de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez (Morena), quien “se durmió en sus laureles” y no hizo nada para persuadir a Juan Paulo Almazán Cué y Héctor Vega Robles para que no reclamaran por su derrota y se considerara una mancha en la renovación del Poder Judicial del Estado. ¿Habrá implicaciones?