Esta semana inició el primer periodo extraordinario de sesiones del Congreso mexicano. Se pensaría que, por la insistencia en discutir diversas iniciativas, se iba a legislar en favor de los mexicanos, pero la realidad es que el régimen sigue destruyendo y poniendo en riesgo los derechos humanos.
Sin parlamentos abiertos, sin escuchar a expertos, sin adoptar las recomendaciones de las madres buscadoras, sin dictámenes, sin analizar las propuestas, con iniciativas recién presentadas y con total desaseo, fue que el oficialismo convocó a este periodo extraordinario que dio inicio el lunes 23 de junio y culminará el 2 de julio. Serán más de 20 reformas las que se discutirán en ambas Cámaras del Congreso.
En la Cámara de Diputados los legisladores del régimen consolidaron la destrucción del Coneval, que era el organismo autónomo encargado de medir la pobreza en nuestro país, quieren oficializar sus “otros datos”. Formalizaron la militarización transfiriendo la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. El régimen está obsesionado con un modelo de estrategia que ha fracasado y que ha dejado 215 mil asesinatos y más de 66 mil desaparecidos.
También, aprobaron expedir leyes en materia de seguridad pública, con una de ellas, le dan facultades al gobierno para vigilar a los mexicanos, sin control judicial y sin límites. Es claro que están construyendo un gobierno espía.
Aún quedan días de discusión en ambas Cámaras y hay temas que, de manera personal, me preocupan porque son contrarios a los derechos humanos. Con el pretexto de fortalecer el sistema de búsqueda e identificación de personas, el gobierno insiste en crear un padrón de datos biométricos y personales de todos los mexicanos. Con la Ley de Telecomunicaciones, también conocida como la “ley censura o espía”, pretenden conocer dónde estás, con quién e incluso por cuánto tiempo. Tus dispositivos electrónicos (celular, computadora y/o tableta) se convertirán en los informantes del gobierno.
Claramente esto no es prevención, ni es por seguridad, es persecución. Desde el PAN lo hemos dicho claramente, defenderemos tu intimidad, tu propiedad y tu información. No avalaremos ninguna ley que te espíe y que no te brinde la seguridad que necesitas.
El pilón:
Como al régimen le incomoda que seis de los once consejeros del INE hayan evidenciado el desaseo de la elección judicial, ahora van por él.
El régimen anunció que propondrá una reforma electoral. Se quieren apoderar del INE, retroceder a los tiempos en los que desde Gobernación y Palacio Nacional se elegían a los legisladores y gobernadores. Quieren tener a su Manuel Bartlett para organizar las elecciones.
Esta nueva venganza nos enfila a tener un país regido por el autoritarismo y sin reglas democráticas. Por eso es necesario que en 2027 los contrapesos se materialicen en las urnas.
Diputada federal. @kenialopezr