El miércoles concluyeron unas desangeladas campañas electorales para elegir ministros, magistrados y jueces en todo el país y el próximo domingo se llevará a cabo una jornada electoral que será todo, menos libre y transparente.

Lo que mal empieza, mal continúa y mal terminará. Solo basta recordar que la reforma constitucional en materia judicial es producto de una mayoría calificada artificial y que mediante una tómbola se decidió a los juzgadores que perderían su trabajo, para imponer candidaturas a través de supuestos comités de evaluación que hicieron todo, menos evaluar la idoneidad de los perfiles.

Las irregularidades continuaron, ya que eligieron a diversos candidatos ligados a la delincuencia organizada y permitieron que los votos no sean contados por los ciudadanos, asimismo pasarán diez días para que sepamos la totalidad de los resultados. Todo por una revancha en contra de un poder que no quiso someterse a otro.

Lo que veremos el próximo primero de junio será lamentablemente una simulación. Los ganadores ya están decididos y ejemplo de ello son las miles de listas, conocidas como acordeones, que están siendo entregadas por operadores del régimen. De igual manera hemos visto prácticas que pensamos estaban en vía de desaparecer en México, como lo son el clientelismo y la inducción del voto.

Casi cien millones de personas tienen la posibilidad de acudir a las urnas a ejercer su sufragio, sin embargo, el desánimo para hacerlo es notorio. Las irregularidades cometidas en esta contienda electoral acarrearían, en cualquier país democrático, la nulidad de la elección, sin embargo, en México serán validadas aún y cuando existen distritos donde compite un solo candidato, otros donde el diseño de las boletas es ineficiente y en todos el ciudadano se encuentra prácticamente imposibilitado para llegar informado sobre los cientos de perfiles con que cuentan las boletas que le serán entregadas.

No todos los perfiles que compiten el domingo son malos, sin embargo, no existen condiciones de equidad para que los mejores sean elegidos. Toda elección debe contar con elementos mínimos para ser considerada como democrática, sin embargo, libertad, transparencia, certeza y seguridad jurídica será algo que en este proceso electoral no hemos visto.

El daño al Estado de derecho es brutal, ya que no contar con un poder judicial independiente afectará a todos y pongo simples ejemplos: Si una persona cuenta con un negocio y es abusivamente clausurado o multado por alguna autoridad del oficialismo, ¿de verdad contará con un recurso legal eficiente para defenderse? ¿alguien podrá ganarle al SAT? ¿procederán amparos en contra de actos arbitrarios ordenados por el régimen?

La lealtad de los jueces debe ser solo hacia la Constitución, sin embargo, cuando son elegidos por el régimen le serán leales a él y no al pueblo.

El pilón

Esta semana un tribunal federal de Estados Unidos anuló los aranceles que impuso el titular del ejecutivo de ese país en contra de México y de otros países y seguirá el litigio en la corte de apelación, asimismo otro Tribunal Federal suspendió la prohibición ordenada a una universidad para que no inscribiera a estudiantes extranjeros. Dichas ordenes ejecutivas pudieron ser detenidas, aunque todavía no sea de forma definitiva, por un poder judicial independiente, sin embargo, en México pasarán años para volver a tenerlo.

Kenia López Rabadán

Diputada federal @kenialopezr

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS