La Secretaría de Hacienda ha informado que los ingresos presupuestarios del primer bimestre de 2024 se incrementaron 6.8% en términos reales respecto al mismo periodo de 2023, con un monto total de mil 240 miles de millones de pesos. Sin embargo, este monto quedó 0.6% por debajo de lo que se esperaba recaudar debido a que en algunos rubros persiste el incumplimiento de metas de recaudación, lo que implica seguir manteniendo una estrecha vigilancia sobre los compromisos de gasto presupuestario, ya que el déficit público se ha incrementado de manera significativa.
Desde el punto de vista sectorial, los ingresos petroleros han mostrado un comportamiento errático. En enero de 2024 cayeron 26.7% en términos reales respecto de un año antes, mientras que en febrero se incrementaron 29.5% en los mismos términos, cerrando el bimestre con un incremento de 0.1% real; estos resultados se mueven más en respuesta al volumen de producción puesto a la venta y el efecto de sobrevaluación del peso. Por su parte, los ingresos no petroleros se incrementaron 7.9% real en el bimestre, empero no alcanzaron a cubrir el monto esperado ya que quedaron 2.3% por debajo de la meta.
En su clasificación jurídica los ingresos tributarios crecieron 8.2% en términos reales, con un monto de 839 mil millones de pesos en el primer bimestre, con el que cubrieron 100.6% de lo esperado para el periodo. Se percibe en este sentido una mejoría en la eficiencia recaudatoria.
Al desglosar los ingresos tributarios por conceptos, destaca en particular el incremento del IEPS que fue de 74.1% en el bimestre, impulsado especialmente por el impuesto sobre gasolinas y diésel, que creció 289%, alcanzando casi 50% del total recaudado por este impuesto. Por su parte el ISR registró un crecimiento marginal de 0.5% real con un monto de 459.9 miles de millones de pesos, el cual supera la recaudación esperada. En el caso de la recaudación por IVA, esta se incrementó en 4.1% real en el período de análisis y también superó la meta esperada. Este comportamiento en los impuestos con mayor participación en la recaudación refleja el crecimiento de la economía y del consumo.
La aparente mejoría en la eficiencia recaudatoria que se muestra a principios de año, más que por una buena planeación, es resultado de la presión que se ha ejercido sobre los causantes cautivos. Cabe señalar que en lo que va del actual sexenio el padrón de contribuyentes se ha incrementado 17.9%. De los poco más de 84.6 millones contribuyentes activos, 2.9% son personas morales. Destaca la recomposición en el padrón debida al incremento en el número de grandes contribuyentes personas físicas y morales, en el mismo lapso los primeros se incrementaron en 180% y los segundos en 38%. Cabe señalar que los grandes contribuyentes entre otras características, además de su cautiverio, registran ingresos de mil 500 millones de pesos anuales y aportan cerca de 48% de los ingresos tributarios.
La relevancia de la eficiencia recaudatoria del gobierno radica en la capacidad para financiar los gastos y reducir el déficit, lo cual definitivamente no está sucediendo. En los últimos meses el balance presupuestal se ha deteriorado de manera importante; tan sólo en el primer bimestre de 2024 el déficit presupuestal se incrementó 295.3% en términos reales respecto de un año antes. Esta situación la ha reconocido la propia autoridad que señala en los recientemente presentados Precriterios Generales de Política económica para 2025, que el déficit presupuestal de este año cerrará en 5.0% del PIB, frente a un aprobado de 4.9%. lo que elevará los requerimientos financieros del sector público en 0.5% del producto.
El creciente déficit presupuestal significa un riesgo latente, especialmente si no se financia de manera “sana”. El actual sexenio cerrará con un saldo histórico de requerimientos financieros del orden del 50.2% del PIB frente a un nivel de 43.6% con el que se inició. Una “papa caliente” para el próximo gobierno, sea quien sea.
Presidente de Consultores Internacionales, S.C.
