Es enorme la responsabilidad que ha asumido la ONU vía UNOPS de conducir la licitación de medicamentos para lo que resta de esta administración. Sin duda deberá de hacerse siguiendo las mejores prácticas en la materia.
Abastecer el mercado público de medicamentos en México es un reto de enormes proporciones que la industria farmacéutica establecida le ha llevado décadas lograr de manera solvente, proveyendo de medicamentos de calidad y precio a los mexicanos, apoyando a la salud.
Las mejores prácticas de una licitación implican que haya condiciones iguales o piso parejo. Es preocupacion de la industria farmacéutica mexicana que NO se den ventajas o trato preferencial a las empresas extranjeras que quieran participar en la licitación.
De ahí que su implementación debe considerar igualdad de condiciones para los proveedores extranjeros y los nacionales en términos de elegibilidad, requisitos regulatorios y otros aspectos como son: fiscales, condiciones de entrega, pagos, operativos y financieros que aseguren la sostenibilidad y competitividad de la industria farmacéutica establecida en México.
En cuanto a lo regulatorio, la Cofepris tendrá un papel fundamental como garante de lo sanitario en México. Tenemos que tener presente que estamos hablando de medicamentos que curan o salvan vidas, pero sin custodia regulatoria también pueden enfermar y matar.
En materia regulatoria, ya sean de fabricación nacional o extranjera, los medicamentos deben de contar con registro y autorización sanitaria por Cofepris. Para esto tienen que presentar la documentación que garantice su calidad, seguridad y eficacia
Tanto fabricantes nacionales como extranjeros deben acreditar a Cofepris un plan de manejo de riesgos derivados del uso de los medicamentos, también se requieren condiciones de etiquetado en español, conforme a la regulación mexicana.
Se deben realizar estudios en pacientes mexicanos para garantizar que el medicamento logre el efecto deseado, la variabilidad étnica tiene efectos en la eficacia de los medicamentos
Se debe comprobar que los medicamentos se fabriquen en plantas que cumplen con las Buenas Prácticas de Fabricación y que los procesos se llevan a cabo cumpliendo con los mismos estándares que Cofepris pide a la industria nacional con base en la regulación mexicana vigente.
Finalmente, los tiempos de respuesta a las solicitudes de registro deben ser los mismos, sea fabricante nacional o extranjero. Honrar el principio establecido por Cofepris de primeras entradas, primeras salidas.
Es importante asegurar que los proveedores extranjeros declaren que no tienen subsidios explícitos o encubiertos, como sucede frecuentemente con empresas chinas e indias que buscan dominar el mercado mundial, para evitar una perversión mayor del mercado. Asimismo saber que los extranjeros no tengan antecedentes que no los hagan confiables desde el punto de vista ético.
Se deben asegurar las mismas condiciones de entrega y de pago, especialmente esto último ya que existen grandes adeudos por medicamentos que fueron entregados en tiempo y forma. Además se deben considerar los costos adicionales que representa la importación de medicamentos tales como aranceles y almacenamiento.
De no asegurarse esas condiciones de equidad, habrá un impacto en la economía mexicana asociado a la fuga de ingresos por concepto de pago de impuestos y a la desaceleración de la producción farmacéutica nacional.
Siempre se tiene que tener presente el derecho de protección a la salud previsto en el artículo 4 de nuestra Constitución
Ante todo esto, es enorme el reto y compromiso que tienen la ONU y Cofepris; de no cumplir con sus responsabilidades la salud de los mexicanos estará en riesgo.
Director Ejecutivo de AMELAF.
Twitter: @devillafranca