Cesare Dell´Acquea, pintor italiano destacado por sus obras históricas, pintó, en 1867, el cuadro “Fernando Maximiliano de Austria es nombrado Emperador de México” en cual retrata un momento vergonzoso para nuestra historia: un grupo de mexicanos, conservadores, encabezados por José María Gutiérrez de Estrada buscaron en el extranjero el respaldo que no tenían en la sociedad mexicana donde la mayoría simpatizaba con el proyecto liberal encabezado por Benito Juárez.
Juárez y los liberales lograron otorgarle a la República un orden jurídico con la Constitución de 1857 y las leyes promulgadas a lo largo de la Guerra de Reforma. El cambio jurídico, político, económico e histórico que se vivió en México trastocó la visión de la sociedad.
En nuestro país existen resabios de la tradición monárquica que prevaleció en los tres siglos de la Colonia; en el México independiente hubo dos intentos: Agustín de Iturbide y Maximiliano, es más peculiar el segundo caso al enmarcar la necesidad de los conservadores de buscar soluciones afuera, de ganar en el extranjero lo que no lograron dentro de México.
En el choque de tradiciones la liberal y democrática se ha impuesto ante el conservadurismo monárquico. En el siglo XX la Revolución Mexicana reforzó la defensa de la soberanía, que nació en el movimiento que encabezó Juárez. Me atrevo a decir que fue hasta la implementación de las políticas neoliberales que la idea conservadora retomó fuerza. La falsa búsqueda de soluciones, afuera, terminó por acrecentar nuestros propios problemas.
Las ideas monárquicas perviven en nuestro tiempo. Hay quienes aspiran al retorno de Maximiliano, por ello aplauden y secundan las locuras de Donald Trump. La derecha en México, intenta ganar afuera lo que fue incapaz de hacer en las urnas. Desean que a México le vaya mal para tratar, así, de legitimar su discurso catastrofista.
La historia se repite o se imita con la enorme posibilidad de hacer un gran ridículo. Nadie recuerda los nombre de los conservadores que aparecen en el cuadro de Dell´Acqua, lo mismo sucederá con Jorge Romero, Xóchitl Gálvez, Lili Téllez quienes intentan legitimar el discurso de Trump, sin darse cuenta que pierden lo poco que tienen de credibilidad. Quizá en veinte años algunos de los conservadores, que buscan el regreso de Maximiliano-Trump, sean conocidos por sus actos de corrupción inmobiliaria. Mientras tanto la historia sigue su cauce y me parece, porque así la misma lo sugiere, que se terminará por imponer la tradición liberal.
De refilón hay que mencionar que ante el aumento de migrantes que serán expulsados de Estados Unidos se ha construido una política pública llamada “México te abraza”, la cual a través de un trabajo coordinado con dependencias y entidades del gobierno federal y con los gobiernos estatales y municipales espera el retorno de nuestros paisanos. Bien lo ha mencionado el Mtro. Arturo Medina Padilla, Subsecretario de Derechos Humanos y una de las cabezas del programa, los migrantes deben de ser recibidos como héroes: con su trabajo han aportado a la economía y el desarrollo de México. Nuestros compatriotas serán recibidos de manera cálida y se les proporcionará una amplia oferta de empleos y la incorporación a distintos programas sociales. Estas son las acciones que se deben de construir e impulsar entre todas las corrientes políticas. Si la oposición deseara que le fuera bien a México estaría preocupada por los migrantes y no por implementar, así parece que piensan, su programa: “Trump la derecha en México te abraza.”
Hasta aquí Monstruos y Máscaras…