"Es una tontería lo que hicieron con los libros de texto. Nunca ningún gobierno se había atrevido tan descaradamente a adoctrinar a nuestros alumnos. Las guías que nos proporcionan a los maestros no abonan a educar con calidad, por el contrario, nos deja a la deriva. La educación no se debe politizar", afirmó Magdalena Becerra, profesora jubilada de primaria.

"Yo tengo una hija todavía en edad de primaria, y realmente me preocupa el tema de los libros de texto. Es la peor de las pesadillas para la divulgación del conocimiento porque los niños repetirán los errores. En vez de aprender para aumentar y generar nuevo conocimiento, aprenderán lo que está mal. La SEP se ahorró unos pesos y sacrificó una parte de la educación de los niños", dijo Alejandro Flores, padre de familia.

"Es preocupante porque de por sí tenemos un nivel académico bajo, así menos van a aprender. No puedes eliminar una asignatura tan importante como son las matemáticas. Me parece que es un desacierto, y quienes van a pagar los costos son nuestros niños. Ojalá se pueda frenar su uso por meterles a nuestros niños ideologías", sostuvo la maestra de sexto grado, Dolores Mendoza.

"Creo que el gobierno no les está dando la importancia suficiente a los libros de texto, por el contrario, los hicieron a su gusto, y no a las necesidades de nuestros hijos. Son cambios que no benefician en nada a los niños, debieron acudir con verdaderos expertos. Es lamentable porque nuestros niños son el futuro de nuestro país", sostuvo Norma Rodríguez, madre de familia.

"En nuestra escuela no han llegado los libros, no los hemos visto. No sabemos cómo vamos a estructurarlos, no hemos recibido capacitación ni orientación para su manejo. Creo que pudo ser un proyecto del que todos nos pudiéramos enamorar, del que pudiéramos aprender, y resultó un fraude, como tanto dice el Presidente", dijo Angélica Sánchez, maestra de tercer grado.

Ahora, mis otros datos…

La condena que se hace a mi persona en los libros de texto para docentes de secundaria que se pretenden distribuir es por: “El Programa Sectorial de Educación 2007-2012 (...), operó la intención de formar capital humano al servicio del mercado, negando una educación formativa e integral para la población. Se dio más importancia a programas como Escuelas de Calidad, Enciclomedia, Escuela de Tiempo Completo, Escuela Segura, Escuela Horario Extendido…”.

Me sorprende, por decir lo menos, que el señalamiento a mi periodo como secretaria de Educación Pública, sea por haber apoyado a niñas, niños y padres familia al impulsar Escuelas de Tiempo Completo, que en su mejor momento, sumaron 27 mil escuelas que atendían a casi 4 millones de niñas y niños en el país. Escuelas que les permitían aprender inglés, tener alimento nutritivo, estar seguros y una mayor calidad en sus estudios.

Su impacto mejoró el rendimiento académico de las niñas, niños y adolescentes, que ayudo a evitar la deserción escolar, mejorar su desarrollo socioemocional, contar con mayor acceso a actividades extracurriculares, y por supuesto, beneficiar a las madres y padres trabajadores.

El rechazo de grandes sectores a estos libros de texto nada tienen que ver con buenos y malos, o partidos políticos, sino con el derecho de las niñas y niños a una educación de calidad.

Las niñas, niños y adolescentes no tienen partido, tienen derechos, y esos son los que tenemos que defender, porque de ellos dependerá no solamente su presente, sino el resto de su existencia. Y si el mayor esfuerzo que se hace es para que asistan a una escuela de calidad y donde estén seguros, pues entonces es tiempos de defenderlos y para eso cuentan conmigo.

Senadora de la República

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