Para Joan Ginebra
¿Amenaza?, ¿Debilidad?, ¡Qué más da!, frente a estas interrogantes Joan Ginebra responde: “Al practicar el socorrido esquema de análisis de fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas no son pocas las ocasiones en las que la gente se bloquea con esta pregunta. Y se pasan tiempo y tiempo debatiendo, como los sabios de la edad media, -lo hemos dicho antes-, al cuestionarse si la leche puesta a la intemperie se helaba o no se helaba. ¡Caray¡ lo que hay que hacer es sacarla al exterior.
Quiero rendir un merecido homenaje a un hombre que eligió convertirse en un maestro único y excepcional. Joan Ginebra, quien revolucionó los métodos de enseñanza en el mundo personal y empresarial con ese estilo que confrontaba, que nos ponía frente a la realidad sin tapujos, para después llevarnos a caminos de solución y propuestas acordes a cada circunstancia y tiempo.
Visionario y con una excepcional capacidad para debatir y también para escuchar. Haber tenido como profesor a Joan Ginebra ha sido uno de los mayores privilegios que la vida me ha concedido, y haber contado con su amistad, una infinita bendición y privilegio que siempre agradeceré.
Hace unos días, y al esfuerzo y amor de su hijo Ramón Ginebra Serrabou, se presentó el libro “La Dirección Sensata: GINEBRAZOS”, una extraordinaria compilación de frases irreverentes, de reglas que solo tenían lugar en el aula donde Joan Ginebra dictaba catedra a los directivos y empresarios más connotados de México y de otros países del mundo.
Gozaba en cada sesión, y era obligado pensar muy bien la respuesta frente a una de sus interrogantes, porque no hacerlo provocaba de inmediato una respuesta fulminante. Respuestas y sentencias a las que se adjetivaron como “ginebrazos”.
Algunas frases de las más famosas en el libro son:
1.- Tengo una idea. Con solo ideas no se hacen negocios. A las ideas hay que ponerles patas o no caminan. ¿Miedo a la crisis?, ¡A veces hay que inventarla! No pienses, ¡camina! Procura que hablen de ti, ¡aunque sea bien!
2.- Baja la decisión al lugar del crimen, en una forma o en otra hemos de hacer un esfuerzo para sacar a la gente de sus oficinas y hacer que bajen a donde ocurren las cosas. Ellos, o los que ya están siempre ahí, son quienes tienen toda la sensibilidad para decidir”.
3.-Se suele olvidar que los hombres se mueren. Nunca dejes que mande un ave triste, el mundo está lleno de aves tristes que no enamoran a nadie. Se puede aceptar que te mande una persona de genio endiablado, pero no un ave triste.
4.- Aprender de los errores de otros es el aprendizaje más barato, en ocasiones los errores resultan evidentes. En otros son más ocultos: crecer demasiado rápido, lanzarse a cosas desproporcionadas, gastar indebidamente. Y la arrogancia alimentada por los primeros triunfos.
5.- Te dejaremos que mueras tonto, porque hay personas testarudas que no cambian de posición, aunque les argumentes desde todos los ángulos lo erróneo de su apreciación.
6.- Pon en tu vida un poema, todos los ejecutivos brillantes que yo he conocido tenían una gran ilusión por su trabajo. Póngale ganas, tenga ilusiones y las cosas acaban saliendo.
Estás y muchas sentencias más hacen de este libro una lectura obligada. Tanto por aquellos que tuvimos el honor y la oportunidad de estar en sus aulas, como por todas y todos aquellos que sin haberlo escuchado, podrán hacerlo en estas páginas. Y en tiempos actuales es más vigente que nunca. Gracias querido Joan por tus lecciones para la eternidad.