Puedo comprender que muchos padres de familia al leer este título piensen que sus hijas e hijos no son parte de este grupo. Que seguramente el consumo de pornografía desde los ocho años e incluso, a edades más tempranas, es mentira.

Por ello los invito a leer el texto. Porque solo informándonos lo creerán, pues ustedes no lo quieran creer, es altamente probable que sus hijos e hijas sean ya, consumidores frecuentes de pornografía.

Al menos en el 70 por ciento de los casos, sus hijas e hijos no buscan ver pornografía de manera intencional, sino que en sus búsquedas por internet basta con que escriban palabras como “coche, fútbol, muñecas, etcétera”, para que como respuesta vean un promedio de seis imágenes o videos con contenido sexual.

Un informe publicado por la organización Save the Children, señala que justamente a los ocho años, es cuando los menores empiezan a consumir pornografía de algún tipo.

Hace algunos años acceder a la pornografía no era tan sencillo, hoy, basta con responder afirmativamente a una ventanilla eléctrica que son mayores de 18 años para acceder a un mundo de violencia y deshumanización.

En México, en millones de hogares se evade educar en la sexualidad desde la afectividad y el amor, lo que incentiva a la gran mayoría de adolescentes y jóvenes a “educarse sexualmente” a través de la pornografía.

Así, ocho de cada 10 niños afirman haber visto pornografía y consumirla casi a diario; mientras que casi 40% de las niñas, lo hacen una vez a la semana o al mes.

De acuerdo con la Escuela Internacional Medicación y expertos del Consejo Audiovisuala de Andalucía, España, señalan que algunas de las consecuencias del consumo temprano de pornografía son: que se invita a compartimientos violentos; a normalizar diversas prácticas sexuales, reproducir lo que ven en videos pornográficos; fomenta relaciones desiguales, violencia contra las mujeres y adicción pornográfica.

El doctor Enrique Rojas afirma que la pornografía está siendo la educación sexual de los jóvenes, y esto es muy grave, pues el joven que ve pornografía quiere practicar sexo, hacer lo que ve una y otra vez, lo que lleva al acoso sexual en las escuelas; y a un trato vejatorio de los chicos hacía las chicas.

Señala que la pornografía tiene todas las características de una droga, “no se puede dejar”, convirtiéndose en una tendencia enfermiza y una percepción errónea de la realidad sexual.

Podemos querer creer o no en estas realidades, pero lo que yo puedo afirmar a raíz de mi convivencia y cercanía con numerosos grupos de niñas, niños y adolescentes, es que la pornografía toca las puertas de sus vidas desde edades muy tempranas, así no sean ellas y ellos quienes la estén buscando, y posteriormente, terminen atrapados.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS