Por estar preocupados por la invasión de los superhéroes, los horrores familiares, los programas de concurso, las cintas infantiles y los reallity shows (entre muchos programas infumables), las grandes plataformas que, la mayoría de las veces ofrecen gato por liebre, están por dar un salto mortal, con las reglas de su programación.
Como ya se dieron cuenta que los corsarios del DVD no se van a detener sacando estrenos, por lo menos hay que darles batalla con películas y documentales que de los grandes festivales y los no tan magnos, dan un brinco al vacio terminando en lo profundo de las latas del olvido.
Si quieren competir con el arraigo que representa la comunidad bucanera en sus sitios estratégicos de venta e intercambio, tienen que ofrecer algo más que una programación anodina, que está bien para los que les da igual cualquier cosa, pero no para los acostumbrados en ver calidad, por lo menos en el ámbito cinematográfico.
En el barrio ya no tan bravo, hay por lo menos, varios puestos transcendentales de películas y documentales, donde se puede estar al día por unos cuantos pesos. No hay que esperar, por ejemplo, que Oppenheimer de Christoper Nolan sea programada en plataformas (por ahora). Por nada se puede conseguir como tantas otras como Invitation to a Murder, de Steve Shimek; Los asesinos de la luna, de Martin Scorsese; clásicas como El día que paralizaron la Tierra, de Robert Wise, The year of the horse, de Jim Jarmusch; la colección completa de clásicas de la Hammer Films, las de Monstruos de la Universal y muchas más que se antojarían imposibles.
Pero eso no es todo, hay un puesto que ofrece todas las películas de la Muestra de Cine, variaciones del Festival macabro, y de importantes festivales de cine como los de Asia con cintas como Bad city, de Kensuke Sonomura y Una lección criminal, de Kezuya Shiraishi, referidas a los Asesinos en Serie.
El cine español, de gran arraigo por sus temáticas, tiene cosas como A diente de perro, de José Luis Está, un thriller de acción exhibido en el Festival de Cine de Alicante. Otro escaparate de ese cine que rara vez se ve en plataformas lo conforma Nocturna, con una serie de buenos cortometrajes de Cine Fantástico de la ciudad de Madrid.
En la nostalgia aplicada al rocanrol, acaba de ser relanzada la mítica película de Frank Zappa, 200 motels, con la inesperada llegada a Centerville de The mothers of invention, en una parada de su interminable y largo tour.
Lo que sería moneda corriente en el viejo puesto del Chopo, que tenía antes de morir el conocedor, Juan Heladio Ríos, como La historia secreta de la nomba atómica (como se llegó a construir un arma que no se necesitaba), al lado de la biografía oficial de Nicolae Ceausescu. Ahora, con estricta vigilancia de la policía para una venta segura y sin sobresaltos, se ofrece también Kill Boksoon debe morir, de Byun Sung-hyun, un thriller coreano, robado a Netflix.
Y así, por el estilo, lo que no se encuentra en los puestos de confianza, está en los de desconfianza, a riesgo de que puedan salir mal grabadas, si no es de trato directo con su bucanero de confianza.
El cine mexicano que se ve en los grandes festivales termina, la mayoría, enlatado y sin posibilidades de exhibición, hasta que la fracción corsaria lo consigue y lo oferta. Docus como Un México perro, La mami, Sin tantos panchos. El horror animado del Festival Macabro; cintas como La ballena y películas del Tour de Cine Francés están disponibles para aquellos que buscan buen cine.