Más tardó la ministra Norma Piña en aceptar la invitación para acudir al Senado de la República a fin de expresar su postura sobre la extinción de 13 fideicomisos del PJF, con 15 mil 434 millones de pesos, que en ser desinvitada por el coordinador de Morena en el senado. ¿Se vale confiscar un patrimonio legítimo para destinarlo a otros fines, a juicio de un Robin Hood transformador? Al respecto el presidente López Obrador consideró que la comparecencia de la ministra era innecesaria porque se trataría de un espectáculo, de ruido y escándalo. Mejor que la ministra y los integrantes del máximo tribunal respondan 10 preguntas, más bien a un decálogo de reclamos por conductas de los últimos 40 años, “No han hecho nada en beneficio del pueblo”. Consideremos que 5 ministros fueron nombrados entre 2009 y 2012 y los otros 6 a partir de 2015.
El primer reclamo de AMLO a los ministros es el mismo que viene haciendo en cada mañanera desde hace semanas: “Que expliquen por qué ganan 700 mil pesos mensuales, ¿cuál es el trabajo tan excepcional, tan extraordinario que realizan?” Cierto, de tanto repetir una mentira, esta se convierte en verdad, que quede claro, los ministros, considerando prestaciones, ganan 284,500 pesos mensuales. Pregunto, ¿por qué los ministros aludidos o algún vocero autorizado no responden al respecto? ¿es que no vale la pena defenderse y aclarar un infundio tan dañino? El segundo reclamo: ¿Por qué nunca se castiga a jueces, magistrados y ministros por corrupción? , el tercero inquiere sobre el motivo de haber contratado en la Corte a un elemento de absoluta confianza de García Luna Y prosigue, ¿por qué no permitieron que se consultara al pueblo cuando se privatizó el petróleo? Y así, hasta el noveno reproche: ¿Por qué aceptaron, promovieron y apoyaron el desafuero del actual presidente de la República cuando era jefe de Gobierno? O sea, luego de 18 años AMLO reclama a ministros que entonces no lo eran, un suceso que lo afectó a él en específico, claro, sin un ápice de sed de venganza.
Haiga sido como haiga sido, con 67 votos a favor y 48 en contra, ahora el pleno del Senado aprobó en fast track la extinción de 13 fideicomisos del organismo, cuyo patrimonio superior a 15 mil millones, en caso de concretarse, se transferiría a la Tesorería de la Federación. Nobleza obliga, la ministra en retiro y senadora por Morena, Olga Sánchez Cordero votó en contra de la reforma: “Tenemos que defender al Poder Judicial, pero el Poder Judicial también debe cambiar algunas cosas”.
Entre los tres poderes de la Unión no existe subordinación. La fraterna cercanía de López Obrador con la Corte en tiempos de Arturo Zaldívar —AMLO: “En el Poder Judicial ya no hay corrupción avalada o auspiciada desde arriba”— se transformó radicalmente con la llegada de Norma Piña, en que en varias ocasiones la Corte se ha posicionado en contra de iniciativas provenientes del Ejecutivo.
Desde luego que el manejo y propósitos de los fideicomisos del Poder Judicial de la Federación son perfectibles, pero llegar al extremo de expropiar su patrimonio para destinarlo a rubros opacos, transgrede la legalidad. Se defiende ilegalmente la legalidad.