Pemex cumple 87 años de haber sido rescatada por Lázaro Cárdenas “en beneficio de todos los mexicanos”. Frente a posturas ideológicas, ya sea el nacionalismo energético del régimen, sosteniendo que la empresa va en camino de su recuperación gracias al apoyo del Estado, o el pragmatismo de mercado, defensor de la inversión privada, que sustenta que la empresa está sobreendeudada, dependiente de importaciones, con baja producción y resultados financieros precarios. Lo cierto es que Pemex ha sido mal manejada en términos operativos, financieros, administrativos, sindicales y estratégicos. Más allá de las ideologías, Pemex ha sido encausada con una lógica política, no empresarial. En lugar de profesionalizar su gestión, modernizar su estructura y permitirle colaborar con privados, ha sido usada como un emblema político que hoy arrastra ineficiencia, pérdida de valor y alto costo para las finanzas públicas.

Pemex es la empresa petrolera más endeudada del mundo, cerró 2024 con un adeudo total de aproximadamente 100 mil millones de dólares, más un pasivo laboral inmenso y una deuda con proveedores y contratistas superior a 25 mil millones de dólares. El gobierno de AMLO transfirió sobre 952 mil millones de pesos -56 mil millones dólares- a Pemex para pago de deuda e infraestructura, además de 2.2 billones de pesos en apoyos fiscales. México destina 6.7 millones de dólares para cubrir la deuda de Pemex en 2025. En cuanto a la producción de gasolina, en 2024 se ubicó en 1.8 millones de barriles diarios, lejos de las metas oficiales y muy por debajo del pico histórico de casi 3.4 millones de barriles diarios en 2004.

Para mejorar la situación de Pemex, se han propuesto varias estrategias: Reforma fiscal, aliviando así la carga tributaria, permitiéndole invertir en exploración, mantenimiento e infraestructura. Colaboración público-privada, fomentando asociaciones con el sector privado compartiendo riesgos y capital en proyectos de exploración y producción. Diversificación energética, invirtiendo en energías renovables y otras fuentes alternativas, reduciendo así la dependencia del petróleo, adaptándose a las tendencias globales de sostenibilidad. Welligence Energy Analytics, firma de inteligencia de mercado, recomienda en preciso estudio sobre Pemex, que la empresa establezca alianzas estratégicas y desinversiones específicas para maximizar el valor del petróleo. Subraya el estudio la ineficiente gestión de cartera en que 40% del gasto de capital de Pemex en exploración y producción se destina a yacimientos marginales, en lugar de centrarse en activos de alto rendimiento, deshaciéndose de los yacimientos de bajo rendimiento, para maximizar retornos. Critica el estudio que Pemex tenga 126 mil empleados, produciendo cada uno óptimamente en promedio 18 barriles diarios, siendo que, por ejemplo, Saudi Aramco produce 172 barriles por empleado, o Petrobras 51 barriles por empleado.

Pemex requiere optimizar sus proyectos y explorar oportunidades en energías renovables y tecnologías limpias. Es evidente el craso error de construir la Refinería de Dos Bocas, ha costado hasta ahora tres veces lo estimado y a la fecha no produce. Deer Park fue más barata y produce, daba utilidad, aunque parece haber entrado al redil, ya pierde. Pemex, la empresa de todos los mexicanos perdió 620 mil 605 millones de pesos en 2024, lo que significa que a cada mexicano nos toca palmar 4 mil 745 pesos.

Analista

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