El Día del Trabajo es una conquista de los trabajadores en el mundo por la garantía de los derechos laborales.

En México, aún muchos trabajadores enfrentan precariedad laboral, y diversas condiciones de vulnerabilidad.

De entrada, 54.5% de población ocupada trabaja en la informalidad, lo que les hace vulnerables a cualquier cambio sin un esquema de estabilidad y seguridad social.

Asimismo, de acuerdo con México Cómo Vamos, al cuarto trimestre de 2024, 35% de trabajadores en el país se encontraba con pobreza laboral, lo cual significa que recibió un salario que no le permitió cubrir la alimentación de su hogar al no poder adquirir la canasta básica.

Ante este contexto, es indispensable que los empresarios en México refrendemos nuestro compromiso de dignificar las condiciones laborales de las y los colaboradores de nuestras empresas, y el trabajo les permita tener un ingreso justo y el desarrollo de habilidades para el trabajo y para su vida, así como acceder a oportunidades de desarrollo social: educativo, salud, apoyo emocional, financiero y familiar.

En organismos como Coparmex, desde hace varias décadas hemos impulsado una Nueva Cultura Salarial, el aumento al salario mínimo, reformas para pensiones y aumentar los días de vacaciones, el Salario Solidario, Vida Digna, y su anclaje en un nuevo modelo de país para propiciar un México con Desarrollo Inclusivo, donde la empresa sea un motor de cambio, y cada sector aporte a la atención de los desafíos que enfrentamos como nación.

Y en el Consejo Coordinador Empresarial, se han articulado esfuerzos entre los organismos empresariales por lograr acuerdos conjuntos que propicien mejoras en el salario y generar empleos dignos que permitan el desarrollo económico y mejorar la calidad de vida para las personas desde la visión de la responsabilidad social de las empresas, el fomento al empleo formal y la protección de los trabajadores.

Una visión que me parece muy relevante es la de establecer Empresas Solidarias, donde se pone al centro a las y los trabajadores, y la empresa se guía con respeto y responsabilidad ante todos sus grupos relacionados tales como colaboradores, clientes, accionistas, proveedores, comunidad y gobierno.

El reto es seguir transitando hacia el camino para el reconocimiento pleno de los derechos laborales, dignificar el trabajo en todos los sentidos, la inclusión de mujeres y hombres en igualdad de circunstancias, la flexibilidad ante las demandas de nuevas generaciones de colaboradores, y aumentar la productividad por medio del desarrollo de mejores oportunidades para las personas.

Para lograr este desafío, es indispensable colaborar en red, sumar esfuerzos entre el sector empresarial y coordinarnos con gobierno, academia y sociedad para diseñar los cambios normativos, prácticas y procesos que eliminen la precariedad laboral en México.

Un ejemplo de que la agenda laboral toma mayor fuerza si se impulsa de forma grupal ha sido, primero, la desindexación del salario mínimo, y después, el aumento constante desde el año 2019 cuando se logró un aumento histórico, el cual esperamos que para 2026 llegue a la Línea de Bienestar.

En México sí es posible construir una cultura laboral que ponga al centro a las personas si en cada sector y colaborando en red, nos comprometemos a cambiar la visión, las prácticas y nos guiamos desde un enfoque de derechos, para que se nadie se quede atrás. #OpiniónCoparmex

Expresidente Nacional de Coparmex y Vicepresidente del Consejo Coordinador Empresarial

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