Irán: ¿sorpresa? Puesta en circulación aquí, desde ayer en la tarde, la primera plana de hoy del británico Financial Times sugiere en sus ocho columnas un ultimátum de Trump para la ‘rendición’ de Irán. A su vez, CNN registraba el humor del presidente de Estados Unidos contra el país de los ayatolas. Otros medios internacionales ubicaban anoche al mandatario estadounidense en el ‘situation room’, el cuarto de guerra de la Casa Blanca. Y una plataforma de Facebook ya hablaba del despegue de unas 60 naves militares de Puerto Rico. De manera que, si descartamos la poco probable rendición del ayatola Jamenei, no sería remoto que cuando usted esté frente a estas líneas, o quizás en las siguientes horas, podría conocerse el ataque directo a este líder político religioso —ya localizado, según Trump— así como el bombardeo al arsenal de uranio enriquecido que no han podido afectar los misiles de Israel lanzados contra la antigua Persia. Resguardado este material en el corazón de una montaña, sólo el poder de fuego de Estados Unidos posee la capacidad de penetrarla y acabar así con el proyecto nuclear de los iraníes. Enigmática, la prensa oficial irania anunció cerca de su medianoche que anoche mismo habría una sorpresa que el mundo recordará por siglos.
Cartas persas para México. Sin el humor y la agudeza de las Cartas Persas, de Montesquieu, el involucramiento armado de nuestro problemático vecino en la región que controla la mitad de la producción mundial de petróleo deja oír vientos de gran guerra, con la previsible concurrencia de Rusia y China en el escenario. Pero también con efectos todavía más perturbadores en la economía mundial y con un mensaje de la zona de conflicto —acaso una carta persa— para México. Porque Trump/Netanyahu parecen haber convenido en la incredulidad de los acuerdos con Irán como argumento para el ataque contra ese país. Y aquí tenemos la desconfianza extendida en el norte contra el régimen mexicano, acusado de la complicidad impune de algunos de sus exponentes con los cárteles que inundan de drogas el mercado estadounidense.
Respirar el mundo real. La noticia de ayer en México la dio un no acontecimiento, un hecho que no se realizó: el encuentro fallido de la presidenta Sheinbaum con Trump. Luego, las opiniones en medios y redes se concentraron en analizar pros y contras de lo no sucedido. Pero al margen de eso y de lo que ella y su aparato de propaganda publiciten y magnifiquen de los reales o supuestos saldos de su viaje, la presidenta pudo haber obtenido otros beneficios indiscutibles de su estancia en Canadá. Nada sería más deseable, por ejemplo, que la presidenta hubiera disfrutado respirar el aire no sólo de las montañas canadienses, sino del mundo real que se ventilaba en la Cumbre del G7, a la que fue invitada junto con media docena de otros gobernantes no miembros del grupo.
Dejar la caverna y la condena mañanera. Ojalá le haya servido dejar la caverna en que aparece recluida en palacio, y el sofoco del cortejo oficial que la aísla de la realidad en sus desplazamientos domésticos. Sin duda estaría bien que la gobernante hubiera gozado quitarse lunes y martes la lente y los audífonos que sólo le permiten ver y oír lo que le cocinan en la trastienda o le trasmiten de Palenque. En fin, qué bueno sería que hubiera saboreado un merecido descanso de la condena mañanera de escuchar las preguntas preparadas por sus secuaces pasa luego responder con mensajes de serenidad y optimismo inverosímiles, con encendidas frases patrioteras o con consignas rutinarias de un izquierdismo de manuales inservibles desde hace más de medio siglo. Hoy sabremos si atenderá las advertencias de los líderes de los países más ricos sobre el avance de un ciclo ominoso en el que ella misma aparece enredada al flanco equivocado de la historia.
Académico de la UNAM. @JoseCarreno