Hoy estamos aquí para mirar hacia el futuro. Un futuro en el que Acción Nacional vuelve a ser la defensa y la esperanza de millones de personas. Un futuro que honra nuestras raíces, pero que también abraza con decisión los nuevos tiempos. Porque los principios en los que se fundó nuestro partido; los que ponen a la persona y a la familia en el centro de la vida pública, no son una consigna del pasado, sino la brújula moral que nos sigue guiando en medio de la incertidumbre nacional.
Cada mujer y cada hombre merece vivir en un país donde se respete su dignidad y donde, juntos, alcancemos el bien común. Y ese ideal humanista, que nos ha acompañado desde 1939, vuelve hoy a ser nuestra causa.
Hace apenas unas semanas, más de 25 mil almas nos dimos cita en el Ángel de la Independencia, en un encuentro que marcará un antes y un después para nuestro partido. Ese día no sólo celebramos nuestra historia; dimos el primer paso hacia el relanzamiento de Acción Nacional, con una visión moderna, ciudadana y profundamente comprometida con las causas de la gente. Ver a miles de panistas, familias enteras, jóvenes, simpatizantes y ciudadanos reunidos en un mismo espacio, con esperanza en los ojos y con amor a México en el corazón, fue el mejor recordatorio de que el PAN está vivo, fuerte y listo para servir.
Pero este relanzamiento no es un acto simbólico ni un ejercicio nostálgico. Es un movimiento real, que ya se traduce en acciones concretas. Nuestra nueva era empieza con los jóvenes. Queremos que participen, que se involucren y que tomen decisiones. En los próximos días emprenderemos una gira universitaria por Jalisco y Querétaro, escuchando a cientos de jóvenes que quieren participar, que quieren debatir y transformar la realidad desde sus aulas, sus barrios y sus redes. Ellas y ellos nos están enseñando que la juventud no necesita que se le hable, sino que se le escuche; que no busca tutelaje, sino espacios genuinos para construir. Y eso, precisamente, es lo que queremos hacer en este nuevo PAN: abrir las puertas, tender puentes, confiar en la inteligencia y la energía de las y los jóvenes para construir con ellos una agenda ciudadana basada en la libertad, oportunidades y participación.
A la par de este esfuerzo, estamos apostando por la tecnología como aliada de la participación ciudadana. Por eso lanzamos la App del PAN, una herramienta que acerca al partido a su militancia y también a toda persona que quiera involucrarse, informarse y proponer. Con esta aplicación, cualquier ciudadano podrá seguir las actividades del partido, conocer nuestras propuestas, sumarse a campañas locales o nacionales y, sobre todo, construir comunidad. Porque la política del siglo XXI no puede ser lejana ni burocrática: tiene que ser abierta, directa y transparente.
Vivimos tiempos en los que el autoritarismo se disfraza de cercanía y la propaganda pretende suplantar al diálogo. Por eso debemos volver a ser ese instrumento de la gente que cambia realidades, el punto de encuentro de quienes creen que la democracia no es un trámite, sino una forma de vida. Acción Nacional no nació para administrar el poder, sino para servir al país. Y eso es lo que estamos recuperando: el sentido ético de la política. Hoy la patria esta en peligro, pero Acción Nacional está de pie, hemos tomado las calles y no las vamos a soltar.
El reto que tenemos enfrente es enorme, pero nuestra convicción lo es aún más. Sabemos que el camino no será sencillo, que vendrán críticas, resistencias y dudas. Pero también sabemos que la esperanza está volviendo a tocar las puertas azules del PAN. Reconociendo nuestros errores, con una nueva estrategia, con apertura, con trabajo de tierra, con propuestas serias y con gobiernos que den resultados, volveremos a ganarnos la confianza de la gente.
Porque sólo así, con unidad, con trabajo y con amor a México, construiremos el futuro que sí se merecen las familias mexicanas.
Este relanzamiento no es de una dirigencia, es de todas y todos. Es de quienes, desde un municipio, una colonia o una universidad, siguen creyendo que el PAN es una causa viva. Que la honestidad y la congruencia pueden volver a ser la norma, no la excepción.
Presidente del Partido Acción Nacional