Apenas hace dos columnas hablábamos de que lo mejor del piloto siete veces campeón del mundo está por venir, y que será en 2026 cuando se noten su toque y experiencia en la escudería más popular del planeta. Sin embargo, el futuro hoy luce más gris que nunca, con un auto que no ayuda, con su coequipero subiéndose al podio en un par de ocasiones en la temporada, y con una frase lapidaria al terminar el pasado Gran Premio de España: “Sólo quiero irme a casa”.

Las desoladoras imágenes que nos dejó el circuito de Barcelona revelaron lo complicado del momento de Lewis Hamilton en la escudería italiana. Por un lado, cuando el Haas de Nico Hulkenberg —en teoría el peor coche de la parrilla— rebasaba al lento Ferrari del casco amarillo número 44 para quitarle el quinto lugar, y por otro, cuando al finalizar la competencia y dentro de la cabina del coche, el inglés se secaba los ojos por el llanto de la frustración, declarando que España —una de sus pistas favoritas— había sido en esta ocasión la peor carrera de su vida.

¿Por qué Hamilton no está rindiendo en Ferrari? Varios son los factores, empezando por un auto —el SF25— poco competente para las aspiraciones de un equipo de su tamaño, en donde el mismo Charles Leclerc ha declarado que la escudería debe recurrir de manera urgente a soluciones extremas para mejorar su desempeño. Además, Hamilton llegó al equipo “solo”, enfrentando un nuevo ingeniero de carrera, nuevos mecánicos, nueva organización y métodos de trabajo, lo que ha desembocado en una situación inédita para el piloto inglés de 40 años: nunca había tenido un coche tan malo, o digámoslo de otra manera, lento y alejado de su estilo de manejo.

Cuando Michael Schumacher llegó a la escudería roja en 1996, lo hizo acompañado de decenas de ingenieros, diseñadores y mecánicos provenientes del equipo Benetton, en donde lograron los campeonatos de 1994 y 1995. Cinco temporadas después no exentas de sobresaltos, lograron construir una era dorada en Ferrari.

Lewis Hamilton en cambio, llegó en completa “soledad”, con un gran sueldo de por medio y la promesa de que tendría todo para terminar de extender su legado. Actualmente hasta la guillotina pende sobre la cabeza de Fred Vasseur como jefe de equipo, con la amenaza velada, a que, a menos de un año de que la F1 tenga un reinicio bajo un nuevo reglamento, el equipo deba comenzar bajo otro liderazgo.

El actual contrato de Hamilton es por dos años, aunque puede extenderse hasta 2027, pero los nubarrones amenazan con precipitar su conclusión al finalizar 2025, en donde incluso podría llegar el retiro. Lewis nunca había experimentado algo así, asumiendo incluso, toda la culpa sobre su lento desempeño, los autos que tuvo tanto en McLaren como en Mercedes siempre le dieron la sensación de mejora, lo que en Ferrari se ve lejano en este momento.

@jorgedialogante

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