Las coaliciones partidistas siempre resultan atractivas porque, en principio, fortalecen a los partidos que las integran. La suma de la fuerza de los partidos siempre será superior a la fuerza individual que cada uno pueda tener. Los votos adicionales le pueden dar al partido mayoritario de la coalición el triunfo en una gubernatura, alcaldía, distrito o incluso la presidencia de la República.
En nuestro país, la creciente competencia electoral ha obligado a los partidos a establecer alianzas para maximizar su triunfo. En la pasada elección presidencial, por ejemplo, se formaron tres grandes coaliciones: Por México al Frente (PAN-PRD-MC), Todos por México (PRI-PVEM-Nueva Alianza) y Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES). Hoy, hay 2 grandes coaliciones, Va por México (PAN-PRI-PRD) y Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PV).
Estas dos coaliciones son parciales y estratégicamente buscan ganar el mayor número posible de distritos uninominales. Mientras Va por México presenta candidatos en 219 de los 300 distritos, la coalición oficialista lo hace en 183 de ellos. Sin embargo, estarán frente a frente en solo 146 de los 300 distritos, es decir, en casi la mitad. Ahí medirán fuerzas. En cambio, en 44 distritos no hay coaliciones compitiendo así que los partidos se presentarán en forma individual. Por otra parte, en 73 distritos (24% del total) Va por México irá sin competencia de la coalición oficialista, mientras que esta no enfrentará a Va por México en 37 distritos (12% del total).
Un aspecto llamativo de los convenios de coalición es lo que los partidos estuvieron dispuestos a ceder para maximizar sus posibilidades de triunfo. Cuando el PRI ha sido oposición a nivel federal, los gobernadores de ese partido tradicionalmente deciden quienes son candidatos en los distritos de mayoría de la entidad que gobiernan. Ahora se observa que cedieron espacio a sus aliados de coyuntura ante la amenaza de un mal mayor: Morena. Así, en estados gobernados por el PRI como Estado de México, Sonora, Sinaloa o Zacatecas, los candidatos de varios distritos de mayoría postulados por Va por México pertenecen a Acción Nacional o al PRD. Lo mismo ocurre en Michoacán, estado gobernado por el PRD, donde los distritos se han repartido entre PRI, PAN y PRD. Los otrora rivales se han unido. El adversario de mi principal adversario es mi aliado. Los gobernadores del PAN son curiosamente quienes en mayor medida mantuvieron la exclusividad de su partido en las candidaturas. En Querétaro, Tamaulipas y Yucatán no hay coalición con los antiguos rivales.
Con la conformación de las coaliciones los partidos proponen, pero los votantes disponen. Quizá el mayor problema potencial de toda alianza es lograr que los simpatizantes de un partido se sumen a una fórmula encabezada por un rival histórico. Lograr que los votantes del PAN respalden a un candidato del PRI, o viceversa, es la principal barrera que tiene que derrumbar una coalición como Va por México. En estados como Colima o Tlaxcala, las encuestas muestran que los panistas no se muestran tan entusiasmados con su candidat@ a la gubernatura de origen priista. Pero lo mismo ocurre con los priistas en San Luis Potosí, donde la coalición es encabezada por un militante de Acción Nacional. Quizá el caso más notorio del fracaso de una coalición ocurrió en 2018 cuando la base perredista votó por López Obrador y no por Ricardo Anaya, el candidato panista que encabezaba la fórmula presidencial del PRD.
Las coaliciones ponen a prueba la lealtad de las bases partidistas. A veces las barreras resultan insalvables. Los recuerdos de añejas batallas políticas, como luchar contra los gobiernos priistas, resultan una valla difícil de librar para los ciudadanos. El principal reto para una coalición PAN-PRI-PRD estriba en encontrar un candidato que despierte pocos negativos entre el electorado de la coalición. Hacia el futuro, requiere que se transformen las viejas rivalidades partidistas. En esencia, requiere que el antimorenismo sea tan extendido como en su momento lo fue el antipriismo, que el deseo de derrotar a Morena sea mayor al de evitar una victoria priista.
@jblaredo